Las redes de acceso (RAN) de telefonía móvil 5G serán mucho más flexibles y abiertas a múltiples proveedores en los próximos años, lo que permitirá a los operadores desplegar sus redes más rápidamente, con una capacidad y casos de uso más ajustables a las necesidades de sus clientes y sin depender de unos pocos fabricantes de equipos como hasta ahora.
Esta es al menos la visión del futuro de las RAN que Qualcomm acaba de ofrecer, similar a la que que Samsung, NEC y los integrantes de Open RAN han hecho la suya en las últimas semanas. Se da ya por descontado que las redes 5G serán más interoperables, desagregadas y virtualizadas, tres conceptos totalmente rupturistas, pero no se cuenta con que estas soluciones empiecen a ser funcionales hasta bien entrado 2023 y tampoco está claro que el mercado dé para tantos proveedores.
Justo cuando empiezan a funcionar las redes 5G con el soporte de las 4G troncales, lo que se llama modo Non Stand Alone (NSA) y acaba de iniciarse el despliegue de algunas redes totalmente 5G, o en modo Stand Alone (SA 5G) con equipos propietarios, se anuncia una nueva fase: instalar redes con el proceso de la banda base centralizada y además virtualizada; es decir, gestionada remotamente. Y, por si fuera poco, de forma desagregada, idealmente, con componentes estándar y con fabricantes intercambiables.
Esta flexibilidad total de las redes 5G se podrá conseguir casi con seguridad, debido a los continuos avances en materia de software y del desarrollo de plataformas de hardware más estandarizadas e interoperables. Estos desarrollos, además, serán totalmente imprescindibles para que la gestión de las redes se pueda hacer de forma automatizada, sin apenas intervención humana. La creciente complejidad de las redes 5G, debido a las mayores capacidades demandadas, obliga también a que haya sistemas de gestión y supervisión de las redes mucho más controlables automáticamente.
Qualcomm ofrecerá a partir de 2023 un catálogo de chips Open RAN, con diseños propios pero fabricados por otros, y que favorecerá el desarrollo de sistemas abiertos
Se están dando firmes pasos en esta dirección hacia redes 5G más evolucionadas, que aseguren a los operadores una mejor coordinación, una capacidad más escalable, unos despliegues más rápidos, una latencia más baja y nuevos casos de uso, como sintetiza el siguiente gráfico de Qualcomm. No es previsible, de todas formas, que se alcance hasta la segunda mitad de esta década la visión ejemplarizada por el acrónimo MEC, de computación multiacceso en el borde (Multi-access Edge Computing), como un supernodo a la entrada de la red troncal.
Cristiano Amon, presidente de Qualcomm, anunció el pasado martes que su compañía quería entrar en una nueva área de negocio, la venta de chips para todas las macrocélulas de radiotelefonía móvil, durante su encuentro anual para proveedores y analistas para dar a conocer sus desarrollos y estrategia futura. En esta ocasión, por motivos obvios, la Qualcomm 5G Summit hubo que hacerse de modo virtual y es probable que el encuentro tradicional de mediados de diciembre en Hawaii, mucho más centrado en los nuevos productos del año siguiente, también sea virtual.
Este catálogo de productos comprenderá la unidad de acceso radio y banda base, la unidad distribuida y la unidad de radio distribuida, enfocado principalmente hacia las redes abiertas y virtualizadas, asegura la compañía. Sin embargo, estos nuevos chips podrán ser utilizados tanto en equipos estandarizados como en los equipos que cumplan con la especificaciones Open RAN de la O-RAN Alliance. Amon añadió que “estamos trabajando estrechamente con operadores móviles, fabricantes de equipos de red, organismos de estandarización y otros miembros clave de la industria de telecomunicaciones para hacer realidad los despliegues de estas redes”, como asegura en su comunicado.
Competir con otros fabricantes de chips
El anuncio supone que Qualcomm competirá directamente con otros fabricantes de chips para macrocélulas, como Marvell, Broadcom, Intel y Xilinx, que venden a los grandes fabricantes de equipos, como Ericsson o Nokia. Qualcomm ha asegurado que no es su intención fabricar estos chips, entre otras cosas porque nunca lo ha hecho, sino que sólo los diseña. Es sabido que los principales fabricantes de sus chips más avanzados son la taiwanesa TSMC y, últimamente, Samsung. Compañías que, a su vez, también fabrican chips para otras compañías (y que ahora no lo pueden hacer para Huawei).
Qualcomm también anunció que está trabajando directamente con Reliance Jio de la India, y su filial que fabrica equipos Radisys, para desarrollar estas plataformas 5G RAN. Y cuenta con el respaldo de una amplia lista de operadores, como Verizon, Vodafone, Rakuten, AT&T, BT, DT, KDDI, KT, LG UPlus, NTT DoCoMo, SK Telecom, SoftBank, TIM y Telefónica, que todos alaban la iniciativa de Qualcomm en el comunicado. Samsung intervino además en la cumbre virtual, aunque declinó comprometerse a utilizar estos chips en sus equipos. Probablemente, los fabricará junto a otras compañías, como las mencionadas.
Estos productos de Qualcomm, de todas formas, no estarán disponibles a corto plazo. Según aseguró Gerardo Giaretta, director de desarrollo de estos productos, las primeras muestras de ingeniería está previsto que estén disponibles durante la primera mitad de 2022 y los primeros equipos comerciales a finales de 2022 o principios de 2023, que después se habrán de integrar en los equipos de los fabricantes que deseen.
Ericsson augura que a partir de 2023 los productos Open RAN empezarán a impactar el mercado RAN, pero para entonces tendrán productos propios abiertos y muy competitivos
Estos nuevos chips estarán basados en los chipset FSM100xx 5G RAN introducidos por Qualcomm en 2019 y proporcionarán, según Giaretta, “unas muy altas prestaciones”, aparte de reducir el coste total de propiedad gracias a su mayor eficiencia energética. Estos chips permitirán virtualizar las redes, sus capacidades y el uso de interfaces abiertos, además de tener un diseño de módem de radiofrecuencia integrado, compatibilidad con las redes de menos de 6 GHz y las de ondas milimétricas.
Para los analistas y expertos, este anuncio de Qualcomm favorecerá el desarrollo de Open RAN, que promete el desarrollo de productos que procedan de varios proveedores y no de uno solo, como lo que están haciendo últimamente otros fabricantes de equipos de radiocomunicaciones, como NEC, Samsung, en cierta medida Nokia y varias compañías como Mavenir, Altiostar o Parallel Wireless, entre otras.
Open RAN impactará a partir de 2023
Börje Ekholm, consejero delegado de Ericsson, reconoció hace dos semanas, al presentar los resultados trimestrales de su compañía, que el movimiento Open RAN impactará la facturación y los modelos de negocio de los principales fabricantes de equipos a partir de 2023, pero que su compañía se encontrará muy bien posicionada cuando tenga lugar este cambio de mercado. “Es importante recordar, añadió Ekholm, que Ericsson ha sido un colaborador clave desde que se unió a la O-RAN Alliance (la organización que desarrolla las especificaciones Open-RAN) en febrero de 2019 y así seguirá siendo”.
Ekholm se mostró convencido de que Open RAN es algo que claramente sucederá. Por eso, añadió, su compañía trabaja para estar bien posicionada en el mercado cuando ocurra y, también, se está preparando para cuando la facturación del software tenga más importancia. “Realmente, no veo que Open RAN tenga un impacto significativo entre 2021 y 2022, aunque a partir de 2023 empezará a impactar nuestra facturación y la forma en que evolucionarán los modelos de negocio» (de las macrocélulas 5G RAN). También supone, para Ekholm, una muy buena oportunidad para posicionar la compañía ante este cambio tecnológico, como ya ha sucedido numerosas veces en esta industria.
Un tema que está siendo muy debatido es la importancia real que tendrá el mercado Open RAN en esta primera mitad de la década. El mercado total acumulado Open RAN entre 2020 y 2024 se estima en 6.500 millones de dólares, frente a un total acumulado del mercado RAN de casi 170.000 millones de dólares en el mismo periodo, según las estimaciones de la consultora Dell’Oro, que pueden considerarse incluso como optimistas porque la compañía Mavenir, un desarrollador de software Open RAN, las incluye en el análisis del mercado potencial en su informe oficial del 21 de octubre para la emisión de acciones.
El mercado Open RAN tendrá un tamaño aproximado de 200 millones de dólares este año, para crecer paulatinamente en los próximos años, hasta alcanzar los 3.000 millones de dólares en 2024. Para Mavenir, Open RAN está impactando el amplio mercado RAN, que prevé que sea de 201.000 millones de dólares entre 2019 y 2024, según las estimaciones de Dell’Oro contenidas en el informe de Mavenir.
Aparte de este mercado RAN, hay que añadir el mercado virtualizado de paquetes de datos en el núcleo de la red, que Dell’Oro evalúa en 2.200 millones de dólares ahora y 4.200 millones en 2024. El mercado de voz virtualizada también crecerá de los 600 millones de dólares actuales a los 1.500 millones de dólares en 2024 y el mercado multimedia IP (IMS) virtualizado pasará previsiblemente de los 1.400 millones de dólares este año a los 3.000 millones de dólares en 2024, siempre según Dell’Oro y con los datos publicados por Mavenir. Esto hace, según Mavenir, que el mercado al cual se dirige este año se estima en unos 4.000 millones de dólares y que crecerá hasta los 12.0000 millones de dólares en 2024, con un aumento anual del 28%.
A partir de mediados de esta década, el mercado Open RAN seguirá creciendo de forma exponencial, sobre una base cada vez más elevada. La consultora ABI Research, en una nota reciente, apunta a una facturación para el hardware, software y servicios de productos Open RAN de 32.300 millones de dólares en 2026, con una cuota total del mercado RAN del 45%. La consultora Rethink va aún más lejos y augura que para 2026 la cuota Open RAN respecto al total RAN podría ser del 58%.
Los suministradores tradicionales también tendrán Open RAN
Está generalmente admitido por todos que el mercado Open RAN es ahora insignificante pero que en los próximos años tendrá un elevado crecimiento, como también lo hará el mercado de redes de acceso (RAN) global. Según Stefan Pongratz, principal analista de Dell’Oro, una consultora que habitualmente utilizan Nokia y Ericsson para sus previsiones, la facturación del mercado RAN oscila entre los 30.000 y 35.000 millones de dólares anuales y en los próximos años crecerá exponencialmente. La previsión de Rethink es que en 2026 sea al menos un 59% superior a la facturación de 2019 y ABI apunta a casi tres veces más de crecimiento, del orden del 158% más entre 2019 y 2026.
Al mismo tiempo, se concede que el mercado RAN tradicional bajará a partir de mediados de esta década, en beneficio de las soluciones Open RAN. Pero esto no significa que los suministradores tradicionales de soluciones RAN (cerradas) vayan a perder cuota de mercado. Porque, como sugieren las declaraciones del consejero delegado de Ericsson, estos suministradores tradicionales, y no solo Ericsson, están dispuestos a ofrecer productos Open RAN altamente competitivos en precio y prestaciones respecto a sus nuevos competidores. Los operadores tendrán a su disposición una oferta mucho más amplia y competitiva.
Pero esto será cuando el mercado Open RAN sea suficientemente fiable y acapare una parte significativa del mercado total. Para Stefan Pongratz, un analista respetado pero considerado prudente, “sería un gran logro si Open RAN captura una cuota de dos dígitos en los próximos cinco años”, es decir, más de un 10%. Después de todo, ha escrito Pongratz en sus informes, el mercado Open RAN es todavía muy inmaduro y sin probar, especialmente a gran escala.