Varios grandes centros manufactureros han empezado en los últimos meses a construir y poner en marcha redes privadas 5G, con proyectos muy ambiciosos e integrados. Se espera que a lo largo de 2022 aumente esta tendencia, para generalizarse a partir de 2025. Los grandes fabricantes de equipos, como Ericsson, Nokia, NTT y Samsung, así como Huawei y ZTE en China, están cooperando muy activamente con centros fabriles en la instalación y desarrollo de aplicaciones, poniendo en cuestión el papel de los operadores de telecomunicaciones en el sector, que pueden verse relegados a los proyectos pequeños y medianos, al menos en esta fase incipiente.
Ericsson y Nokia han tomado un papel muy activo en el desarrollo del mercado de redes privadas 5G, especialmente en Europa, liderando el diseño y comercialización de soluciones específicas para grupos industriales, con la colaboración de otros socios. También NTT DoCoMo se está mostrando últimamente muy activa en Europa, para intentar aumentar su presencia en este importante mercado, al igual que la coreana Samsung. Quienes están más avanzados, sin embargo, son Huawei y ZTE, aunque centrados en el mastodóntico mercado chino, con el crucial apoyo del Gobierno y de los tres operadores móviles con control estatal para impulsar grandes proyectos 5G en diversos sectores industriales y verticales.
Desde el principio, cuando se empezó a hablar de redes privadas 5G hace tres años, Nokia se mostró muy partidaria de desarrollar equipos y soluciones para grandes empresas que quisieran tener su propia red privada y que pudieran gestionarla de forma casi autónoma, sin necesidad de depender totalmente de los operadores de telecomunicaciones. Ericsson, en cambio, se mostró inicialmente más reticente a trabajar directamente con los clientes finales de redes privadas, por temor a soliviantar a su cliente natural, los operadores de redes móviles.
Ericsson y Nokia se han volcado en desarrollar plataformas y aplicaciones que faciliten el uso de redes privadas 5G y que mejoren ampliamente la competitividad de sus clientes
Pero ya desde principios de este año, y a raíz de la compra a finales de 2020 por 1.100 millones de dólares de Cradlepoint, un integrador de soluciones industriales, Ericsson ha ido cambiando de posición y trabaja directamente con clientes finales que no son necesariamente operadores. En el momento de su adquisición, la práctica totalidad de clientes de Cradlepoint era de fuera del sector de telecomunicaciones y era importante para Ericsson explotar este activo.
Fue a principios de junio cuando quedó clara la nueva estrategia de Ericsson, al introducir una solución privada 4G y 5G plug and play para los sectores manufacturero, minería y energético, además de puertos, aeropuertos y otros sectores industriales. La solución, denominada Ericsson Private 5G, está basada en la gestión de nubes privadas con redes móviles y encaminada a simplificar las tareas de telecomunicaciones para las industrias, así como las soluciones industriales para los operadores de telecomunicaciones móviles. La nueva solución promete instalaciones rápidas y actualizaciones inmediatas y altas prestaciones garantizadas.
A mediados de octubre, el presidente ejecutivo de Ericsson, Börje Ekholm, confirmó la nueva estrategia de la compañía en redes privadas para grupos empresariales y la calificó de una gran oportunidad para compensar la relativa baja inversión en 5G para empresas que se prevé que hagan los operadores en los próximos años. Hacia 2025, Ericsson calcula que el sector 5G empresarial supondrá una oportunidad de mercado de 15.000 a 25.000 millones de dólares para los fabricantes de equipos de telecomunicaciones. El crecimiento anual será cercano al 25% en los próximos cinco años, sobre un mercado total del orden de 194.000 millones de dólares a mediados de esta década, según dijo Ekholm en la presentación de resultados del tercer trimestre. De todas formas, aunque el sector de telecomunicaciones empresariales crezca más que el tradicional, Ericsson, como los otros grandes fabricantes de equipos de redes, hacen el principal negocio con los operadores.
Nokia, como se ha dicho, ya tuvo claro desde el principio ofrecer redes privadas 5G a las empresas, sin por ello desatender a los operadores, pero en los últimos meses han proliferado las soluciones ofrecidas por la compañía finlandesa. Una de las últimas es la solución en nube industrial nativa en el borde, conocida como MX Industrial Edge, destinada a acelerar la migración empresarial a la Industria 4.0.
Nokia tiene diversas iniciativas de redes privadas inalámbricas empresariales. El anuncio más importante este mismo mes de diciembre ha sido la instalación en la planta principal de VolksWagen en Wolfsburg (Alemania) del proyecto piloto de una red privada 5G autónoma (SA 5G), que funciona en la banda de 3,7 a 3,8 GHz que el Gobierno alemán reservó para usos industriales. La solución utiliza la nube digital automatizada de Nokia (DAC) que permite a las empresas como VolksWagen “probar casos de uso de fábricas inteligentes fiables, seguras y conectividad en tiempo real”, como indica su comunicado.
Samsung, NTT y las Big Tech también quieren entrar
Las iniciativas 5G industriales de fabricantes de equipos en Europa no se reducen a las de Ericsson y Nokia. También la división de telecomunicaciones de Samsung y la japonesa NTT están haciendo importantes esfuerzos para dar a conocer sus soluciones 5G industriales. Igual ocurre con el triunvirato de las grandes tecnológicas estadounidenses: Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud, que quieren introducirse más en el mercado europeo, sea directamente o a través de operadores de telecomunicaciones, y especialmente en el alemán, donde todos tienen fijados sus puntos de mira. La reserva de 100 MHz en la banda de 3,7-3,8 GHz para usos 5G exclusivamente industriales promueve el interés.
En una encuesta a 216 responsables de tecnología, realizada por Economist Impact, del grupo The Economist, y patrocinada por NTT, se destaca que el 90% de las respuestas esperan que las redes privadas 5G sea la elección de la red preferida, y que los principales despliegues de redes privadas 5G se harán en los próximos dos años. El estudio, titulado “Private 5G here and now” , concluye que el 40% de las empresas alemanas encuestadas prevén desplegar redes 5G privadas, seguidas del 28% de británicas, 26% de japonesas y 24% de estadounidenses. El 51% lo quiere hacer entre los próximos seis a 24 meses para mejorar la seguridad, fiabilidad y velocidad de sus operaciones y el 30% ya ha iniciado el proceso de despliegue.
Entre los motivos para desplegar redes privadas, dos tercios de las respuestas aseguran que la seguridad de las infraestructuras actuales no es suficiente, el 48% que mejorará el control de los datos de la empresa, el 43% la cobertura y la velocidad y el 40% la latencia. Sin embargo, estos buenos propósitos chocan con el reconocimiento de que la integración de las redes actuales existentes con la red 5G privada y su interconexión en caso necesario es un tema complejo y que la falta de personal suficientemente preparado es otro motivo de preocupación. Como pasa con Ericsson y Nokia, el reciente lanzamiento por parte de NTT de una plataforma de red privada 5G que funciona como servicio a medida puede allanar el camino a las empresas que quieran probarlo.
China se está concentrando en casos de uso de redes privadas 5G que tengan objetivos muy precisos y que proporcionen mucho valor y sean sostenibles, aunque no sean de entrada muy espectaculares
Samsung es otro de los grandes fabricantes de equipos que confía en el 5G para las industrias. En un reciente viaje a París para conocer a clientes potenciales, Woojune Kim, vicepresidente ejecutivo de redes de Samsung Electronics, aseguró que “la transición hacia 5G y la virtualización de las redes móviles son oportunidades que ahora se presentan y que queremos aprovechar”. No sólo las empresas están interesadas sino que los operadores europeos también quieren ver la oferta de la empresa coreana para escapar del duopolio de Nokia y Ericsson en Europa, vino a decir el ejecutivo coreano.
Samsung ha dado a conocer recientemente un informe técnico, titulado “Transforming Private Networks with Samsung 5G” en el que describe la amplia gama de soluciones 5G que tiene la empresa, incluyendo las redes de acceso, transporte, núcleo y sistemas de gestión para las necesidades específicas de las empresas privadas.
Estas soluciones, se dice en el informe, vienen en tres configuraciones: como un producto compacto para las empresas pequeñas, otro estándar para las de tamaño mediano y una solución escalable y a medida para las de gran tamaño. Van destinadas, como ocurre con los otros suministradores de soluciones 5G privadas, para las empresas manufactureras, energéticas, de logística y de transporte y prometen mejorar la productividad, eficiencia, flexibilidad, calidad, seguridad y competitividad de sus procesos. En el informe de Samsung, se comparan las ventajas de las redes 4G y 5G con su más inmediato competidor, el nuevo estándar de redes inalámbricas Wi-Fi 6E, como se ve en el gráfico siguiente.
Desde luego, a las compañías que quieran experimentar con redes privadas 5G no le faltarán pretendientes, porque es un mercado por ahora muy incipiente, sobre todo con 5G, pero que a lo largo de este año se espera que vaya madurando y ya existan proyectos muy sólidos en pleno funcionamiento, para despegar entre 2023 y 2025 y generalizarse a partir de la segunda mitad de esta década.
Los operadores de telecomunicaciones tampoco se van a quedar de brazos cruzados y ver cómo se les van de las manos los grandes proyectos, por lo que es más que previsible que en 2022 la actividad comercial y las soluciones propuestas por los grandes operadores de telecomunicaciones móviles europeos empiecen a ser frenéticas, coincidiendo con la puesta en marcha paulatina de redes 5G SA en los grandes núcleos de actividad industrial.
Así lo indica, por ejemplo, el comunicado de finales de noviembre de Telefónica, en el que aseguraba que comercializará servicios 5G para empresas a partir de este 1 de enero y que “darán respuesta a la fuerte demanda de proyectos basados en 5G para el sector industrial que se prevé ocurra en el 2022 [en España]”.
Los fabricantes europeos de equipos tampoco tienen ningún interés en enemistarse con sus principales clientes, los operadores móviles. Prueba de ello es que la filial polaca de Orange ha sido seleccionada para ser socio en la construcción de una red privada 4G y 5G en la factoría y tres centros de investigación y desarrollo que Nokia tiene en Bydgoszcz (Polonia) para crear una red que cubra la planta de 13.000 metros cuadrados y suministre comunicaciones más rápidas y fiables a sus 6.00 empleados.
En la factoría también se realizarán numerosos procesos de automatización industrial, incluyendo vehículos sin conductor para el transporte de materiales, drones de supervisión y videovigilancia y un amplio despliegue de dispositivos IoT. Para Nokia, el sistema le servirá de banco de pruebas, para después ir incorporando aspectos a los clientes que lo deseen. La red será de todos modos privada y no conectada a la red pública de Orange. Orange también ha instalado una importante red privada 5G SA en el puerto de Amberes para pruebas de diversos casos de uso.
China se concentra en grandes proyectos 5G industriales
China es, indudablemente, el país más avanzado en el despliegue de redes privadas 5G. Ya en 2020 China Mobile desplegó una docena de plataformas troncales 5G y el pasado junio dio a conocer el despliegue de 452 proyectos de redes privadas, mientras que la operadora móvil rival, China Telecom, introdujo 360 proyectos, según han informado medios de comunicación chinos.
La asociación de operadores GSMA ha publicado un informe de 76 páginas, conjuntamente con CAICT, la academia china de tecnologías de la información y comunicaciones, en el que se describen decenas de grandes proyectos 5G para verticales, con los objetivos a cubrir y los retos y oportunidades que presentan cada uno de ellos.
El informe ha sido preparado conjuntamente con los tres grandes operadores chinos y Huawei, ZTE, Ericsson y Datang Mobile como fabricantes de equipos, además de múltiples socios no referenciados. Comprende 21 proyectos emblemáticos, con numerosas aplicaciones 5G para distintos verticales, desde manufactura a minería y pasando por transporte, salud, creación de contenidos o generación de energía, con diversos casos prácticos y datos económicos.
Se confía que con el desarrollo de estos y otros grandes proyectos 5G se generen muchas más aplicaciones rentables y competitivas. En términos generales, sin embargo, China se ha centrado en los últimos meses en unos pocos proyectos pero muy grandes, con objetivos muy precisos y definidos. Ha abandonado, en cierta forma, los proyectos “escaparate”, que quedan muy bien como ejercicios de demostración pero aportan poco valor y no necesariamente son rentables. Estrechando más el foco y precisando de entrada muy bien los objetivos a cumplir, China espera conseguir grandes objetivos con 5G y sus empresas ser altamente competitivas a nivel internacional.
Lo mismo ha hecho Huawei con la reciente formación de cuatro equipos de nuevos negocios, que busca maximizar los recursos en el desarrollo de las áreas más prometedoras. Por ejemplo, Huawei había desplegado una red privada 5G para el fabricante estatal de aviones Comac, pero lo ha abandonado porque existían pocos clientes potenciales para usarla y muy alejados entre sí. Tampoco destinará grandes recursos a la automatización de muy sofisticadas tareas productivas, porque China es más competitiva en el ensamblaje de productos a muy gran escala pero no altamente sofisticados. Otro sector en el que quiere destinar grandes recursos es el de la minería o de la explotación del carbón, para encontrar métodos que sean más sostenibles con el uso de tecnologías como 5G.