El tendido de fibra óptica en los hogares de la Unión Europea se ha triplicado en los últimos cinco años, hasta alcanzar 60 millones de suscriptores y 118 millones de hogares pasados en 2021, según FTTH Council Europe con datos de Idate. Estas cifras, además, aumentarán un 25% este año, hasta llegar a 75 millones de hogares conectados, y se prevé que vuelvan a crecer otro tanto en 2023, con 90 millones de suscriptores en los 27 países de la Unión Europea más el Reino Unido. Se facilitará, así, la contratación de tarifas convergentes familiares, con servicios de telefonía móvil, fibra y televisión incluidos.
El mayor crecimiento en los últimos años entre los países vecinos ha tenido lugar en Francia e Italia, porque los hogares de España y Portugal ya contaban con mucha fibra desde hace varios años. En los próximos años, la explosión de fibra óptica tendrá lugar en Alemania y el Reino Unido; estos dos países estaban muy rezagados pero ya hace varios meses que están invirtiendo fuertemente en tendidos de fibra óptica a hogares y edificios (FTTH y FTTB), para convertirse en los más cableados en Europa en 2026 (con la excepción de Rusia, que hace muchos años que está muy cableada con fibra).
Hace diez años, en diciembre de 2012, sólo había seis millones de suscriptores en toda la Unión Europea, pero esta cifra se ha multiplicado por cuatro en cinco años y por diez en la última década. Este gran crecimiento ha sido posible, evidentemente, al elevado tendido de fibra óptica por las calles de ciudades y pueblos hasta alcanzar muchos edificios, casas y hogares directamente.
España es el país de la Unión Europea con mayor penetración de la fibra óptica, sólo superado por Bielorrusia, y seguirá así en el próximo lustro, empatado con Francia, que ha hecho una gran inversión en fibra en los últimos dos años
Como se ve en el gráfico inferior, menos de una cuarta parte de los hogares con acceso a fibra estaban conectados hace diez años (6 millones sobre 26 millones), mientras que ahora la proporción es la mitad: 118 millones de hogares pasados y 60 millones de suscriptores estimados en 2021. Para 2026, se calcula que habrá 135 millones de hograres conectados a una red de fibra en toda la Unión Europea (más el Reino Unido) con 197 millones de hogares con posibilidad de conectarse.
Fuente: IDATE para FTTH Council Europe (datos hasta septiembre 2020 y previsiones posteriores).
España, a la cabeza en fibra
España es ahora uno de los países de la Unión Europea con mayor tendido de fibra óptica, y lo era mucho más antes de que Francia e Italia incrementaran fuertemente el ritmo de inversión en tendido de fibra en los dos últimos años, como se refleja en el gráfico inferior. Si se exceptúa el caso de Rusia, con 50 millones de hogares con acceso a fibra y que no pertenece a la Unión Europea, Francia encabezó el ránking en 2021, con 24 millones de hogares con acceso a fibra y el 12% de crecimiento respecto al año anterior. Le sigue España, con 16,8 millones y el 6% de crecimiento, e Italia, con 16 millones y un aumento el año pasado del 46%.
Muy por detrás, dentro de los países de la Unión Europea, se encuentra Alemania, con nueve millones de hogares, pese a que esta cifra creció en el último año el 32%, y después Polonia. El Reino Unido, como se ve en la tabla, era de los países desarrollados más retrasados en fibra de Europa en 2021, pese a su mayor población, con siete millones de hogares con acceso a fibra, y eso que fue el que más creció, el 65%. En términos de hogares con fibra conectada, la situación es muy similar, como se ve en el gráfico de más abajo.
La situación, sin embargo, cambiará notablemente en los próximos años, si se cumplen las previsiones de FTTH Council Europe, una asociación europea fundada en 2004 y dedicada a promocionar la conectividad con fibra en el conjunto de Europa. Rusia continuará en primer lugar destacado en 2026, con 34 millones de suscripciones frente a los 25 millones de 2021 y Francia seguirá en segundo lugar, pasando de 14,6 millones en 2021 a 26,3 millones en 2026.
Alemania y el Reino Unido eran los países con menor despliegue de fibra óptica, aunque en los últimos años han incrementado la inversión y lo seguirán haciendo en el próximo lustro, hasta tener unas redes las redes de fibra más extensas
Pero España quedará desplazada por Alemania y el Reino Unido en los próximos años, debido a que pasarán a tener una proporción mucho mayor de hogares conectados que hasta ahora. La proporción de hogares cableados españoles ya hace tiempo que es muy elevada, con lo que poco recorrido tiene frente a Alemania y el Reino Unido, que sólo muy recientemente se han dedicado a tener redes de fibra en sus países respectivos, mientras que España lo ha estado haciendo desde hace más de cinco años.
Mucha más fibra en Europa en los próximos años
En términos de penetración de la fibra óptica en los hogares, España es quien más tiene en Europa, con más del 70%, sólo por detrás de Bielorrusia. Con el 60% y más, están Suecia y Portugal, mientras que Rumanía y Francia rozaron el 50% en 2021, como se ve en el gráfico inferior. Esta situación también cambiará notablemente dentro de cinco años, ya que Francia pasará a ser el país con más fibra, empatado con España, con el 86,2%. Después, acercándose al 80%, estarán Bielorrusia, Suecia y Portugal. El Reino Unido y Alemania, aunque mejoran mucho su situación, en 2026 tendrán cerca del 60% de penetración en los hogares.
Pese a estos elevados porcentajes de penetración de fibra óptica en Europa previstos en 2026, la tarea que queda por hacer en la segunda mitad de esta década es relativamente elevada en Alemania, Turquía, Rusia y el Reino Unido si se quiere llegar a un 80% de la población cubierta, porque un porcentaje de 20 o más puntos de hogares por cubrir es importante en términos absolutos, debido a que son países con mucha población.
Los dos gráficos inferiores muestran lo que quedará por hacer en la segunda mitad de esta década para conseguir más hogares conectados; sobre todo, dentro de nuestro entorno, en Italia y Alemania. En cambio, hará falta cablear poco en España, Francia y Portugal, porque la penetración de suscriptores es ya muy elevada.
Por una vez, los países del sur de Europa encabezan listas de modo positivo, incluso en 2020, como se ve en gráfico de cobertura de más abajo, donde hay poca fibra en los países del centro de Europa, que suelen estar más avanzados en otros terrenos. Esto es debido, en parte, a que los países del centro de Europa invirtieron en las dos pasadas décadas mucho en redes de par de cobre y cable coaxial, cuando eran las tecnologías predominantes, y no ha sido hasta hace relativamente poco cuando han hecho el cambio a la tecnología óptica.

El entorno rural, una asignatura pendiente
Durante la segunda mitad de esta década, la previsión es que la gran mayoría de hogares de los países europeos tendrán acceso a una infraestructura de banda ancha basada en fibra. Si la penetración media de la fibra en 2021 en Europa es de poco más del 26%, para 2026 se calcula que rondará el 50%, y más del 70% en los países más avanzados. Las redes de fibra, además, estarán disponibles para los suscriptores que quieran, porque pasarán cerca de la mayoría de hogares europeos.
La conexión por fibra de los entornos rurales será el reto de los próximos años, porque las ciudades y las grandes aglomeraciones urbanas ya estarán muy cableadas con fibra o tendrán la posibilidad de conectarse, porque pasará muy cerca. En España, la conexión rural ya no es un problema, porque la cobertura en los entornos con menor población superaba el 60% en septiembre de 2020, el mayor de Europa, mientras que en Francia, por ejemplo, era del 16% y en Alemania y el Reino Unido rozaban el 10%. No es extraño, por tanto, que en los dos últimos años estos países estén haciendo un gran esfuerzo para revertir esta situación. Francia, en gran parte, ya lo ha conseguido, al poner de acuerdo a todos los operadores con el apoyo del Estado.

Las tarifas convergentes, tendencia predominante
La mayoría de los grandes operadores europeos están ampliando su red de fibra óptica al tiempo que invierten en las nuevas redes móviles. Su estrategia es captar el mayor número de clientes abonados a la red de banda ancha fija y a los servicios móviles con una única tarifa por hogar, llamada tarifa convergente, con servicios de voz, datos y televisión incluidos.
La oferta de servicios convergentes, con combinaciones de servicios móviles y de banda ancha móvil, permite a los grandes operadores reducir costes de comercialización y también fidelizar más a sus clientes. Cifras de Orange en España muestran, por ejemplo, que la probabilidad que un cliente español que esté suscrito sólo a una tarifa de banda ancha fija de la compañía se vaya a otro operador es tres veces superior que si tiene una tarifa convergente con al menos una conexión móvil incluida, según Mari-Noëlle Jégo-Laveissière, directora general de Orange y a cargo de toda la estrategia internacional de la operadora francesa desde septiembre de 2020.
Orange acaba de nombrar a Christel Heydemann como consejera delegada a partir del 4 de abril, pero se prevé que continúe con el esfuerzo inversor en fibra de la compañía, como también está haciendo en España. Fabienne Dulac, consejera delegada de Orange en Francia, dijo hace poco que cuentan con seis millones de clientes con fibra y cada día aumentan en una media de 10.000 diarios.
La Comisión Europea también está muy interesada en mejorar la conectividad en la Unión Europea, tanto de redes ópticas gigabit como redes móviles 5G. Hace unos días, ofreció unas subvenciones de 258 millones de euros para promoverlas y está ahora en el proceso de aceptar propuestas para el proyecto Connecting Europe Facility (CEF Digital), con un presupuesto total hasta 2027 de 2.000 millones de euros.
La competencia entre distintos operadores de redes fijas dentro de un mismo país no deja, sin embargo, de crecer, con tarifas a la baja destinadas a atraer nuevos clientes. Hace pocos días, la operadora italiana Iliad anunció unas tarifas de fibra reducidas, con inventivos de ocho euros a los nuevos clientes que contraten el nuevo plan, a un precio normal de 23,99 euros, con módem incluido, cuando las operadoras rivales italianas lo ofrecen entre 27 y 30 euros mensuales a los nuevos clientes.