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Los operadores franceses piden autorización para instalar equipos 5G de Huawei

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Después de haberlo hecho SFR, los operadores Orange y Bouygues también solicitarán a la Anssi, la autoridad en materia de seguridad, autorización para instalar equipos de Huawei en sus redes 5G. Anssii dispone de dos meses para responder, con lo que el Gobierno francés tendrá que adoptar una postura clara al respecto y terminar con su exquisita neutralidad. Al mismo tiempo, Arcep, el ente regulador de las telecomunicaciones, ha publicado las condiciones definitivas de la subasta de las licencias 5G de banda media en Francia, prevista previsiblemente para la primavera, donde flexibiliza las condiciones de pago de las licencias y establece el requisito de autorización.

En los últimos meses, el Gobierno francés ha adoptado una postura ambigua respecto a si los operadores podrían instalar equipos de red 5G en sus infraestructuras. Oficialmente, nunca se ha negado pero tampoco ha dado una respuesta clara. Ha sido al publicar ayer las condiciones de la subasta de licencias 5G en la banda de 3,5 GHz cuando han saltado las voces de alarma por parte de los operadores. Las bases del concurso especifican que no se discriminará a ningún fabricante, pero se introduce el requerimiento de que “en nombre de la seguridad” se deberá pedir autorización a la Agencia nacional de seguridad de sistemas de información (Anssi) para saber los equipos de red que se pueden instalar, léase de Huawei.

La Anssi tiene hasta dos meses para dar respuesta a las solicitudes que se reciba, por el procedimiento de silencio administrativo inverso; es decir si en dos meses no se da una respuesta favorable se entiende que la autorización ha sido denegada. El primer operador que ha solicitado la autorización, como publicaba ayer el periódico económico francés Les Echos, es SFR y se prevé que los otros dos grandes operadores que quieren licitar en la subasta 5G, Orange y Bouygues Telecom, lo harán en breve. Esto significa que en el entorno del MWC de finales de febrero habrá una decisión, que será materia de comentarios, sea cual sea.

Mientras el Gobierno francés tendrá que decidir qué hacer con Huawei, Alemania aún debate si dar vía libre a sus operadores para que instalen equipos 5G de Huawei en sus redes

Francia no es el único país europeo que duda respecto a qué hacer con Huawei. La canciller alemana, Angela Merkel, se ha mostrado siempre partidaria de dejar que los operadores instalen equipos de Huawei y en los últimos días lo ha repetido, pero miembros del Parlamento alemán han expresado recientemente sus recelos, apelando a que se ha de garantizar la seguridad.

Las discrepancias parlamentarias y gubernamentales en Alemania han subido tanto de tono que este fin de semana el embajador chino en Alemania declaró públicamente que “habrá consecuencias” si no se deja que Huawei instale sus equipos 5G. Merkel frecuentemente ha invocado el temor a que China tomara represalias con las empresas alemanas exportadoras de tecnología al gigante asiático si se vetaba a Huawei, que ahora se ha confirmado.

La posición de Merkel siempre ha sido pragmática, sin el convencimiento de que los equipos de Huawei son totalmente seguros. Una cuestión, la de la seguridad completa de los equipos 5G de Huawei o de otros fabricantes, que probablemente es imposible de demostrar, tanto como su contraria. Estados Unidos, el instigador de la cruzada contra Huawei, siempre ha expresado el temor a que los equipos de Huawei tengan una “puerta falsa” que permita al Gobierno chino espiar a sus homólogos occidentales si así se lo requiere a Huawei. Huawei lo ha negado tajantemente y Estados Unidos tampoco ha presentado ninguna evidencia de que exista la posibilidad.

La Administración de Trump no ceja en su empeño que querer que todo Occidente vete a Huawei, como se ha hecho en Estados Unidos. El Financial Times publicó precisamente ayer que Keith Krach, subsecretario de Estado para el crecimiento económico, energía y medio ambiente y antiguo ejecutivo de la industria tecnológica, busca apoyos para crear una ley que obligue a sus compañías a utilizar estándares globales totalmente fiables, lo que su departamento llama “global digitaltrust standards”.

Una fuente citada por el periódico económico dice que se pretende sancionar a las empresas que no cumplan estos estándares fiables y que está “obviamente destinada a Huawei”. Krach quiso organizar una cena con altos ejecutivos de la industria para discutir el tema, pero al final se canceló, se lee en el Financial Times, porque las empresas invitadas lo consultaron con sus abogados y se negaron a asistir.

La decisión final del Gobierno francés sobre Huawei podría impactar de forma decisiva a algunos operadores, tanto en sus previsiones de compra de equipos como de costes económicos y de instalación

Las redes 5G se han convertido en un tema altamente estratégico para Europa porque se quiere que toda la infraestructura de redes de banda ancha, tanto fijas como móviles, sirvan de palanca para el desarrollo de una política industrial en la Unión Europea que permita recuperar su posición tecnológica en el mundo. La decisión de Alemania de reservar 100 MHz de espectro en la banda de 3,5 GHz para redes privadas 5G que utilizarán potentes grupos industriales de su país va en esta línea y sin esperar a la Unión Europea.

Para los operadores franceses, tener claro si podrán instalar o no equipos de Huawei, en todas o bien en parte de sus redes 5G, es fundamental, porque los costes de adquisición e instalación no serán los mismos, aparte de que algunos de estos operadores dependen ya en gran parte de los equipos de Huawei en sus redes 4G y están habituados a instalarlas. Los pedidos de equipos de red, por otro lado, ya se tienen que empezar a contratar ahora para que en mayo, cuando está previsto que estén concedidas las licencias, se puedan empezar a instalar.

Por lo menos, los operadores que acudirán a la subasta de las licencias 5G en Francia ya saben a qué atenerse porque se han publicado los importes y las condiciones de financiación, algo más flexibles que las inicialmente planeadas. La subasta consistirá, como se sabía, de dos partes: por un lado, se ceden cuatro bloques de 50 MHz a los operadores que acudirán a la subasta por 350 millones de euros cada uno de ellos, más once bloques a subastar de 10 MHz con un precio de salida de 70 millones de euros y un tope de licitación de 100 MHz. La novedad es que los 350 millones de euros de los bloques iniciales se pagarán de forma escalonada a lo largo de quince años.

Teniendo en cuenta los plazos legales para concurrir a la subasta, se prevé que tenga lugar a lo largo de abril, para empezar a ofrecer servicios 5G en mayo, si no hay contratiempos. Como la cuestión de si se podrán o no utilizar equipos de Huawei es fundamental para algunos operadores, los hay que, como SFR, ya han decidido hacer la solicitud; así sabrán la respuesta como máximo a finales de febrero y en abril podrán acudir a la subasta y pujar en consecuencia.

Arthur Dreyfuss, presidente de la patronal FF Télécoms, recuerda que la decisión final del Gobierno sobre la utilización de equipos de Huawei podría impactar de forma decisiva a los costes de explotación de las redes, no sólo de 5G sino también de 4G, porque muchos operadores ya utilizan extensamente los equipos de Huawei en sus redes actuales. Según como acabe el tema, Bouygues Telecom y SFR, que tienen ahora instalados equipos de Huawei, podrían verse obligados a desmontar algunas de sus instalaciones, con todo lo que ello supone. 2019 acaba, por tanto, con más dudas que certezas respecto al futuro de 5G, al menos en lo que se refiere al año que ahora va a empezar.