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Las redes SA 5G continúan en fase de pruebas, sin fecha para su despegue

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Las redes SA 5G (Stand-Alone o 5G real, sin dependencia de las 4G) continúan aún en fase de pruebas por parte de la gran mayoría de operadores y habrá que esperar por lo menos un año para su despegue a gran escala en Europa. En China y Corea del Sur el desarrollo de SA 5G parece más avanzado que en Europa y Estados Unidos, aunque es difícil precisar su situación real, sobre todo en el mercado chino. El motivo de este retraso, coinciden la mayoría de analistas, es que la tarea es mucho más ardua de lo que se pensaba en un principio, hace más de tres años, y se requiere una muy amplia cobertura de redes 5G en todo el territorio para notar sus beneficios.

 

Algunos operadores ya han introducido las especificaciones 5G en el núcleo de su red (5G Core) y en redes de telefonía móvil que funcionan exclusivamente con 5G, lo que se conoce como Stand Alone 5G (SA 5G), en contraposición a las mucho más habituales Non-Stand Alone 5G (NSA 5G), que son 5G pero gobernadas y soportadas por 4G. Pero se trata de una minoría y de forma muy limitada territorialmente.

 

Muchos operadores importantes, como Vodafone en Alemania y Holanda, Korea Telecom o T-Mobile US, la filial estadounidense de Deutsche Telekom, prevén desplegar la “5G real”, como también se conoce a SA 5G, a finales del año que viene o ya en 2024. Muchos otros están simplemente en fase de pruebas más o menos avanzada y no han especificado fecha de introducción, como es el caso de los operadores presentes en España. Telefónica hace el grueso de sus pruebas SA 5G en su red de Alemania.

Existen seis temas clave que es preciso tener muy bien resueltos antes de introducir SA 5G a gran escala, como contar con infraestructura nativa en la nube, núcleo 5G y buena cobertura 5G, todos ellos retos importantes

El motivo principal por el cual SA 5G se está retrasando mucho más de lo que era previsible a finales de 2019 es que la migración de NSA a SA 5G es un proceso muy difícil y complicado, con muchos retos a resolver que, además, están interrelacionados entre sí y requieren la coordinación estrecha de suministradores de equipos y software de red, operadores y distintos departamentos de estas empresas.

Seis temas clave para SA 5G

Existen seis temas clave que es preciso tener muy bien resueltos antes de introducir SA 5G a gran escala, asegura Gabriel Brown, analista principal de Heavy Reading, asociada a la consultora Informa, en un interesante artículo de hace un par de meses. Se debe contar con infraestructura nativa en la nube, la puesta en marcha del núcleo 5G, buena cobertura 5G en todas o en la mayoría de redes de enlace, la agregación de más de dos ondas portadoras y la redistribución del espectro, así como amplia disponibilidad de terminales 5G y un servicio diferenciado del 4G o NSA 5G actual. Todos y cada uno de estos temas son importantes y exigen tiempo e inversión para comprobar su adecuado funcionamiento, añade Brown.

 

La primera dificultad es tener lo que en la industria se conoce como “nube nativa”. Más que simplemente virtualizar las redes (tener unos servidores que las manejen a distancia), los operadores quieren hacer el uso completo de contenedores, servicios reducidos y otras tecnologías alojadas en la nube que ofrece Internet. Muchos operadores disponen de núcleos de red virtuales, pero pocos tienen nubes nativas, opina Brown. Y sin ellas, se corre el riesgo de que la imprescindible automatización de la red (dada su creciente complejidad) sea menos eficiente y los nuevos servicios no funcionen adecuadamente.

 

Con la NSA 5G, los nuevos sistemas de radiocomunicaciones 5G se acoplan al núcleo de la red 4G, el 4G Core, que es el centro de control de la red. Con SA 5G, toda la integración se debe efectuar con un nuevo 5G Core, en el que se está viendo que su puesta en marcha comporta numerosos retos. Con una nube nativa y un núcleo de red totalmente 5G, la introducción de los nuevos servicios se hace de forma muy sencilla, que es la gran ventaja que los operadores ven en tener una red totalmente 5G, aparte de que soporte más comunicaciones, más rápidas y con menor consumo de energía. Pero esta flexibilidad de funcionamiento sólo es posible con una nube nativa y un Core 5G muy bien resueltos.

Los operadores están preocupados por las brechas de seguridad en aumento en sus redes actuales, que se teme que vayan a más con SA 5G y están abriendo numerosos laboratorios para intentar frenarlas

Tener buena cobertura 5G es igualmente importante. Con SA 5G, la opción de transmitir señales 4G hacia arriba de la red no existe, con lo que muchas comunicaciones 3G y 4G no funcionan si no hay cobertura 5G. También es problemática la agregación de ondas portadoras: tener dos, una a alta frecuencia y otra a baja frecuencia (2CA) va bien con NSA 5G, porque se puede duplicar la capacidad de una red. Pero con SA 5G puede no ser suficiente y es preferible contar con cuatro portadoras agregadas (4CA) para optimizar el espectro utilizado y tenerlo bien distribuido. Ello requiere, a su vez, componentes más capaces e integrados. Más tiempo en ponerlos a punto y mayor inversión, en definitiva.

 

Como es natural, los terminales han de ser 5G para poder utilizar los nuevos servicios avanzados. Y estos nuevos servicios, además, deben diferenciarse claramente de los actuales, con prestaciones muy interesantes. Los servicios a la carta (el conocido como Network Slicing) es un buen ejemplo, como también el metaverso que no sea una mera realidad virtual rebautizada. Pero aún se está lejos de tener terminales que soporten bien los servicios a la carta o el metaverso, en cuanto a prestaciones y precio. Por no hablar, dicen algunos, de dispositivos IoT totalmente 5G.

 

Si se quiere un salto cualitativo real y lograr una buena experiencia con SA 5G respecto al NSA 5G actual, todos estos aspectos señalados deben ser optimizados. Pero, como se ha indicado, es una tarea ardua y muy compleja, que además están, en gran parte, interrelacionadas.

Múltiples pruebas piloto

Esta complejidad de SA 5G provoca, por un lado, que se requieran muchas pruebas piloto para tener garantías de funcionamiento del sistema y, por otro, que sea difícil pasar a la fase de despliegue masivo, pese a que muchos operadores están haciendo grandes esfuerzos, respaldados por sus tradicionales suministradores de equipos.

 

El pasado mes de abril, la filial alemana de Vodafone comunicó que había conectado su red a la tecnología SA 5G con su proveedor Ericsson y también la operadora finlandesa Elisa había hecho su primera conexión SA 5G de la mano de Ericsson. Pero los clientes de la operadora francesa Orange deberán esperar a 2023, se supone que a finales, para tener servicio comercial SA 5G, que de hecho es de las pocas en Europa que ha fijado una fecha, con lo que al final puede ocurrir que sea de las primeras en hacerlo. Gabriel Brown reconoce que los planes de toda la industria en su conjunto respecto a SA 5G están muy retrasados respecto a la fecha inicialmente prevista.

 

Así y todo, en las últimas semanas, tanto Nokia como Ericsson han comunicado avances en la puesta en marcha del 5G Core y de la red SA 5G con parte de sus clientes. TIM, la operadora italiana, ha escogido a Ericsson para que le instale el 5G Core, lo que permitirá a la operadora italiana modernizar su actual “Evolved Packed core” e introducir una nueva SA 5G en una única solución nativa en la nube, como asegura Ericsson en un comunicado de hace unos días. Con ello, TIM conseguirá velocidades de transmisión de datos más elevados, latencia ultrabaja y servicios de orquestación y automatización, añade el fabricante de equipos sueco.

 

Ericsson también acaba de publicar un informe con los trabajos que está realizando en la red SA 5G de Vodafone en Alemania, con el gráfico inferior en el que se recuerdan los grandes beneficios que aportan las redes SA 5G, así como otro informe con lo que está haciendo el fabricante sueco con la operadora suiza Swisscom uno de sus clientes que más pronto han apostado por la nueva tecnología 5G.

Nokia también da cuenta periódicamente de sus progresos con sus clientes europeos en materia de SA 5G. A principios de agosto, por ejemplo, Nokia completó la primera prueba de agregación de cuatro canales de espectro sobre una red comercial SA 5G de la operadora británica BT , un tema que, como se ha indicado, es importante, que ahora justo se acaba de completar.

Más riesgos de seguridad

La puesta en marcha de SA 5G avanza, aunque no sea tan rápido como estaba previsto. De todas formas, Nokia publicó hace unos días un informe realizado por la consultora GlobalData  en el que se pone de relieve que las operadoras y los servicios de seguridad están muy preocupados por la falta de seguridad de las redes actuales y los ingentes recursos adicionales que deben destinar. Los ataques, dicen en la encuesta, son cada vez más sofisticados y se teme que aumenten con la puesta en marcha de 5G en los próximos años, debido a las herramientas de seguridad fragmentadas que se poseen.

 

Los resultados de la encuesta realizada por GlobalData, comisionada por Nokia, revelan que el 56% de los operadores consideran que necesitarán mejorar sustancialmente sus capacidades de ciberseguridad contra ataques específicos de las redes de telecomunicaciones y el 68% aseguran que necesitarán ampliar sus defensas ante las nuevas amenazas.

 

A medida que se desagregen las redes, con la tendencia hacia las redes abiertas, y que las empresas industriales conecten sus redes críticas a las redes públicas, las vulnerabilidades aumentarán. Alrededor de tres cuartas partes de los operadores aseguran que sus redes han experimentado hasta seis brechas de seguridad durante el año pasado, se desprende de la encuesta de GlobalData.

 

Andy Hicks, analista principal de GlobalData, afirma que “nuestra encuesta muestra que el personal de seguridad de los operadores está haciendo todo lo que puede con los efectivos y herramientas de que dispone”. Pero añade que, conforme los servicios de los operadores se multiplican, también se incrementan las vulnerabilidades y los SA 5G puede ser peor. La clave para reconducir la situación será la mayor automatización de las redes.

 

Los operadores están obviamente preocupados por las brechas de seguridad en aumento, que se teme que vayan a más con SA 5G. Para intentar poner coto a ellas, cada vez se inauguran más laboratorios de seguridad. Uno de los últimos días ha sido el abierto por la filial belga de Orange en Lieja, enfocado sobre todo a casos de SA 5G. Esta operadora hace un año que había abierto otro laboratorio en Amberes, mientras que en su sede central, en Francia, tiene un laboratorio especial dedicado a Open RAN y al funcionamiento de una red SA 5G experimental completa basada en la nube.

 

Orange ha situado la ciberseguridad como vital para el futuro de la empresa y el de sus clientes. En una presentación el viernes pasado en Lyon, Christel Heydemann , la nueva consejera delegada de Orange, dijo que “invertir en ciberseguridad no es un coste sino una inversión”, ante la creciente escalada de ataques de ciberseguridad. Heydemann anunció que su compañía invertirá fuertemente en el desarrollo de servicios de ciberseguridad y en la contratación del personal necesario. También Nokia acaba de inaugurar un laboratorio de investigación 5G y 6G en Portugal, en el campus de Amadora.

 

No cabe ninguna duda de que los operadores y la industria de telecomunicaciones en su conjunto están poniendo los medios necesarios para ampliar las posibilidades y expandir el uso de las redes 5G. Pero muchos analistas se preguntan si estos recientes casos de uso y laboratorios inaugurados hace poco no refuerzan la impresión de que la mayoría de los retos que plantean las redes SA 5G aún están por resolver y la aplicación o aplicaciones clave que deberían hacerla florecer se están buscando.