La tecnología de espectro compartido dinámicamente (DSS) está considerada como un desarrollo clave para hacer avanzar rápidamente la cobertura de 5G en lugares de relativa poca demanda con una inversión reducida, porque aprovecha de forma puntual y variable el espectro de redes 4G no utilizado en beneficio de 5G. El problema con que se enfrenta la tecnología DSS es que su optimización no estará disponible al menos hasta final de año, porque existen muchos aspectos que hay que solucionar en la práctica. Pruebas de laboratorio recientes revelan, además, que su implantación absorbe una capacidad excesiva de recursos compartidos de las bandas de radio, con lo que las ventajas de DSS son menores de las previstas en un principio.
La industria de telecomunicaciones siempre se ha caracterizado por resolver, de manera satisfactoria, los inmensos retos a los que se ha enfrentado a lo largo de toda su historia centenaria, aunque en la mayoría de casos se han tardado muchos más años de los previstos en un principio para colmar las expectativas generadas. En el caso particular del despliegue de 5G, el listón de expectativas de su desarrollo y de sus beneficios se ha puesto tan alto que es prácticamente imposible que se cumplan los pronósticos, como mínimo los más optimistas.
En el caso de la tecnología DSS (de Dynamic Spectrum Sharing o espectro dinámico compartido), se trata de una solución elegante, puesta a punto inicialmente por Ericsson y que permite que las redes 5G utilicen, dentro de una banda de frecuencias, la capacidad sobrante de las redes 4G en cada momento, porque se comparten las capacidades disponibles de manera dinámica, en función de la utilización real de 4G y 5G. Se da preferencia obviamente a 4G, porque se trata de compartir con las redes 5G lo que les sobra, en un lugar e instante preciso, a las redes 4G.
Gabriel Brown, analista de la consultora Heavy Reading y experto en 5G altamente respetado por la industria, describió recientemente a DSS como “uno de los más importantes desarrollos de 5G en 2020” y un aspecto clave para la estrategia de los operadores para expandir la disponibilidad del servicio 5G este año, especialmente en Estados Unidos. Los operadores de Estados Unidos, especialmente Verizon y ATT, confían en DSS para expandir el servicio comercial 5G fuera del núcleo de las grandes ciudades, donde lo prestan con redes microondas, por medio de redes 5G compartidas con sus 4G de 700 y 800 MHz.
El software que se añade a la banda de radio para que funcione DSS reduce de forma importante la capacidad neta de la señal compartida, asegura T-Mobile US
A la mayoría de equipos de red 4G recientes se puede añadir la tecnología DSS, que es básicamente software, para que comparta recursos con las redes 5G. Sin embargo, tanto los modem como los dispositivos de acceso deben soportar las señales 5G, lo que significa en la práctica que deben ser de Qualcomm o de Mediatek. La escasez actual de smartphones 5G disponibles y la necesidad de adaptar los equipos de red para soportar DSS hace prever que esta tecnología no esté comercialmente disponible hasta bien entrado el segundo semestre de este año, como recientemente ha señalado Digitimes Research.
La semana pasada, sin embargo, el responsable de tecnología de la filial estadounidense de T-Mobile US, Neville Ray, enfrió aún más las expectativas depositadas por la industria respecto a DSS, al declarar que la tecnología se está enfrentando a numerosos retos y dificultades. Ray se refirió a retrasos en la puesta a punto de la tecnología DSS por parte de los suministradores y, en concreto, aseguró que uno de los principales fabricantes de equipos de radio está “muy retrasado”.
Aunque el jefe de tecnología de T-Mobile US no citó nombres, para la audiencia quedó claro que se refería a Nokia. Ha sido Ericsson quien ha desarrollado la tecnología y, aunque la haya licenciado a Nokia y a los otros fabricantes que se lo pidan, como Samsung, tendrán que adaptarla a sus propios equipos de red. Si Ericsson tiene problemas y se está retrasando en la introducción de DSS a sus propios equipos, como parece sugerir Ray, muchos más obstáculos deberá resolver Nokia y los otros fabricantes que la quieran utilizar en sus redes 4G para compartir señales 5G.
El problema es que en Estados Unidos, debido al veto de los equipos de Huawei, las redes sólo utilizan equipos de Ericsson o de Nokia, de manera indistinta, sea cual sea el operador. Si resulta que DSS funciona a finales de año con los equipos de Ericsson pero aún no con los de Nokia, la utilidad de DSS se reducirá; la posibilidad de que haya algún usuario que tenga un smartphone 5G y se quiera conectar a una red 5G con capacidad 4G compartida gracias a DSS y que los equipos de red sean sólo de Ericsson se reduce drásticamente, porque son muchos condicionantes.
Aparte del retraso relativo que pueda haber en la puesta en marcha de DSS, Ray incidió en otro aspecto aún más preocupante. Según declaró, el software que se añade a la banda portadora de radio para que funcione DSS reduce la capacidad neta de la señal de radio compartida. “La pérdida de capacidad puede ser bastante brutal”, comentó el directivo de T-Mobile US, según le revelan las pruebas realizadas en sus laboratorios.
Las declaraciones de Ray se deben tomar, de todas formas, con cierta prevención, porque T-Mobile US es el operador estadounidense menos afectado por un supuesto retraso en la implantación de la tecnología DSS para ampliar la cobertura 5G con redes 4G y lograr una mejora en la velocidad de transmisión de la señal 5G con redes 4G, que, al fin y al cabo, es del orden del 20% superior a una 4G pura.
En las últimas semanas se han hecho las primeras demostraciones de DSS en laboratorios de Tejas y Düsseldorff con equipos de Ericsson, Huawei y Qualcomm