Microsoft acaba de anunciar la disponibilidad de sus servicios de transporte, proceso y enrutamiento global de tráfico de datos a los operadores de telecomunicaciones móviles, con su infraestructura recientemente creada Azure for Operators. Mientras, Google también corteja a los operadores con su Distributed Cloud Edge, que permite acercar las funciones del núcleo de 5G y del Edge de los operadores móviles a los usuarios empresariales y consumidores y tener una red 5G móvil con una respuesta más rápida. Crece así el interés de las grandes tecnológicas por penetrar en los servicios avanzados de telecomunicaciones de la mano de los operadores y participar en el negocio.
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Es indiscutible el liderazgo de Amazon Web Services (AWS) en la prestación de servicios avanzados de computación en la nube, que ha provocado una completa disrupción de los servicios mundiales de telecomunicaciones, en colaboración con operadores, intermediarios de os servicios o directamente a los usuarios finales. Las infraestructuras en la nube, de Microsoft con Azure o Google con Google Cloud, aunque otras les van a la zaga, han acabado por ofrecer una muy potente y completa infraestructura de servicios en la nube, que los operadores también aprovechan por las ventajas que ofrecen.
Microsoft anunció hace más de un año, y es operativa desde principios de este año, una ampliación de su infraestructura Azure, denominada Azure for Operators, que es una nube específicamente diseñada para los operadores de las redes de telecomunicaciones y que cubre sus requisitos característicos de fiabilidad, seguridad y rapidez de las comunicaciones.
Microsoft ha creado, con Azure for Operators, unos mecanismos especiales para encaminar el tráfico 5G dentro de una red WAN global de la empresa y sin necesidad, si se quiere muy baja latencia” de no pasar por Internet
Azure for Operators es, como Microsoft explica en el gráfico inferior, una nube optimizada para los operadores de telecomunicaciones que cuenta con vastos recursos de computación, que puede accederse desde cualquier punto de la red y que es capaz de almacenar inmensos volúmenes de información, aportando así eficiencias operativas a cualquier industria, con más de 170 puntos de presencia y 160.000 millas (258.000 kilómetros) de cableado de fibra óptica. Es una nube inteligente que aúna el mundo físico y el virtual.
Microsoft ya se apuntó un buen tanto a finales de junio, cuando anunció que había conseguido que la operadora estadounidense AT&T migrara parte de su red móvil 5G a la nube Azure for Operators. El contrato tiene mucho mérito, porque AT&T es una operadora que en los últimos seis años ha invertido fuertemente en el desarrollo de redes propias definidas por el software (SDN), en la computación en la nube y en el borde (Edge) y en la virtualización de las funciones de red, demostrando que se gana en agilidad, se reducen los costes y se mejoran las prestaciones de la cargas de trabajo críticas.
La contratación de AT&T con Azure for Operators no es ni de lejos exclusiva, porque la operadora continuará utilizando principalmente sus propios recursos, así como las nubes de otras compañías, como la de Google, pero significa un espaldarazo para la iniciativa de Microsoft de crear una nube ajustada a los requerimientos propios de los operadores y desvelada inicialmente en septiembre de 2020, poco después de la compra de Affirmed Networks y Metaswitch, dos compañías esenciales para completar la oferta futura de Azure for Operators, como dejó claro la propia Microsoft en junio de 2020.
5G con menor latencia gracias a Azure
Victor Bahl, responsable de tecnología de Azure for Operators, ha insistido varias veces en su blog que las aplicaciones basadas en la red y en la nube pueden mejorar las prestaciones de las redes móviles 5G. Pero el pasado miércoles, también en su blog, fue más específico y aseguró ya en el titular que “las redes basadas en la nube desencadenarán el verdadero potencial de 5G”
Que Bahl cante las excelencias de Azure for Operators no tiene nada de particular, porque a fin de cuentas es su trabajo, pero otra cosa muy distinta es que argumente que las redes móviles basadas en 5G NR (New Radio) y con la utilización de redes específicas basadas en la nube (es decir, al margen del protocolo IP de Internet) permitirán ofrecer una pléyade de nuevos e innovadores servicios, como las comunicaciones ultra fiables, de misión crítica y de muy baja latencia, conocidos abreviadamente por URLCC.
Los servicios URLCC se podrán ofrecer gracias a 5G NR, que son una de las tres grandes promesas del futuro estándar, cuando esté desplegado por completo. Según Bahl, con URLCC se podría garantizar una muy baja latencia, del orden de uno a cuatro milisegundos, pero (y ahí está problema) como “ninguna red puede abarcar a todos los usuarios finales y a los servicios alojados en la nube, cualquier operador depende, en última instancia, de alguna forma de Internet”.
Google ha anunciado un nuevo conjunto de soluciones de su Distributed Cloud, que permite a los operadores de telecomunicaciones funcionar en el núcleo de la red 5G y en las funciones de las redes de enlace próximas a los usuarios
La consecuencia es que, según el lugar de la fuente y del destino, las latencias de Internet pueden hacer variar el tiempo de respuesta de las redes móviles basadas en 5G en uno o más órdenes de magnitud, evaporándose así las características iniciales de baja latencia propias de la 5G de URLCC. Y Bahl apostilla que, aparte de URLCC, el tráfico 5G general (como las llamadas de voz o las videocomunicaciones en alta resolución) pueden demandar unas prestaciones y fiabilidad de las redes móviles y de Internet “incluso superiores a las del tráfico tradicional y de empresas”.
La clave, el protocolo específico para Azure
Durante muchos años, los investigadores y los ingenieros de Microsoft han estado trabajando en el desarrollo de un “orquestador” de tráfico global e híbrido que encamine los paquetes de datos hacia el interior de la red extensa (WAN) de Azure, que es una de las claves de lo que ofrece Microsoft. Este orquestador se hace cargo de los protocolos clásicos de Internet y los integra dentro del software que Microsoft ha construido para controlar el tráfico 5G, dice Bahl. “Situamos los flujos [de datos] 5G que demandan altas prestaciones en lugares con baja latencia y amplios anchos de banda que están fuera de Internet; los flujos de datos de la red que no tienen requerimientos especiales son encaminados hacia rutas mucho más baratas”.
De esta forma, añade el responsable tecnológico de Azure for Operators, “hemos desarrollado un mecanismo que rápidamente crea una señal 5G sobre nuestra red WAN existente y que soporta varias capas de red 5G (Network Slicing) con diferentes propiedades de transporte cableadas, a la vez que se evita la interferencia con la red empresarial en la nube subyacente”. En definitiva, al parecer, se crea una señal específica que pasa por dentro de la red Azure y que “puentea” el protocolo IP.
Por si fuera poco, según Bahl, se ha ampliado la capacidad de verificación de esta red Azure para que cubra topologías de red complejas, como WAN y redes virtuales y otras funciones de red virtualizadas (NFV). Además, se pueden verificar las limitaciones de algunas topologías particulares en el momento del despliegue o en un cambio de configuración y se aplican técnicas de Machine Learning para mitigar las congestiones o mejorar la disponibilidad del tráfico, aparte de reducir la utilización de la nube para tener un menor coste. En el gráfico inferior se muestra un diagrama de la plataforma unificada.
Estos “especiales mecanismos que Microsoft ha desarrollado para enrutar el tráfico 5G dentro de un red WAN global” permiten también distribuir el tráfico para distintos casos de uso con diferentes requerimientos de rendimiento en distintos caminos. A los operadores, esta red de Microsoft les evita estar continuamente actualizando su red, una tarea complicada porque trabajan usualmente con dos o incluso más suministradores. En el documento Azure for Operators se puede encontrar más información al respecto.
Google crea también una nube para operadores
La semana pasada, Google organizó el encuentro virtual Next 21, que sirvió, entre otros, para introducir un nuevo conjunto de soluciones de su Distributed Cloud, que amplía su infraestructura en distintas situaciones, sean los centros de datos de los clientes, en el Edge o en la nube. El objetivo es ofrecer a los operadores funciones de red 5G, aparte de aplicaciones empresariales más cercanas a los usuarios. Según Sachin Gupta, director de infraestructuras abiertas de Google Cloud, la idea es permitir que “los clientes se centren en las aplicaciones y las iniciativas de negocio antes que en la gestión de su infraestructura”. “En otras palabras, añade, dejar la complejidad a nosotros”.
Distributed Cloud, basada en la plataforma abierta Anthos for Telecom, permite a los operadores de telecomunicaciones funcionar en el núcleo de la red 5G y en las funciones de la red de enlace próximos a los usuarios, reduciendo así la latencia, y ofrecer a los clientes empresariales banda ancha a alta velocidad, con redes privadas 5G y computación localizada, asegura Gupta. En su blog, Gupta dice que los clientes también pueden utilizar servicios de terceros para crear su propio entorno dedicado. En el lanzamiento, entre estos socios se encuentran Cisco, Dell, HPE y NetApp para soportar el servicio.
Google también aprovechó Next 21 para anunciar Distributed Cloud Edge, “un producto totalmente gestionado que acerca la infraestructura de la nube y los servicios de Google donde los datos son generados y consumidos”. La compañía la considera idónea para el proceso de datos locales, con cargas de computación en el borde de baja latencia, la modernización de entornos hechos a medida y el despliegue de soluciones LTE y 5G privadas en distintos entornos. Como socios estratégicos, Google cuenta con Ericsson y Nokia para desarrollarla.
Finalmente, Google ha anunciado Distributed Cloud Hosted, que soporta clientes de las Administraciones públicas y empresas comerciales que tienen requerimientos de privacidad, seguridad y lugar de residencia de los datos muy estrictos, en línea con el deseo del Gobierno francés de conseguir “nubes de confianza”
A primeros de este mes de octubre, Google anunció como socio de las “nubes de confianza” a Thales y dos de las alianzas iniciales serán con la alemana T-Systems y la francesa OVHcloud. T-Systems prevé ofrecer una solución de “nubes soberanas”, como ella las llama, para clientes alemanes de los sectores públicos y privados a mediados del año que viene, mientras que el objetivo de la alianza estratégica con OVHcloud es “acelerar la transformación digital de los negocios de organizaciones francesas y europeas en general”. Google quiere, así, penetrar más en el sector de las telecomunicaciones y respetar, al mismo tiempo, el deseo de la Comisión Europea y de los Estados miembros de la Unión Europea de conseguir la mayor soberanía digital posible en el espacio europeo.