Sprint introdujo el pasado viernes el primer servicio comercial 5G en Estados Unidos a una frecuencia de 2,5 GHz, en la misma banda media que ya está funcionando en Corea del Sur, Gran Bretaña y Suiza. Sprint es el cuarto operador móvil en el mercado estadounidense y negocia desde hace más de un año la fusión con T-Mobile, el tercer operador móvil, una operación que cada vez se complica más porque la FCC y el Ministerio de Justicia (DoJ) no se ponen de acuerdo en lo que sería más conveniente para el país en el ámbito de la telefonía móvil 5G.
Sprint ya disponía de la licencia para usar la banda del espectro de 2,5 GHz, con lo que ha podido introducir este servicio 5G con una estrategia totalmente diferente de la seguida por ATT y Verizon. Estas últimas compañías, que son el primer y segundo operador más importante de Estados Unidos, respectivamente, han puesto en marcha un servicio 5G con ondas milimétricas, que permite mayor capacidad y velocidad de transmisión de señales de telefonía móvil pero con mucho menor alcance y penetración en los edificios, lo que obliga a colocar muchas antenas.
Conectividad dual 4G-5G
El servicio 5G de Sprint opera con equipos de Ericsson que funcionan con enlaces radio 5G con múltiples entradas y salidas (MIMO masivo basado en 64 transmisores y 64 receptores) sobre células LTE-4G existentes. Esta tecnología de conectividad dual permite ofrecer a Sprint acceso simultáneo a señales LTE y 5G a sus clientes con idéntico alcance. La velocidad que garantiza Sprint dentro de un vehículo en movimiento es de 100 megabits por segundo, con puntas de entre 500 y 600 megabits por segundo en modo estacionario.
Esta velocidad es bastante inferior a la proporcionada por Verizon, aunque es mucho más estable y con mayor penetración en los edificios. En los últimos días, Verizon ha mejorado la estabilidad de su servicio y continuará progresando, pero también lo hará Sprint. Sprint ha hecho hincapié en que el servicio 5G no se hace a costa del 4G ni viceversa, puesto que ninguno de los dos servicios pierden cobertura ni velocidad con la conectividad dual. Los usuarios que se apunten al servicio 5G pueden adquirir, de momento, el smartphone V50 de LG y para verano el Galaxy S10 5G de Samsung, a través de diversos planes, así como el hub 5G de HTC.
Sprint ofrece menos velocidad que Verizon, pero más estabilidad y mayor penetración en los edificios
ATT y Verizon se han visto obligadas a introducir 5G con ondas milimétricas (por encima de 25 GHz) porque no tenían la licencia con otras frecuencias y las bandas medias y bajas están ahora ocupadas. Precisamente, la FCC, el árbitro nacional de las telecomunicaciones en Estados Unidos, acaba de ultimar las subastas de 25 y 35 GHz, por las que ha conseguido recaudar más de 2.000 millones de dólares, y está buscando la manera de liberar ondas medias y cortas, mucho más interesantes para prestar servicio en áreas medianamente o poco pobladas.
Sprint había esperado unas semanas a lanzar su servicio 5G porque parecía que la fusión con T-Mobile, filial estadunidense de la alemana Deutsche Telekom (DT), iba adelante. T-Mobile ya dispone de licencias en la banda corta y juntas podían dar un servicio 5G muy competitivo. Hace una semana, la FCC se mostró favorable a la fusión, gracias a las últimas concesiones introducidas en el proyecto de fusión de 26.500 millones de dólares, pero el DoJ, que vela por la libre competencia y el cumplimiento de las leyes antitrust, no lo ve nada claro y puso pegas el mismo día en que FCC se mostraba favorable.
Tres o cuatro operadores nacionales
Con la fusión entre T-Mobile y Sprint, se crearía un tercer operador de telefonía móvil mucho más competitivo que los dos ahora por separado y podrían hacer frente a los otros dos, ATT y Verizon. Entre las concesiones de T-Mobile y Sprint para fusionarse se encuentra la venta de Boost, la marca de prepago de telefonía móvil de Sprint, a otro competidor. Jeff Bezos, el patrón y propietario de Amazon, ya ha hecho una suculenta oferta para quedarse con Boost y con las bandas de frecuencia que quieran darle T-Mobile y Sprint, con lo que de alguna manera se pasaría con la fusión a tres operadores nacionales y posteriormente, con Amazon-Boost, en cuatro, aunque este último no sería a escala nacional sino para los intereses de Amazon.
A DoJ, sin embargo, no le parece suficiente que Sprint venda Boost y, según algunos medios estadounidenses, exige más condiciones, sin detallarlas. Mientras, la FCC se ve en la necesidad de liberar frecuencias ocupadas en las bandas media y baja porque es consciente que con las ondas milimétricas no se va a ninguna parte. Extensas zonas rurales y ciudades de tamaño medio de Estados Unidos tienen ya problemas de cobertura con 4G y la cobertura con 5G podría eternizarse. Por eso la FCC es partidaria ahora de la fusión con concesiones, mientras que ATT y Verizon presionan por su parte para que no se cree un competidor tan potente.
Para acabar de complicar el panorama, en 2011, y después en 2014, el DoJ se negó a bendecir la entonces proyectada fusión entre ATT y T-Mobile porque consideraba que atentaba la libre competencia, lo mismo que argumenta ahora. La misión de la FCC es asegurar que todos los ciudadanos de Estados Unidos tengan acceso a las telecomunicaciones, vivan en ciudades o en zonas rurales, y a precio competitivo, mientras que la función de DoJ es asegurar la libre competencia, dos objetivos en cierta manera contradictorios en lo que a telefonía móvil se refiere.
De fusionarse T-Mobile y Sprint, la operadora resultante tendría la cuarta parte de los abonados móviles de EEUU y la mayor cartera de espectro 4G y 5G