La operación de venta de gran parte de las torres de telecomunicaciones de Telxius-Telefónica a la estadounidense ATC, para pasar a tenerlas en régimen de alquiler, o los recientes acuerdos de Cellnex con varias operadoras para compartir torres en diversos países europeos, muestra el gran interés de los operadores europeos de telecomunicaciones para sacar mayor provecho y rentabilidad de sus infraestructuras, aunque haya naufragado al final la negociación entre Orange y Free para compartir sus torres 5G. El cableado de fibra óptica, otra infraestructura de telecomunicaciones básica, también entra en esta dinámica reciente de aprovechar más los activos, como acaba de protagonizar Orange.
La tendencia a compartir las infraestructuras de telecomunicaciones por parte de los operadores de telecomunicaciones, incluso los incumbentes o dominantes, es cada vez más acusada. En los últimos meses se han hecho varias operaciones de venta de torres de telecomunicaciones, inicialmente segregadas, pasando el operador que tenía la propiedad a inquilino. En otros casos se ha recurrido a operadores especializados para aumentar la inversión en torres o se han llegado a acuerdos entre operadores para compartir infraestructuras mutuas en uno o varios países y así cubrir más territorio sin aumentar la inversión.
La pandemia, como en otros muchos casos, no ha hecho más que acelerar tendencias de fondo que eran inevitables. En el caso de los operadores de telecomunicaciones europeos, la pandemia ha provocado una mayor demanda de los servicios de telecomunicaciones fijas y móviles por los usuarios pero, en general, no se ha acompañado de un crecimiento de los ingresos, debido a la fuerte competencia existente entre los operadores. La llegada de 5G, además, comporta para los operadores la necesidad de acometer mayores inversiones en infraestructura móvil sin que se tenga aún claro cómo monetizarlas.
Cellnex espera multiplicar por 15 el número de emplazamientos desde 2014, hasta alcanzar los 107.000 gracias a una serie de acuerdos que se ha acelerado este mes de enero
En este contexto de reducción de márgenes, una opción es revalorizar los activos ocultos. Un primer paso para los operadores dominantes en diversos países europeos es segregar parte de sus infraestructuras de su propiedad y colocarlas en bolsa para ganar valor de mercado. Y un segundo paso es venderlas a un operador especializado, pasando de propietario a inquilino de la misma infraestructura, y así conseguir una importante plusvalía, que va muy bien para reducir apalancamiento y deuda. Otra opción alternativa y no excluyente es llegar a acuerdos con otros operadores para compartir distintos activos.
La infraestructura pasiva de las torres de telecomunicaciones es ideal para operaciones de este tipo, sobre todo si se cede a un operador neutro, especializado en este tipo de infraestructuras, como suele ser el caso, porque el inquilino puede hacer lo mismo que antes y el nuevo propietario lograr mayores sinergias al estar más centrado en el negocio. En Estados Unidos, por ejemplo, lo más habitual es que la gran mayoría de las torres de los operadores de telecomunicaciones estén en régimen de alquiler. Los operadores incumbentes europeos, en cambio, solían tener la propiedad exclusiva de sus torres, como pasa aún en Alemania con Deutsche Funkturn, la filial de torres de Deutsche Telekom.
En Europa existían el pasado julio 426.000 torres de telecomunicaciones móviles, según las estimaciones de la European Wireless Infraestructure Association (EWIA), con la suma de las grandes infraestructuras en el suelo y en las azoteas de los edificios, aunque sin contar las pequeñas células y los sistemas de antenas distribuidas (DAS). Este número ha sido bastante estable en los últimos años, porque las torres que se construían de nuevo se compensaban con las que se desmantelaban por obsoletas. Pero en los próximos años se quiere que la telefonía móvil cubra mayor territorio en las zonas rurales y se densifique más la cobertura en las ciudades, sobre todo con la llegada de 5G, lo que hará aumentar el número de torres en Europa. La previsión de EWIA es que el parque europeo de torres crezca anualmente entre el 1% y el 3% en los próximos cinco años, es decir, entre 5.000 y 15.000 torres cada año.
Como indica el gráfico superior del informe de EWIA, el 60% de las torres europeas están localizadas en cinco países, con Alemania en lugar destacado y España uno de los cinco, con 37.000 torres. El 80% de las torres europeas estaban controladas hasta el año pasado, en todo o en parte, por los operadores móviles mientras que el 20%, unas 83.000 torres, se encontraban en manos de operadores independientes, especializados en torres de telecomunicaciones móviles.
Este porcentaje de propiedad de las torres es, sin embargo, muy variable. En Alemania, sólo el 3% de las torres está controlado por operadores independientes, porque Deutsche Funkturn tiene la propiedad y la gestión de la gran mayoría, juntamente con Telxius y Vantage, las compañías de torres segregadas hace poco por Telefónica y Vodafone, respectivamente, y sus accionistas. En España, el 24% de las torres estaba el año pasado en manos de compañías de torres independientes de los operadores, Cellnex y Axion, mientras que en Francia, Italia y el Reino Unido, el porcentaje de independientes es algo superior al de España, entre el 29 y 34%.
Esta proporción de torres controladas por compañías independientes, del 20% en Europa, es la misma que en el sur y sudoeste asiático. En la India, sin embargo, el porcentaje es del 52% y en América central y el sur el 55%. En Estados Unidos, el 90% de las torres está en manos de compañías independientes de los operadores. En 2014, la presencia en Europa de torres de compañías independientes era mucho más baja, el 13%, y del 17% en 2018. El número de torres totalmente controladas por los operadores también ha ido bajando, el 41% en 2018 y el 23% en 2020, al ir formando los operadores consorcios y ceder a otros accionistas parte del control de la propiedad, como en el caso de Vantage y Telxius.
Las torres de Telxius se venden a ATC
A mediados de enero, la propiedad de las torres operadas por Telefónica en España cambió sustancialmente, al vender Telxius su negocio de torres a la compañía estadounidense American Tower Corporation (ATC) por 7.700 millones de euros. ATC es un gigante mundial en este negocio con unas 180.000 torres en cartera, principalmente en América, a las que ahora se suman las 30.000 aproximadamente que ha adquirido a Telxius, la filial de infraestructuras en la que participan Telefónica, KKR y Portegadea. ATC ha puesto un pie en Europa con esta operación, porque hasta ahora sólo tenía unas 5.000 torres en Alemania y Francia. Y la situación volverá a cambiar mucho más si Vantage decide vender su filial, con 68.000 torres en nueve países, a un operador especializado y pasar, como Telefónica, de propietario a inquilino.
Las torres de telecomunicaciones se caracterizan por ser un negocio sólido y predecible, con una rentabilidad relativamente baja pero asegurada, como el inmobiliario. Cuando se habla se torres de telecomunicaciones, se refiere habitualmente a la infraestructura física pasiva, que comprende la estructura y el lugar donde se asienta la torre, las antenas adosadas y el sistema de alimentación de energía y cableado eléctrico, como muestra la figura inferior. Los equipos de radiocomunicaciones, las redes y estaciones de enlace que se comunican con la red de transporte del operador, suelen ser del propio operador.
Fuente: European Wireless Infraestructure Association (EWIA).
La infraestructura pasiva de la red, por tanto, no supone ningún problema para el operador de telefonía móvil si decide venderla a un operador especializado en torres, porque la podrá seguir utilizando, normalmente con las mismas condiciones. El operador especializado puede, a su vez, alquilar la torre a otro operador de telefonía móvil, que se encargará de instalar sus propias redes y estaciones de enlace que se conectarán con su red de transporte. También se puede dar el caso de que el operador de telefonía móvil comparta su red con otro operador en la misma torre.
Varios operadores dominantes, especialmente Vodafone y la sueca Telia, esperan vender o compartir sus torres, siguiendo los pasos de Telxius, que ha vendido parte de sus torres a ATC
El número de operadores móviles que de promedio comparten una infraestructura física suele ser muy baja en Europa, de 1,3, pero con la segregación y venta de torres que se está llevando a cabo se espera que aumente hasta 1,5. Es decir, que cada antena sería utilizada de promedio por un operador y medio, con el ahorro de costes que representaría, tanto para los operadores móviles como para los propietarios de la infraestructura física.
Cellnex, 107 emplazamientos en Europa
Cellnex se ha convertido en poco tiempo, y especialmente este mes de enero, en uno de los propietarios de infraestructuras pasivas más importantes de Europa. En 2014, Cellnex disponía de 7.000 emplazamientos, que en siete años se han multiplicado por catorce, hasta llegar a 107.000 emplazamientos, como se ve en el gráfico inferior de la propia compañía, en el que se contabilizan tres transacciones recientes en cuatro mercados clave y la apertura de cuatro nuevos mercados. Italia, cuando se completen todas las operaciones, es donde tendrá más emplazamientos, 24.549, seguido del Reino Unido, con 14.720, Francia con 13.705, Polonia con 11.890, España con 11.050 y Suiza, Portugal, Suecia y Holanda con entre 6.000 y 4.000 emplazamientos en cada uno de ellos, además de Irlanda y Dinamarca. En verde oscuro se muestran los cinco países donde cuentan como cliente a más de un operador móvil.
El pasado 21 de enero, Deutsche Telekom y Cellnex decidieron combinar sus infraestructuras móviles en los Países Bajos y apoyar conjuntamente el lanzamiento de un vehículo para promover inversiones en infraestructuras de telecomunicaciones en Europa. Con la operación, Cellnex espera conseguir una presencia en los Países Bajos con cerca de 4,300 emplazamientos, “aumentando así las perspectivas de un mayor crecimiento orgánico en un mercado clave”, como señala la compañía. El proyecto prevé que se compartan inicialmente cerca de 4.300 emplazamientos, con una ratio de compartición de 1,2.
El martes pasado, Cellnex cerró también la compra de los activos de CK Hutchison en Suecia, que se suman a los anunciados el 8 de enero en Austria, Dinamarca e Irlanda. Cellnex cuenta así con 9.700 torres y emplazamientos del total de 24.600 que integraban el portafolio de CK Hutchison en Europa. El acuerdo, según la empresa, también prevé el despliegue de hasta 5.250 emplazamientos en los próximos ocho años, con una inversión asociada de hasta 1.400 millones de euros.
En noviembre de 2020, Cellnex anunció un acuerdo para adquirir las torres y emplazamiento de Hutchison en Austria, Irlanda, Dinamarca, Suecia, Italia y el Reino Unido, con una inversión global de 10.000 millones de euros. En los próximos meses, la compañía espera cerrar acuerdos con Italia y el Reino Unido. Una vez concluidos los cierres en los seis países y ejecutados los despliegues previstos, Cellnex debería contar con los cerca de 107.000 emplazamientos señalados en el gráfico superior.
Negociaciones en Finlandia y fracaso en Francia
La fiebre por revalorizar las torres de telecomunicaciones y ampliar la compartición de redes en Europa no cesa. También el pasado viernes, en la presentación de los resultados trimestrales, Allison Kirkby, máximo responsable de Telia, el operador incumbente sueco, aseguró que “muy pronto” actualizará su plan de monetizar sus activos de infraestructuras y por eso se ha creado una nueva unidad de gestión de infraestructuras, Telia Asset Management. También, dijo la directiva, espera ampliar sus acuerdos de compartir redes con un nuevo acuerdo con el operador finlandés DNA. En Finlandia, se trataría de que Telia y DNA unieran sus redes móviles actuales del norte y este de Finlandia con el sur y oeste del país.
En las últimas semanas, los cuatro operadores de telefonía móvil franceses han hecho múltiples reuniones para tratar de extender la cobertura de sus respectivas redes móviles en las zonas rurales del país, hasta ahora muy desabastecidas, en redes 4G y las nuevas 5G. Parecía a mediados de la semana pasada que Orange, el principal operador francés, heredero del incumbente France Télécom, había llegado a un acuerdo con el también operador francés Free para compartir parte de sus redes móviles, reproduciendo un acuerdo de 2014 entre Bouygues Télécom y SFR, los otros dos operadores móviles franceses, de compartir sus torres de telefonía móvil en las zonas rurales francesas, que representan el 57% de la población.
De momento, la operación se abortó totalmente el pasado viernes. Xavier Niel, fundador de Ilial-Free, había asegurado el día anterior, en una reunión con periodistas económicos y financieros, que las negociaciones con Orange se habían paralizado de momento. Unas horas más tarde, Orange emitía un comunicado en el que “decidía poner fin a las discusiones” sobre un acuerdo de compartir sus redes con Free, “vista la divergencia en la estrategia de despliegue” entre ambas compañías.
Orange y Free tenían interés en compartir sus redes 4G y 5G en las zonas rurales francesas, pero al final han pesado mucho sus distintas visiones de lo que es la “verdadera 5G” frente a la “falsa 5G”. Free asegura tener 8.000 torres en las zonas menos densas de Francia, frente a las 10.000 de Orange. Se trataba de compartir muchas de ellas, al tiempo que desmontar otras para reducir costes y poder así ampliar la cobertura 5G en zonas donde ahora hay muy poca cobertura, incluso 4G.
El problema, según apuntan algunos observadores, es que Free contabiliza como antenas 5G muchas que funcionan en la banda de 700 MHz, también utilizada en el país vecino para 4G, mientras que Orange utiliza principalmente para 5G la banda de 3,5 GHz. Esta polémica en torno a 5G a 700 MHz y 3,5 GHz, o 5G “falsa” y “verdadera”, respectivamente, hace meses que dura. Orange es el operador que tiene más antenas 5G de 3,5 GHz en Francia y las continuará instalando a buen ritmo este año 2021, mientras que Free, al parecer, piensa más en instalar antenas 5G a 700 MHz, especialmente en las zonas rurales, lo que hace difícil lograr un acuerdo para compartir redes entre ambos, porque sus prestaciones son muy distintas.
Tres operadores móviles británicos, Vodafone, O2 y Three, acaban de llegar a un acuerdo para compartir sus redes móviles en las zonas rurales. El Gobierno británico, además, quiere actualizar la ley de telecomunicaciones para que no haya ningún obstáculo para compartir redes móviles, ahora que está fuera de la Unión Europea.
Hace pocos días, Virgin Media llegó a un acuerdo con Vodafone para utilizar su red 5G en cien localidades del país. Significativamente, en la operación de venta de las torres de Telxius a ATC quedaron fuera los activos británicos, probablemente para que la filial británica de Telefónica pueda llegar a acuerdos, especialmente si se aprueba la fusión de O2 con Virgin. Los movimientos de las últimas semanas en las infraestructuras móviles que han tenido lugar no han hecho, por tanto, más que empezar, sea por motivos financieros, de cobertura o regulatorios.