Las especificaciones Open RAN, iniciadas hace cinco años por TIP, han progresado últimamente, aunque de forma bastante más lenta de lo que se había previsto en un principio. Numerosos obstáculos frenan su desarrollo y su integración con las redes existentes, debido en parte a las expectativas excesivas de los operadores y de las empresas desarrolladoras que las han promovido. El reciente anuncio de Rakuten de que ha adquirido Altiostar Networks, uno de los principales desarrolladores de software Open RAN virtualizado y que ya utiliza el operador japonés, puede acelerar la implantación generalizada de redes abiertas a mediados de esta década, aunque antes será preciso contar con objetivos más realistas y unificadores con las redes 4G y 5G existentes.
Uno de los problemas al hablar de redes de enlace abiertas (con los términos Open RAN, O-RAN, open RAN u otros similares) es que es un concepto muy genérico, que da lugar a distintas interpretaciones que, en la práctica, llevan a soluciones técnicas y características muy diferentes y no necesariamente a redes de telecomunicaciones totalmente unificadas. Como dice Stefan Pongratz, director senior de la consultora Dell’Oro Group, “no todos los Open RAN son iguales” y es preciso empezar a diferenciar los distintos “sabores” de las redes de enlace abiertas, ahora que el mercado Open RAN está empezando a despegar.
Para Pongratz, la visión de Open RAN a largo plazo está basada en tres ejes principales, que incluyen los interfaces abiertos, las tecnologías virtualizadas y los despliegues de múltiples fabricantes de equipos neutros, en el sentido de intercambiables sin que importe el fabricante que los haya hecho. Aparte de llevar la industria hacia interfaces abiertos e interoperables, la hoja de ruta de Open RAN debe maximizar el uso de hardware estandarizado (sin distinción de la marca) y minimizar el hardware propietario, como propone la O-RAN Alliance, añade el directivo de la consultora especializada en el mercado de redes de enlace Dell’Oro.
El desarrollo tecnológico de las redes de enlace abiertas y la puesta en marcha en varios proyectos piloto ha sido importante, sobre todo en el último año y medio, pero quedan múltiples obstáculos por superar
Dentro de cada uno de estos tres ejes principales debe haber varios grados de cumplimiento de la normativa, para lograr una plena interconexión y compatibilidad de las redes. Los despliegues de varios suministradores se asocian frecuentemente con la mezcla y conexión de varios suministradores de bandas base y espectros radioeléctricos, apunta Pongratz. Y cuando Mavenir, uno de los impulsores de Open RAN, aboga por la introducción del término “Open RAN verdadero” significa que todos los componentes deben trabajar y funcionar perfectamente con los de cualquier otro fabricante. Además, añade el directivo de Dell’Oro, si alguien introduce una banda base, debe poder integrarla con su software y, viceversa, si “otro suministrador aporta un software Open RAN verdadero, debe lograr que funcione con sus radios MIMO masivos”.
Por si el tema no fuera suficientemente complejo, debe haber suficiente margen de maniobra para que otros bloques funcionales puedan funcionar correctamente, puesto que están proliferando en estos momentos múltiples radio Open RAN compatibles. Esta proliferación y necesidad de compatibilidad a distintos niveles dificulta que las redes Open RAN puedan funcionar con garantías y de modo consistente con las redes de telecomunicaciones tan complejas que manejan los grandes operadores y con el grado de seguridad y privacidad que cada vez les será más exigible. Para introducir más complejidad al panorama, Pongratz añade que, aunque las redes de enlace virtuales (vRAN) no formaban parte de las especificaciones Open RAN iniciales ni tampoco son mutuamente excluyentes, considera que son un elemento importante en la visión a largo plazo de las redes de enlace abiertas.
No es extraño, con todos estos condicionantes, que Dell’Oro estime ahora que la facturación de las redes Open RAN será del orden del 10% de la facturación total de las redes de enlace en 2025, frente a menos del uno por ciento el año pasado. Se trata de una estimación preliminar en la que se incluyen, dentro de Open RAN, todas las estaciones de radio grandes y pequeñas compatibles y se tiene en cuenta el incremento de las ventas de equipos Open RAN que ha habido en el primer semestre en las estimaciones para 2025.
Es evidente que, en la segunda mitad de esta década, las ventas de redes Open RAN supondrán un porcentaje más elevado, que Dell’Oro no cuantifica y que, probablemente, sería altamente especulativo, debido a las muchas incógnitas que se ciernen en el mercado de redes de enlace y el papel que van a representar las redes de enlace “abiertas” y las virtuales.
Obstáculos para el despliegue de Open RAN
La GSMA, la asociación mundial de operadores, ha publicado un informe el pasado junio en el que reconoce “los obstáculos significativos a los que se enfrentan los operadores a la hora de desplegar soluciones Open RAN”. Las redes de enlace abiertas son un tema ampliamente debatido y que siempre ha estado en el candelero en los últimos cinco años, desde que Telecom Infra Project (TIP) lo puso en marcha bajo los auspicios iniciales de Facebook.
En síntesis, sostiene el informe de la GSMA Intelligence, hay que dar tiempo a una iniciativa de esta categoría para que se desarrolle y no ponerse demasiado nervioso si los avances son lentos pero, al mismo tiempo, los operadores de telecomunicaciones deben considerar, de forma rigurosa, los retos a los que se enfrentan a la hora de considerar si integran o no redes de enlace “abiertas” en sus redes de telecomunicaciones.
En una encuesta realizada este año por la GSMA a más de cien operadores de todo el mundo para conocer los principales obstáculos a los que se enfrentan a la hora de desplegar redes abiertas en sus propias redes tradicionales, el más importante, con un 28% de las respuestas, es el incierto retorno de la inversión (ROI) que suponen las redes abiertas. Este porcentaje elevado se considera comprensible, debido a la desagregada naturaleza de las Open RAN, que hace mucho más difícil evaluar su rentabilidad y sus costes que las redes de enlace tradicionales, más previsibles (aunque el papel futuro de Huawei y otros suministradores chinos en las redes occidentales y de los suministradores occidentales tradicionales en las redes asiáticas esté completamente en el aire y se necesitan mutuamente, pese a que no se mencione en el informe de la GSMA).
Dell’Oro estima que la facturación de las redes Open RAN, en sus múltiples versiones, será del orden del 10% de la facturación total de las redes de enlace en 2025, frente a menos del uno por ciento el año pasado
La rentabilidad incierta de la inversión en redes abiertas es sólo uno de los obstáculos en el camino hacia las redes abiertas. La inexperiencia y escaso conocimiento de los operadores a la hora de integrar y evaluar las redes alternativas es también destacable, un 20%, seguido a muy corta distancia por el limitado número de alternativas y suministradores existentes y el tamaño muy reducido frente a los suministradores tradicionales (Huawei, Ericsson y Nokia, pero también seguidores como Samsung, ZTE o los japoneses NTT y Fujitsu, más proclives a una oferta híbrida).
El compromiso del pasado 4 de agosto de la operadora japonesa Rakuten de adquirir la compañía estadounidense Altiostar Networks, por importe no hecho público pero valorados sus activos en 1.000 millones de dólares y en la que ya participaban otros inversores como Telefónica, Cisco o Qualcomm, aparte de la filial estadounidense de Rakuten, puede dar más alas a la iniciativa Open RAN, sobre todo porque Rakuten ya utiliza funciones de red y software abierto de Altiostar en su plataforma de comunicaciones móviles y en la red móvil 4G y ahora 5G que la compañía ofrece en varias zonas de Japón.
Las pérdidas operativas de Rakuten Mobile en el primer semestre de este año ascendieron a 900 millones de dólares, comiéndose las ganancias de otras divisiones de Rakuten y creando incertidumbre en el proyecto de telefonía móvil de Rakuten. El autor principal del informe de la GSMA sobre los obstáculos de Open RAN y responsable de GSMA Intelligence, Peter Jarich, apuntó en el comunicado sobre la compra de Altiotar que esta compañía “se diferencia de otros suministradores Open RAN en su enfoque muy específico en el software” y puso de relieve que Rakuten conoce muy bien a Altiostar porque utiliza su software, de lo que se deduce que tiene plena confianza en la rentabilidad de la inversión realizada.
La integración de las redes abiertas, sea cual sea su naturaleza y especificaciones finales, es otra de las grandes dudas planteadas por los operadores encuestados, prácticamente al mismo nivel que las anteriores, así como la escasa madurez de la tecnología, a pesar de los avances que se han conseguido, principalmente en los últimos dos años, y a los méritos que se les atribuyen con justicia a la iniciativa. En definitiva, plantea el informe de la GSMA, muchos operadores consideran que se les pide que integren redes abiertas en sus redes sin que esté claro cómo repercutirán en la facturación adicional o en el ahorro de costes que tendrán durante el periodo de vigencia de estas redes abiertas.
Implicaciones para operadores y suministradores
En el segundo apartado del informe, dedicado a las implicaciones a la hora de integrar una red abierta en el futuro, se aconseja a los operadores que sean realistas sobre las expectativas que puedan generar las redes abiertas y que tengan en cuenta tanto la tecnología como su impacto en el negocio de los operadores, así como que sean cautos y que sigan utilizando mayoritariamente las alternativas (cerradas) tradicionales, al menos hasta que las soluciones Open RAN estén plenamente establecidas y probadas con éxito en distintos entornos y contextos. Lo más problemático, se piensa, será hacerlas funcionar en las redes de los grandes operadores, precisamente porque son muy complejas. Por eso, las pruebas Open RAN ahora se hacen en entornos muy limitados y concretos, mayoritariamente rurales.
A los suministradores de redes abiertas, el informe de la GSMA sugiere que su enfoque futuro sea equilibrado, de forma que las redes abiertas funcionen dentro de soluciones y arquitecturas tradicionales, porque pretender que un operador trabaje sólo con redes abiertas se considera una quimera. También deben ser los suministradores realistas y no crear a los operadores falsas expectativas. Se trata, sin decirlo explícitamente, de una carrera de fondo, que requerirá de importantes apoyos financieros, normativos, políticos y de respaldo y confianza hacia la nueva tecnología. Nuevamente, la pugna entre tecnológica entre Estados Unidos y China, como Europa en medio, no ayuda precisamente a crear complicidades. La seguridad de las comunicaciones, sea con redes cerradas o abiertas, es otro requisito indiscutible y está claro que es mucho más difícil de lograr con redes abiertas que cerradas.
En la presentación de los resultados del segundo trimestre a mediados de julio, el consejero delegado de Ericsson, Börje Ekholm, se mostró más favorable a soportar las redes Open RAN con sus equipos que antaño, aunque considera que en las redes 5G los sistemas abiertos y desagregados tendrán un papel muy limitado. Será en las próximas redes 6G, previstas para la próxima década, cuando tendrán un impacto más destacado. Ekholm siempre había considerado, en anteriores intervenciones (que la pandemia ha hecho que se puedan consultar porque están grabadas y escritas) que la repercusión de las redes abiertas será muy limitado hasta al menos 2023.
Ericsson, además, siempre ha declarado que cuando las redes Open RAN estén plenamente desarrolladas y sean totalmente fiables y seguras, la compañía sueca será de las primeras en ofrecerlas a los operadores. Mientras tanto, ofrece como alternativa a los operadores que quieran un entorno más abierto un completo portafolio de soluciones que llama Cloud RAN, que no es exactamente lo mismo que promocionan los suministradores de soluciones Open RAN en sus distintas modalidades.
Nokia, otro de los grandes suministradores tradicionales de equipos RAN, también tiene determinada oferta de soluciones relativamente abiertas basadas en la nube, mientras que la coreana Samsung está creando una potente oferta de soluciones también relativamente abiertas y altamente virtualizadas. Las compañías japonesas como NTT DoCoMo, Fujitsu y otras están en una línea similar a la de Samsung, con vistas a penetrar en el mercado europeo y estadounidense.
Mientras, Huawei mantiene un clamoroso silencio, a la espera de cómo evolucione el tema, pero recuerda que posee una inmensa cartera de patentes 4G y 5G que requieren su aceptación explícita para que Open RAN Alliance las pueda utilizar en redes comerciales, debido a que Huawei no forma parte de la alianza. Todas las consideraciones anteriores auguran que el tema Open RAN dará mucho que hablar e irá progresando paulatinamente su implantación de los próximos años, para ser relevante hacia finales de esta década. La cuantía de esta relevancia y el ahorro de costes y mayor oferta que supondrá, porque de eso se trata, continúa siendo una gran incógnita.