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Francia retrasa la subasta 5G como mínimo hasta abril y Suecia hasta 2021

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Francia no tendrá los primeros servicios comerciales 5G hasta el próximo mayo como más pronto, porque el Gobierno y el órgano regulador francés, la ARCEP, no han logrado ponerse de acuerdo a la hora de fijar las condiciones de la subasta, que inicialmente debían estar publicadas el pasado octubre, con lo que todo el proceso de adjudicación se ha pospuesto tres meses aproximadamente. Suecia también ha retrasado la subasta 5G hasta finales de 2020 y previsiblemente no habrá servicio comercial hasta 2021, en este caso porque el Gobierno sueco quiere actualizar la ley electrónica de comunicaciones del país y discutir temas de seguridad nacional con la policía y las fuerzas armadas.

La ARCEP publicó el pasado julio el borrador, para consulta pública, de las condiciones generales de adjudicación de las licencias para servicios comerciales 5G en las bandas medias, comprendidas entre los 3,4 y 3,8 GHz. Estaba previsto que el documento definitivo estuviera aprobado en octubre, una vez introducidos los detalles de la subasta que debía realizarse a primeros de enero de 2020. Fueron pasando las semanas y los cuatro operadores que iban a licitar no sabían la cantidad de espectro que se iba a poner a subasta, ni el precio de los lotes iniciales ni los requerimientos precisos, por lo que no podían trazar planes financieros y el calendario detallado del despliegue de las redes 5G.

El borrador del procedimiento de licitación estipulaba que se concederían 40, 50 o 60 MHz a cada uno de los cuatro operadores interesados (Orange, SFR, Bouygues y Free) a un precio fijo; el resto de frecuencias, hasta completar los 310 MHz disponibles en la banda comprendida entre los 3,4 y 3,8 GHz, se subastarían en paquetes de 5 o 10 MHz al mejor postor. Los cuatro operadores se habían comprometido, a la hora de optar al concurso, a dar servicio 5G en al menos dos ciudades a finales de 2020 y tener como mínimo 3.000 estaciones base en 2022, 8.000 en 2024 y 12.000 en 2025, al menos el 75% con prestaciones 5G, y con una cobertura de población y territorio también especificadas.

La cuantía de espectro reservado a cada uno de los cuatro operadores se ha fijado en 50 MHz, por un importe máximo de 1.500 millones de euros, quedando para la subasta solo 110 MHz en total

El concurso ya se empezó a complicar de entrada desde el principio, porque Orange y SFR, con mayores recursos a su alcance, querían bloques iniciales de 40 MHz a precio fijo mientras que los otros dos preferían 60 MHz. La discrepancia estaba justificada porque a menor bloque fijo más posibilidades de conseguir bloques adicionales con la subasta, aunque fueran más caros, y viceversa. El Gobierno francés, de entrada, era partidario de conceder 50 MHz a cada uno de los cuatro operadores, quedando así 110 MHz disponibles para la subasta, mientras que el regulador prefería que se concedieran 60 MHz, con lo que solo se podrían subastar 70 MHz.

Al haber más espectro para subastar, el Gobierno pensaba que podría recaudar más mientras que la ARCEP consideraba que su propuesta era más igualitaria, ya que no todos los operadores participantes tienen igual capacidad financiera y había el riesgo de que dos operadores se quedaran con muy poco espectro.

En cualquier caso, había que decidir también el precio base de cada lote igualitario, que en principio rondaría los 1.500 millones de euros como máximo, con lo que era fundamental para los operadores saber cuanto antes los detalles económicos de la subasta para fijar su estrategia en la subasta en función de sus planes futuros de la red 5G en Francia.

La incógnita Huawei

Un problema añadido, y no menor, es que tampoco estaba totalmente decidida la libertad que tendrían los operadores para elegir a sus suministradores de equipos, en especial para el núcleo de la red 5G cuando se vaya a poner en marcha. Un eventual veto a equipos de Huawei según determinadas circunstancias y colocado en la letra pequeña del concurso podría poner en peligro todos los planes futuros de implantación de las redes 5G para todos o alguno de los operadores.

Es público y notorio que los precios y facilidades de pago para equipos de Huawei no son las mismas que las de Ericsson y Nokia y una reducción drástica de la oferta podría distanciarlos aún más. El Gobierno francés siempre ha adoptado una postura ambigua respecto a Huawei, y más en las últimas semanas con las declaraciones de Macron en el influyente semanario The Economist, donde abogaba por un papel más destacado de la tecnología francesa y europea frente a Estados Unidos y China.

En una sesión de hace pocas semanas ante el Senado francés, Arthur Dreyfuss, presidente de la Federación francesa de telecomunicaciones, aseguró que “invertir quiere decir prever”. Y añadió: “Cuando se invierten 10.000 millones de euros anuales, no es para seis meses sino para diez años, y se requiere claridad”. Hay acuerdo entre los operadores en que es difícil planificar si no se conocen ni las modalidades de atribución de frecuencias ni su precio; ni tan siquiera se está seguro de si se podrán utilizar determinados equipos.

El calendario que se baraja ahora es que en pocas semanas se publiquen las condiciones definitivas de la subasta y que en abril de 2020 se haga la subasta, que debería durar pocos días

En cualquier caso, se ha decidido que los lotes iniciales sean de 50 MHz, como quería el Gobierno, según revela Sébastien Soriano, presidente de la ARCEP, en una entrevista que publica hoy el periódico Le Figaro. El importe de estos lotes aún no está decidido, pero la ARCEP quiere que como máximo sean de 1.500 millones de euros y que cada operador no pueda tener al acabar la subasta más de 100 MHz. Dada la escasez de espectro, ya que solo se pondrá a subasta 110 MHz, si dos operadores pujan para tener el máximo de 100 MHz, los otros dos tendrán que repartirse 10 MHz.

La subasta, por tanto, será muy reñida, y empieza a estar claro que el precio de la subasta superará al de los lotes de reserva. Para la ARCEP, si dos operadores tienen cerca del doble de espectro que los otros dos, lo cual es probable, significa que unos tendrán más ventaja que otros, que es lo que quería evitar con los lotes iniciales de 60 MHz. Tener el doble de espectro significa que puedes atender al doble de clientes u ofrecer el doble de velocidad en condiciones similares. Todos estos detalles, muy importantes, han provocado que al final se retrase todo el procedimiento al menos tres meses respecto al calendario inicialmente previsto por discrepancias de criterio.

El calendario que se baraja ahora es que dentro de unas pocas semanas se publiquen las condiciones definitivas de la subasta, empezando por el precio de los lotes de reserva. Es previsible que entonces, en el plazo de unos pocos meses, se haga la subasta, que podría ser razonablemente en abril. El proceso diseñado para la subasta es abreviado y se espera que se pueda ultimar en unos pocos días. Esto permitiría iniciar los servicios comerciales 5G poco antes o a comienzos del verano. Siempre que no se sea muy estricto con Huawei, porque entonces los operadores tendrían que alterar todo su plan de abastecimiento de equipos.

Retraso sueco

PTS, el órgano regulatorio sueco, tenía previsto adjudicar las frecuencias de telefonía móvil 5G de 3,5 GHz y 2,3 GHz durante el primer trimestre de 2020, pero la semana pasada decidió posponer la adjudicación para adaptarla a los cambios de la ley electrónica de comunicaciones sueca (LEK), que entrará en vigor el próximo uno de enero.

Los cambios introducidos en la LEK afectan a asuntos como la seguridad nacional en conexión con las redes de telecomunicaciones y PTS ha declarado que las está discutiendo con los responsables de la policía y las fuerzas armadas. Ahora se espera que las licencias se adjudiquen a finales de 2020.

Según estaba previsto, PTS había ofrecido hasta 15 bloques de alcance nacional de al menos 20 MHz en la banda de 3,4 a 3,72 GHz, más ocho licencias de alcance nacional a 2,3 GHz y con al menos 10 MHz cada una de ellas. PTS se reserva 80 MHz entre la banda de 3,72 a 3,8 GHz para licencias regionales y locales. El plan es que hayan tres operadores que dispongan al menos de 80 MHz de espectro cada uno de ellos para facilitar la competencia.