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Poco entusiasmo con los chips de Qualcomm para los smartphones 5G de 2020

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Qualcomm ha anunciado el chipset 865 para los smartphones 5G de la próxima primavera y el 765 para la segunda mitad de 2020. Ambos suponen mejoras importantes respecto a lo existente pero también serias limitaciones, especialmente para los fabricantes de smartphones, que tendrán que esforzarse mucho para colocar un exceso de componentes en un espacio muy reducido y mantener al tiempo un conjunto atractivo, funcional y a precio contenido. La impresión inicial de los analistas es de escaso entusiasmo y se considera que Qualcomm ha forzado en exceso sus plataformas de smartphones 5G multibanda para que funcionen en todo tipo de redes. La realidad, sin embargo, no se sabrá hasta que hayan dispositivos a la venta y se vea la reacción del mercado. También dependerá de lo que hagan Huawei, MediaTek y Samsung, sus competidores.

No es nada sencillo diseñar un conjunto de chips que consigan el máximo de prestaciones para un dispositivo concreto, aunque la tarea resulta titánica si es primordial mantener un tamaño extremadamente compacto, hacer que funcione en todo el mundo y con todas las bandas de frecuencia y generaciones móviles anteriores y que, además, tenga el éxito suficiente para poder fabricar decenas de millones de unidades anuales. Cualquier decisión estratégica errónea puede trocar un considerable éxito en un clamoroso fracaso.

En caso de Qualcomm, parece que su estrategia principal al desarrollar la plataforma 865, sucesora de la 855 del año pasado, ha sido impulsar la venta de smartphones 5G capaces de funcionar con todas las bandas de telefonía móvil, sean bajas, medias o microondas, y con una plataforma única en todo el mundo. Esta decisión ha derivado en que el módem de radiofrecuencia estuviera suelto y de un tamaño grande, comparable a la propia plataforma de telefonía móvil, y secundado, además, por tres o cuatro módulos de antena de tamaño también muy respetable que deben estar colocados en los costados del smartphone, perpendicularmente a la plataforma.

Integrar tanto componente suelto en un smartphone 5G supone un incremento considerable en la complejidad del diseño y del coste de fabricación; falta por ver el precio final del producto

Más de la mitad de los componentes para smartphones que Qualcomm vende con su marca van a parar a China. El mercado chino, por tanto, es fundamental para una empresa estadounidense como Qualcomm, aunque se haya dado este año 2019 la paradoja de que la venta de smartphones de Huawei ha crecido el 66% en el tercer trimestre mientras que los de sus competidores Oppo, Vivo y Xiaomi, con más componentes de Qualcomm, han caído entre el 20 y 33% en un mercado chino estancado. Ha sido consecuencia, en parte, del veto gubernamental de productos de Huawei en Estados Unidos y para desgracia de Qualcomm.

El chipset 865 de Qualcomm no incluye el módem X55 de segunda generación mientras que el 855 del año pasado llevaba el módem 4G integrado y el módem 5G era externo, opcional. El chipset 765, previsto para la segunda mitad de 2020, sí que llevará el módem X52 integrado, con una segunda versión, 765G, más orientado a juegos. Otra peculiaridad es que el 865 será fabricado por TSMC mientras que el 765 lo hará Samsung. La logística de venta para Qualcomm será más complicada con dos suministradores pero no habrá tanta dependencia de un único fabricante como hasta ahora. Queda por ver si Samsung seguirá diseñando y produciendo sus propios chipset o integrará más en sus smartphones los diseños de Qualcomm que fabrique.

Al no incluir el 865 ningún módem, es probable que los smartphones 4G de gama alta del año que viene sigan llevando la plataforma 855, que incluye de serie el módem 4G. Qualcomm prevé que en 2020 se despachen entre 165 y 200 millones de smartphones 5G, por encima incluso de los 160 millones previstos por Ericsson. Gran parte de esta cantidad se venderá en la segunda mitad, con el producto nuevo más disponible, y especialmente en el cuarto trimestre de 2020. Los smartphones 4G serán, sin embargo, muy mayoritarios el año que viene y los siguientes, con lo que la apuesta decidida de Qualcomm por 5G tiene sus riesgos.

El lanzamiento de smartphones 5G de los competidores Huawei, MediaTek y Samsung, con plataformas propias, exacerbará la rivalidad por vender un producto con una demanda imprecisa

Integrar tanto componente suelto en un smartphone 5G supone un incremento considerable en la complejidad del diseño y del coste de fabricación, por lo que está por ver el precio de estos smartphones 5G con plataformas de Qualcomm a finales de 2020. En los últimos meses, varios fabricantes de smartphones chinos han sugerido una reducción sustancial del precio de los smartphones 5G, en el entorno de los 500 dólares o incluso menos, frente a los 1.000 dólares o más de ahora. Es evidente que un despegue de las ventas de smartphones 5G pasa, necesariamente, por una reducción sustancial de precio, máxime cuando se tienen ya smartphones 4G de excelentes prestaciones por menos de 300 dólares.

Una de las claves para evaluar el éxito de los smartphones 5G en la segunda mitad de 2020, aparte de la disponibilidad de mayor número de redes y aumento de su cobertura, será el lanzamiento de smartphones 5G con plataformas propias de Huawei, Samsung y MediaTek, en competencia directa con las dos de Qualcomm en precio y prestaciones. El presidente de MediaTek, Joe Chen, acaba de asegurar que introducirá su plataforma 5G, llamada Dimension 1000, con módem y doble tarjeta SIM integrada, en el primer trimestre de 2020. Será el primer producto para smartphones de MediaTek que competirá directamente con los más avanzados de Huawei y Qualcomm y estará fabricado, también por TSMC, con reglas de diseño de siete nanómetros.

El Dimension 1000 de MediaTek combina cuatro núcleos Cortex A77 de ARM a 2,6 GHz y cuatro núcleos más A55 a 2 GHz para una óptima relación entre prestaciones y eficiencia energética, frente a la plataforma 865 que lleva la estructura 1-3-4, con un núcleo Cortex A77 a 2,84 GHz, tres A77 a 2,42 GHz y cuatro A55 a 1,80 GHz. Qualcomm ha asegurado que su 865 consume un 25% menos de energía que su 855 a prestaciones equivalentes, pero más de un especialista ha mencionado que, a plena carga, el 865 consume igual o más energía que el 855.

A pleno rendimiento, el 865 consume 5 W, frente a los 3,5 W del 835 de hace tres años. Un consumo de energía muy elevado que explicaría, para algunos especialistas, que Qualcomm haya decidido poner el módem suelto y evitar así que se pudieran quemar los chips por falta de ventilación cuando trabajan al máximo. La explicación oficial es que Qualcomm ha puesto el módem separado para tener más espacio en el chipset para componentes de inteligencia artificial y más aplicaciones integradas, como la fotografía computacional que hace que las imágenes tomadas sean más bonitas aunque no tan reales.

El tema es extraordinariamente complejo, como se ha indicado al principio, y seguramente en muchos casos se debe optar por la alternativa que se considera mejor, aunque no se esté del todo seguro. La prueba de fuego será cuando se tengan smartphones 5G y la que al final importa será la de las ventas en unidades y facturación a finales de 2020. Lo que es seguro es que en el MWC de finales de febrero se podrá tener una percepción bastante precisa, en un marco lógicamente optimista, de lo que ocurrirá el resto del año en cuanto a smartphones 5G y las redes que harán que funcionen.