Siemens y Bosch han sido las primeras compañías en solicitar la licencia para utilizar la banda de 3,7 a 3,8 GHz, reservada en Alemania para redes privadas 5G de uso industrial. Se espera que en los próximos meses lo hagan varias compañías más, especialmente fabricantes de automoción y grupos químicos. La reserva de este espectro de 100 MHz para uso privado industrial que hizo la autoridad reguladora alemana generó inicialmente polémica, pero ahora varios países están pensando en seguir su ejemplo, como Estados Unidos o el Reino Unido. Mientras tanto, las operadoras que acudieron a la subasta pública alemana de espectro 5G están preocupadas, porque temen perder clientes importantes si la gestión de las redes privadas es autónoma y se populariza.
BundesNetzAgentur (BNetzA), el órgano regulador de las telecomunicaciones en Alemania, finalizó el pasado junio la subasta pública de 300 MHz en la banda de 3,4 a 3,7 MHz para la concesión de licencias de redes 5G. A la subasta acudieron las operadoras Deutsche Telekom, Vodafone, Telefónica y 1&1 Drillish, comprometiéndose a abonar por las licencias la suma total de 6.600 millones de euros, en una licitación muy reñida porque la cantidad de espectro era reducida.
Con anterioridad a la subasta pública, se había reservado un espectro de 100 MHz en la banda contigua de 3,7 a 3,8 MHz para las compañías que quisieran operar redes privadas 5G dentro del perímetro de sus instalaciones industriales. El pasado 21 de noviembre, el Ministerio alemán de Asuntos Económicos y Energía anunció las condiciones de utilización y precio de las licencias de redes privadas 5G, durante diez años y con carácter inmediato. Acto seguido, varias compañías, entre ellas Siemens y Bosch, confirmaron que ya las habían solicitado.
La celebración de la feria Smart Production Solutions (SPS) en Nuremberg, justo tres días después de que fueran publicadas las condiciones de la licencia de redes privadas 5G, fue el marco apropiado para que tanto Bosch como Siemens hicieran, por separado, demostraciones de las posibilidades que ofrecen las redes industriales en entornos cerrados con la tecnología 5G. El propio órgano regulador, BNetzA, también hizo una prueba para el sector de automoción.
El pasado abril, con motivo de la celebración de la Hannover Messe, ya se habían hecho múltiples demostraciones y debates de las inmensas posibilidades que ofrecen las redes privadas 5G por parte de fabricantes de redes y usuarios industriales. La diferencia es que en SPS ya era una posibilidad real, con empresas que tienen licencia para operar redes privadas 5G en sus propias instalaciones.
Las demostraciones de Siemens como las del grupo Bosch realizadas en SPS utilizaban tecnología TSN sobre redes privadas 5G reales y con equipos de Qualcomm
Tanto las demostraciones de Siemens como las del grupo Bosch que hicieron en SPS utilizaban tecnología de red de respuesta rápida (Time-Sensitive Networking o TSN) sobre redes 5G reales y con equipos de Qualcomm. TSN supone un conjunto de mejoras de las redes Ethernet para hacerlas más determinísticas, que estén disponibles en tiempo real con muy baja latencia, baja fluctuación de las señales y alta fiabilidad. Las comunicaciones basadas en redes TSN son una parte esencial de las redes industriales de los próximos años y se espera que estén disponibles en modo nativo en la Release 16 5G de mediados del año que viene y en las redes con sensores IoT.
Bosch Rexroth, la división de automatización industrial de Bosch, disponía en SPS de dos dispositivos de prueba que sincronizaban una red TSN con una red 5G y funcionaban en la banda acabada de licenciar en Alemania de 3,7 a 3,8 MHz para entornos privados. Bosch también introdujo en la feria, con el soporte de Qualcomm, una plataforma de automatización que permite, por ejemplo, que los fabricantes de máquinas industriales puedan escoger, según sus necesidades y en tiempo real, entre utilizar una red Ethernet cableada o una red inalámbrica 5G.
Siemens, mientras tanto, acudió a SPS con una demostración del funcionamiento de lo que está considerada como la primera red privada standalone (SA) 5G en un entorno industrial y en la banda de 3,7 a 3,8 GHz, utilizando para ello sistemas de control Simatic de Siemens y dispositivos de entrada y salida de Qualcomm. En el centro de pruebas y demostraciones que Siemens tiene en la ciudad de Nuremberg se podían ver vehículos que se movían de forma autónoma de una sitio para otro, con instrucciones recibidas casi instantáneamente gracias a 5G.
Eckard Eberle, responsable de automatización de procesos de Siemens, considera que 5G Industrial es la puerta de acceso a todo un sistema de redes inalámbricas para el uso de producción, mantenimiento y logística con transmisiones de señales ultra-fiables y con muy baja latencia, lo que permitirá incrementos significativos en cuanto a eficiencia y flexibilidad en los entornos industriales.
Bosch ha confirmado que ha solicitado la licencia a BNetzA para operar en al menos dos plantas y Siemens en seis emplazamientos de “factorías digitales”. Ambas compañías prevén operar sus propias redes 5G a principios del año que viene. Su intención, a tenor de lo que comentó Klaus Helmrich, máximo responsable de la división de industrias digitales de Siemens al periódico financiero alemán Handelsblatt, es mostrar con estos proyectos lo que es tecnológicamente posible.
Existe polémica porque grandes grupos quieren controlar sus redes privadas, sin acudir a operadores de telecomunicaciones; Nokia les ofrece equipos y la plataforma necesaria
El interés por el 5G Industrial no se limita a compañías de automatización industrial como Siemens o Bosch Rexroth. Otras compañías del grupo Bosch, especialmente las que fabrican componentes para automoción, también quieren introducir redes 5G en sus instalaciones. Y la Asociación de Industrias de Automoción (VDA) alemana ha confirmado que varias docenas de compañías de automoción están interesadas en solicitar licencias para redes privadas 5G.
Los grandes fabricantes de automoción, como Daimler-Benz, Volkswagen o BMW, se han mostrado interesados desde el principio, así como grandes grupos químicos como Basf o Bayer. Y compañías tecnológicas de tamaño mediano, que abundan en Alemania, también están muy interesados.
La polémica se ha suscitado porque muchos de los grandes grupos quieren tener el control completo de sus redes privadas, sin tener que acudir necesariamente a los operadores de telecomunicaciones. Nokia, además, se ha ofrecido a suministrar equipos de redes 5G, con una plataforma que les permite manejarlos de manera autónoma. Ericsson, en la Hannover Messe, fue más cauto y no quiso entrar en el tema polémico de suministrar sus equipos de redes directamente a los usuarios, para no enemistarse de entrada con sus principales clientes, que son los operadores.
Los operadores ya han hecho notar su preocupación por el despliegue de redes privadas y su gestión autónoma. De entrada, las licencias para redes privadas se conceden a precio muy bajo, con una tarifa nominal de 120 euros anuales para un ancho de banda de 60 MHz y para un entorno de hasta 10.000 metros cuadrados. En la subasta pública, los operadores tuvieron que desembolsar un total de 6.600 millones de euros y comprometerse a importantes condiciones de cobertura en los próximos años.
Los operadores temen que la proliferación de redes privadas relativamente autónomas, sobre todo si abarcan y controlan importantes clusters industriales como el de automoción, puede reducir sus ingresos en una de las aplicaciones estrellas de 5G. De todas maneras, Herbert Schüttler, vicepresidente de clientes corporativos 5G de Deutsche Telekom, quita hierro al asunto. Reconoce que empresas como BMW o Siemens pueden manejar sus propias redes privadas y varias más, quizá 20 o 30, pueden hacer lo mismo, pero sostiene que hay muchas empresas de tamaño grande o mediano que no lo podrán hacer y necesitarán a los operadores.
Siemens, por su parte, tiene un acuerdo con T-Systems, la división de tecnologías de la información (TI) de Deutsche Telekom, para combinar sus tecnologías de operaciones (OT) con las de TI y estas últimas con sus servicios de telecomunicaciones. Este necesario espíritu de colaboración entre compañías es lo que hace que muchos analistas vean justamente a 5G como una gran oportunidad para la reinvención de las factorías y, en este caso, de la industria alemana con el despliegue de redes privadas 5G. Y que los muchos retos que existen para optimizar la tecnología 5G en el entorno industrial requerirá también colaboración por parte de todos.