Las ventas de smartphones a nivel global han caído el 6% este tercer trimestre, según los resultados provisionales de Canalys, lo que hará que las unidades despachadas este año 2021 crezcan previsiblemente en torno a un magro 6%, bastante inferior al 9% previsto hace unos meses, que ya era escaso porque se partía de un desastroso 2020 por el pico de la pandemia. La crisis logística a nivel mundial, que afecta a toda la cadena de aprovisionamiento de materiales, componentes y bienes de equipo, está poniendo en jaque las previsiones de venta en este tramo final del año, ahora que la pandemia parece que está mínimamente controlada, y la venta de smartphones no es una excepción.
En principio, se pensaba que los smartphones serían de los menos afectados por el alza de los costes de transporte y del precio de los chips, gracias a su tamaño relativamente reducido y precios unitarios elevados, que hace que se pueda distribuir el producto acabado por avión. El gran poder de compra y de negociación de los fabricantes de smartphones, que además trabajan con muchos meses de anticipación a la hora de pasar los pedidos y pueden pagar un precio más elevado por los componentes, hacía presumir que sortearían sin graves problemas la crisis logística y la carestía de chips, máximo con una alza moderada del precio del producto final. Pero no ha sido así y hay problemas de aprovisionamiento en toda la cadena de valor de los smartphones.
El problema de escasez, además, se concentra sobre todo en los modelos de mayor precio, por encima de los 400 dólares. Incluso Apple, que es la compañía que mejor sabe manejar su cadena logística y el aprovisionamiento de los componentes necesarios a las compañías asiáticas que le fabrican los iPhone, y además sus márgenes son tan elevados que puede pagar lo que le pidan por los chips, también tiene muchos problemas de abastecimiento de productos terminados, en especial para su nuevo iPhone 13.
El relativo desabastecimiento de algunos modelos de smartphones y su aumento de precio medio, en especial los más caros y 5G, no se prevé que se resuelva hasta bien entrado el año que viene
Que los modelos más nuevos de smartphones sean los más problemáticos de fabricar y ensamblar tampoco tiene nada de extraño, porque son, lógicamente, los que utilizan los componentes diseñados más recientemente y que se han empezado a fabricar a principios de primavera, para ensamblarlos durante la primavera y muy a principios de otoño y así tenerlos en las tiendas a finales de otoño, justo para las compras de la campaña de Navidades. El repunte de la pandemia en muchos países del Sudeste asiático, especialmente en Vietnam, ha puesto a los subcontratistas contra las cuerdas y no pueden cumplir los plazos de entrega previstos, que ya eran extremadamente ajustados y con fuertes tensiones de aprovisionamiento de componentes críticos desde hace un año y medio.
La previsión actual de la consultora Counterpoint es que en el conjunto de 2021 apenas se superarán los 1.400 millones de smartphones vendidos, el 6% más que en 2020, cuando hace unos pocos meses se estimaba un crecimiento del 9%. En concreto, Counterpoint calcula ahora que se despacharán 1.414 millones de unidades en todo 2021, frente a una previsión anterior de 1.447 millones. Hay que pensar que se parte de una cifra de ventas unitarias en 2020 extremadamente baja, de 1.331 millones, cuando en 2019 fue de 1.479 millones y en 2018 se superaron ligeramente los 1.500 millones, como muestra el gráfico inferior.
Fuente: Counterpoint Quarterly Smartphone Forecast (octubre 2021).
Estas previsiones de ventas de smartphones en 2021, de todas formas, no son muy dramáticas si al final se rozan los 1.400 millones de unidades, porque ya se contaba con unas expectativas a la baja conforme ha avanzado el año. La consultora IDC, por ejemplo, pronosticaba el 30 de agosto que se despacharían 1.370 millones de unidades en todo 2021, con un crecimiento del 7,4%, seguido de un aumento del 3,4% en 2022 y 2023.Sería a partir de este último año donde ya se volvería a la cifra de crucero de 1.500 millones de smartphones despachados en todo el mundo, cada vez los del tipo 5G en mayor proporción, como se ve en gráfico de abajo.
El problema, de hecho, no son las cifras de suministro de unidades, sino la facturación global o el precio medio de los smartphones. Como la escasez afecta principalmente a los modelos de mayor precio, los del tipo 5G, que son muy demandados y los que tienen mayor margen de beneficio, la caída de la facturación será mucho más elevada de lo previsto a principios de año. La migración a 5G, sea por una u otra causa, se complica continuamente.
El suministro de semiconductores no da abasto
Desde hace casi un año y medio, el mundo vive inmerso en una carestía crónica de semiconductores, que ha provocado que la mayoría de fabricantes de automóviles se hayan visto obligados a parar la producción de muchos modelos de coches por la falta de algún o varios de sus componentes electrónicos y ahora también hay escasez de juguetes o pequeños electrodomésticos.
El sector del automóvil ha sido uno de los más afectados por la escasez de chips y el que ha llamado más la atención por sus graves repercusiones a todos los niveles, pero no es ni remotamente el único, porque la escasez de materias primas y materiales y de todo tipo de componentes y bienes de equipo y de consumo es generalizado en el mundo.
El desabastecimiento de materias primas no se debe, en general, a la reducción de la oferta sino a un exceso de la demanda. En el caso de los smartphones, hasta principios de este año no hubo especiales problemas de suministro de los componentes para smartphones porque, en previsión, los ensambladores habían acumulado grandes stocks de los componentes necesarios, que además son relativamente estándares y con mucha demanda, de varios miles de millones de chips de todas clases.
Apple se queda con el 75% aproximadamente del beneficio operativo del mercado de smartphones mientras que Samsung se queda con el 15% y los otros fabricantes el 10% restante, según Counterpoint
En cambio, los fabricantes de automóviles no tuvieron tanta suerte porque anularon los pedidos de componentes al bajar la demanda de coches al empezar la pandemia que, además, son específicos para cada modelo de coche. Cuando la demanda de coches despegó, las plantas de chips estaban saturadas fabricando los diseños de circuitos más estandarizados y los de los coches quedaron relegados; aún está sucediendo. Sony, que hace ahora un año necesitaba varios millones de procesadores muy específicos y de nuevo cuño para su consola de videojuegos, no pudo atender la demanda prevista ni aún puede hacerlo totalmente un año después.
Lo mismo pasa ahora con los diseños nuevos de procesadores para smartphones. Qualcomm puede suministrar de forma razonable los procesadores introducidos hace poco más de un año, porque ya estaban en marcha los equipos de producción necesarios. Los nuevos diseños SnapDragon de 2021, en cambio, tienen más dificultades de producción, porque los fabricantes, sean TSMC o Samsung, tienen que atender otras urgencias igualmente importantes, aunque Qualcomm sea uno de sus grandes clientes.
A Apple le pasa lo mismo con componentes que ha introducido recientemente, como una mayor demanda de pantallas tipo OLED. Y Mediatek, rival de Qualcomm en procesadores para smartphones, aunque es una compañía taiwanesa y tiene a su suministrador TSMC a la vuelta de la esquina, también pasa apuros Y ya se sabe que si falta unos pocos componentes clave, aunque sea uno, toda la producción global queda paralizada, como por desgracia les pasa muy a menudo a los fabricantes de automóviles en algunos modelos.
Para colmo, se añade otro factor nada despreciable. Es natural que si un fabricante teme que tenga problemas de abastecimiento de algunos componentes clave, duplique o triplique el pedido que tenía previsto, para ver si así le llega a tiempo una gran parte de lo inicialmente previsto (en el caso de componentes de mucho volumen y muy estandarizados, claro está). El fabricante de componentes no tiene forma de saber si el pedido está inflado o no y puede ocurrir que, al final, la capacidad de producción sea al final muy superior a la demanda futura en componentes concretos mientras faltan imperiosamente en otros.
Algunos políticos de Estados Unidos, que se nota que no conocen el mundo real, no tuvieron reparos en exigir a TSMC y otros grandes fabricantes de chips que les pasaran la lista de los pedidos que tienen en cartera y de las cantidades, para así gestionar ellos racionalmente el suministro (privilegiando a los suyos). Como cabía esperar, los fabricantes se negaron en redondo porque era una información absolutamente confidencial y ya no se ha sabido más de la peregrina idea. Pero confirma que algunos responsables aún piensan que estos temas tan complejos se pueden resolver a golpe de talonario o de decreto gubernamental.
Afectados casi todos los fabricantes de smartphones
Counterpoint estima que el 90% de toda la industria relacionada con la fabricación y ensamblaje final de smartphones está afectada por la escasez generalizado de componentes y algunos de ellos aseguran, según la consultora, que sólo han recibido el 80% de los componentes clave solicitados durante el segundo trimestre de este año; otros hablan del 70%, lo que crea muchos problemas en cadena.
Algunos fabricantes de chips han aumentado el precio de los componentes, para así ajustar mejor la oferta con la demanda real (y tener un beneficio extra). Pero aún y así la consultora Canalys no piensa que los problemas de suministro se puedan encauzar hasta bien entrado el año que viene. Este aumento de los costes generalizado, incluido el del transporte, ha hecho que los precios finales de los smartphones tiendan al alza.
La consultora Strategy Analytics calcula, en un informe de finales de octubre, que el precio medio bruto de un smartphone subirá un 11% este año respecto a 2020, de 279 a 310 dólares, siendo la primera vez que pasa de los 300 dólares, una cifra que será previsiblemente la del año que viene. El aumento de la facturación será aún mayor, de los 358.000 millones de dólares el año pasado a los 435.000 millones este 2021, para aumentar nuevamente hasta los 454.000 millones el año que viene, como muestra el gráfico siguiente.
El resultado de todo ello es que la mayoría de fabricantes de smartphones, como Samsung, Oppo o Xiaomi, han recortado sus previsiones de venta en esta segunda mitad del año. Apple parece ser de los menos afectados, por su gran poder de negociación, como también Samsung, que produce internamente muchos de los componentes clave que se necesitan.
Pese a estos problemas de suministro, las cuotas de mercado en unidades de los principales suministradores de smartphones no han variado sustancialmente en el último año, según las estimaciones iniciales de la consultora Canalys. Samsung ocupa el primer lugar en el tercer trimestre de este año, con el 23% del total, al igual que en el tercer trimestre del año pasado. Apple, en cambio, ha pasado del 12% del año pasado al 15% en el tercer trimestre de este año, después de bajar la cuota global la primera mitad de 2021.
Después vienen Xiaomi, que mantiene la cuota del 14%, seguidos de Vivo y Oppo, cada uno de ellos con el 10%, frente al 9% que ambos tenían el tercer trimestre del año pasado. Entre los cinco grandes productores mundiales de smartphones, por tanto, acaparan ahora el 72% del total del mercado mundial, frente al 67% del mismo periodo del año pasado. La mayor desaparición de Huawei, aunque en parte se quiera reflotar con la nueva Honor independiente, se ha notado un poco más el trimestre pasado.
Apple se queda con el 75% de los beneficios totales
Si el mercado mundial de smartphones está bastante repartido entre los cinco principales fabricantes, no así los beneficios, ya que Apple se queda nada menos que con tres cuartas partes de todas las ganancias de este sector, según Counterpoint. Como muestra el gráfico siguiente, la cuota de mercado de Apple bajó durante el primer y segundo trimestre de este año, pero menos su cuota de facturación del mercado global, que pasó del 50 al 40%, y menos la cuota del beneficio operativo, que pasó de un 80% a un más que saludable 75%.
En comparación con Apple, Samsung y los otros fabricantes se reparten una parte insignificante de la facturación total, en torno al 10% de media, y mucho menos del beneficio operativo. Sólo Samsung consigue un 15% de beneficio operativo, frente al 75% de Apple, y los otros mucho menos, casi nada, como se aprecia en el gráfico de Counterpoint. Y es que el mercado de smartphones es único en el mundo y no sólo por su volumen gigantesco año tras año y su poder de fagocitar otros productos sino también por la mayoría de los beneficios se los queda una única empresa en el mundo.