El mercado global europeo de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) seguirá creciendo notablemente en 2022, el 4,7%, aunque por debajo de este año, que la consultora Gartner calcula que ha sido del 6,3%. Se han sobrepasado, de esta forma, los 1,2 billones de dólares este año, frente a los casi 1,1 billones de 2020, y se rozarán los 1,3 billones en 2022. Los servicios de telecomunicaciones continúan liderando el gasto, el 36% del total, aunque el crecimiento vendrá del software y servicios, pronostica la consultora.
Tras un desastroso 2020, por los motivos de sobras conocidos, en el que sólo creció el software empresarial, el mercado europeo de tecnologías de información y telecomunicaciones (TIC) ha crecido de forma notable este año, el 6,3%, totalizando 1,22 billones de dólares, a pesar de los problemas de suministro de equipos de todo tipo, por falta de chips y de la logística.
Para este año en el que vamos a entrar, y aunque continuará habiendo problemas en las entregas de equipos durante gran parte de 2022, la consultora Gartner prevé que continuará la estela del crecimiento en Europa, pese a bajar hasta el 4,7%, un nivel relativamente elevado. Se alcanzarán, de esta forma, los 1,28 billones de dólares en toda EMEA (Europa, Oriente Medio y África). Una cifra alejada del billón de dólares de finales de la pasada década.
El crecimiento del mercado TIC seguirá siendo muy desigual en 2022, al estar más centrado en el software y los servicios tecnológicos destinados a las empresas e invertir más en soluciones internas
El crecimiento será siendo muy desigual, de todos modos, al estar centrado en el software y los servicios tecnológicos destinados a las empresas. Los servicios de telecomunicaciones continuarán creciendo, como pasó en 2020 y 2021, pero a una escala muy modesta, bastante por debajo de la inflación. En 2020, los servicios de telecomunicaciones fueron de los pocos segmentos TIC que crecieron, el 0,9%, y este año se calcula que lo habrán hecho el 1,5% y en 2022 el 2%, con una facturación de 465.000 millones de dólares. Pese a este modesto crecimiento, continúa siendo el mayor segmento de negocio en cuanto a facturación, el 36% del total.
El mayor aumento, como ya viene siendo habitual, lo tendrá el software empresarial, con un aumento del 9,7% este año y del 10% previsto por Gartner para 2022, hasta alcanzar los 178.259 millones de dólares, el 14% del total TIC. Los servicios de información y comunicaciones empresariales, o servicios informáticos en sentido amplio, continuarán acercándose al de los servicios de telecomunicaciones, gracias a su mayor crecimiento. Así, serán casi de 390.000 millones de dólares en 2022, con el 8,2% aumento frente a los 258.000 millones de este año, en el que crecieron el 7,8%. En 2020, los servicios informáticos cayeron el 1% y se quedaron en 312.000 millones.
Evolución del gasto TIC en 2020 y 2021 y previsión para 2022
|
Gasto en 2020 |
Crecimiento en 2020 (%) |
Gasto en 2021 |
Crecimiento en 2021 (%) |
Gasto en 2022 |
Crecimiento en 2022 (%) |
Centros de datos |
36.194 |
-5,8 |
38.975 |
2,2 |
40.464 |
3,6 |
Software empresarial |
138.624 |
6,7 |
161.472 |
9,7 |
178.259 |
10,0 |
Dispositivos |
173.608 |
-3,5 |
206.385 |
13,7 |
207.942 |
0,7 |
Servicios informáticos |
311.600 |
-1,0 |
357.482 |
7,8 |
388.554 |
8,2 |
Servicios telecom |
433.647 |
0,9 |
455.688 |
1,5 |
464.916 |
2,0 |
Global TIC |
1.093.672 |
0,07 |
1.220.001 |
6,3 |
1.280.135 |
4,7 |
Fuente: Gartner (noviembre 2021). Cifras en millones de dólares.
El hardware ha tenido un fuerte crecimiento este año, el mayor de todos con un 13,7%, con 206.000 millones de dólares, pero es que en 2020 sufrió un fuerte batacazo, bajando el 3,5% y situándose en 174.000 millones de dólares. Para 2022, Gartner prevé un crecimiento casi nulo, del 0,7%, con 208.000 millones de dólares, que compensará la caída de 2020 y la fuerte subida, del 13,7%, de 2021. Los centros de datos también crecerán, después de la caída de 2020 del 5,8%. De 36.200 millones de dólares en 2020 se pasó a 39.000 millones un año después y para 2022 se estima que rozarán los 40.500 millones de dólares.
Cambio cualitativo, no cuantitativo
El cambio principal que experimentará el mercado TIC el año que viene no será cuantitativo sino cualitativo, según John-David Lovelock, vicepresidente de investigación de Gartner. “Las tecnologías de la información pasarán de soportar los negocios a ser parte del negocio de las empresas”, precisa. Es decir, de ser una parte del coste de las operaciones, en los gastos comerciales, administrativos y generales, a representar un coste de la facturación o como parte del coste de los bienes vendidos.
En la parte del software empresarial, el gasto en la infraestructura en la nube representará el 12,5% del gasto total empresarial en TIC. También el gasto en infraestructura como servicio y ordenadores de sobremesa como servicio serán los dos segmentos de mayor crecimiento en EMEA, del 32,3% y 31,1%, respectivamente, según se puso de manifiesto en el IT Symposium/Xpo EMEA de Gartner, celebrado virtualmente, como el año pasado, en vez de presencialmente en Barcelona, como era tradicional.
EMEA representa, según Gartner, el 29% del gasto total mundial en tecnologías de la información y comunicaciones en 2022. La consultora estima que el año que viene la facturación total mundial será de casi 4,5 billones de dólares, el 5,5% más que en 2021, frente a los 1,29 billones de EMEA, como se ve en el gráfico superior e inferior. Por segmentos de actividad, el gasto en EMEA y mundial es proporcionalmente bastante similar, aunque ligeras diferencias.
El mercado mundial de semiconductores ha crecido más del 25% este año y lo hará casi el 9% en 2022, gracias en parte al aumento de los precios y los problemas de suministro, que deberían casi desaparecer hacia finales de 2022
El gasto en centros de datos a nivel mundial será, y ha sido superior en proporción a EMEA, sin la caída de 2020. La evolución del software empresarial es, sin embargo, bastante similar en proporción, aunque los servicios informáticos crecieron en 2020 y 2021, aumentando proporcionalmente respecto EMEA. El gasto en dispositivos también crecerá, proporcionalmente, más a nivel global que en EMEA. Los servicios de telecomunicaciones, que registraron un leve aumento en 2020 en EMEA, del 0,9%, cayeron el 1,5% a nivel global, pero en 2021 y 2022 aumentarán previsiblemente más a nivel global que en EMEA. Globalmente, EMEA pierde peso respecto a las cifras globales, aunque ligeramente, en tres años, como se ve si se comparan ambos gráficos.
Previsión del gasto mundial en tecnologías de la información |
Gasto 2020 |
Incr. (%) |
Gasto 2021 |
Incr. (%) |
Gasto 2022 |
Incr. (%) |
Centros de datos |
178.836 |
2,5 |
196.142 |
9,7 |
207.440 |
5,8 |
Software empresarial |
529.028 |
9,1 |
600.895 |
13,6 |
669.819 |
11,5 |
Dispositivos |
696.990 |
-1,5 |
801.970 |
15,1 |
820.756 |
2,3 |
Servicios TIC |
1.071.281 |
1,7 |
1.191.347 |
11,2 |
1.293.857 |
8,6 |
Servicios de comunicaciones |
1.396.334 |
-1,5 |
1.451.284 |
3,9 |
1.482.324 |
2,1 |
Global TIC |
3.872.470 |
0,9 |
4.241.638 |
9,5 |
4.474.197 |
5,5 |
Fuente: Gartner (Octubre 2021). Cifras en millones de dólares.
Como indica John-David Lovelock en esta estimación del gasto mundial en tecnologías de la información del 2020 al 2022, “las empresas cada vez invertirán más en el desarrollo de nuevas tecnologías y software propio en vez de adquirirlas y utilizarlas de suministradores externos”, lo que hará que el crecimiento del gasto global en tecnologías sea menor que el de 2021 a nivel mundial. Lo mismo ocurrirá a nivel de EMEA, añade Lovelock.
El gasto en redes, estancado
El gasto de los operadores en equipos de telecomunicaciones se prevé que aumente en los próximos años, aunque a un nivel bastante modesto, en línea con la inflación prevista. En los últimos años, la facturación mundial en equipos de telecomunicaciones ha oscilado entre los 90.000 y 95.000 millones de dólares, según la consultora Dell’Oro.
Esta inversión global en equipos de telecomunicaciones, realizada fundamentalmente por las operadoras, se distribuye, casi en partes iguales, entre el acceso, transporte y núcleo de las redes móviles por una parte y el acceso a las redes de banda ancha, transporte por microondas y tecnologías ópticas y distintos tipos de conmutadores. En los dos últimos años, la inversión en redes de acceso móvil, gracias al 5G, ha aumentado, pero tampoco ha sido muy elevado frente al total. Este año habrá aumentado bastante, más del 5%, la inversión total en equipos, y de hasta el 15% en algunos segmentos del negocio, pero se debe en gran parte al flojo primer trimestre de 2020, por la pandemia, y la debilidad del dólar respecto a años anteriores.
Como es bien sabido, el grueso de la inversión total en tecnologías de acceso móvil se lo reparten principalmente entre tres empresas: Huawei, Ericsson y Nokia. En la primera mitad del año, la participación de Huawei en el mercado mundial de equipos de telecomunicaciones pasó del 30% al 27%, debido al bloqueo decretado por Estados Unidos, aunque el fuerte impulso del mercado 5G chino hizo que no bajaran mucho sus ventas a nivel global.
El principal beneficiado por los problemas de Huawei fue Ericsson, que aumentó su participación del 14,4% al 15,4% en la primera mitad de 2020, según Dell’Oro. Con ello, la firma sueca superó en la primera mitad a la finlandesa Nokia, que pasó del 15% al 14,7% en el periodo, debido en gran parte a que su oferta aún no era suficientemente competitiva por sus mayores costes en la fabricación del procesador de sus redes de enlace, situación que ahora parece haber resuelto. ZTE, china como Huawei, ha crecido ligeramente en los últimos dos años, y ahora tiene cerca del 10% mundial. La coreana Samsung ha invertido mucho en redes de enlace y se espera que aumente su participación mundial en los próximos dos años, ahora aún en el 3% aproximadamente en el mercado mundial de equipos y redes de telecomunicaciones.
La mayor inversión que se espera que realicen las grandes compañías en el establecimiento y desarrollo de redes privadas 5G empresariales, así como de los grandes grupos tecnológicos, hará también que aumente el mercado de equipos, ahora muy dependiente de los operadores. Se espera que 2022 sea un año de fuertes inversiones en redes 5G, especialmente a partir de la segunda mitad del año, cuando proliferen las redes SA 5G, basadas completamente en 5G.
Crece el mercado de chips, pero no da abasto
Los despliegues de las redes de telecomunicaciones 5G durante 2022, y consecuentemente la evolución de la inversión, se verá condicionada por la oferta global de semiconductores y por los problemas de suministro que aquejan a toda la cadena logística. Los rebrotes de la pandemia en muchos países del sudeste asiático, especialmente en Vietnam y Malaisia durante el tercer trimestre y últimos meses de este año, ha vuelto a exacerbar el problema de falta de chips, debido a que en estos dos países se encapsulan y verifican gran parte de los chips. El aumento de los costes de transporte y de la inflación ha complicado, aún más, la situación.
El problema principal en el abastecimiento de los chips no está tanto en los más sofisticados que pueden fabricar TSMC, Samsung o GlobalFoundries sino en los miles de millones de chips de bajo coste que se utilizan en cualquier producto electrónico, desde un pequeño o gran electrodoméstico hasta un componente de automóvil o juguete. En los productos muy sofisticados, como un smartphone, ocurre que el fabricante final puede tener el procesador, el módem o la pantalla, pero le pueden faltar componentes más sencillos, como los de gestión de la energía, y no los puede completar. Apple, por ejemplo, está retrasando varias semanas las entregas de sus iPhone 13, pese a su gran poder de compra y negociación, por falta de algunos de sus componentes.
La escasez de smartphones 5G en el mercado provocará que el ritmo de utilización de las nuevas redes 5G no sea tan elevada como hubiera tenido lugar con unos suministros más regulares, al margen de que los precios también son más elevados y los consumidores optan al final por esperar tiempos mejores para cambiar de móvil. Son factores que, juntos, añaden más incertidumbre a la evolución de las redes móviles 5G y, sobre todo, a su utilización por parte de los consumidores y de las empresas.
Para el año que viene, se prevé que el mercado mundial de semiconductores crezca el 8,8%, alcanzando los 600.000 millones de dólares, frente a los poco más de 550.000 millones de 2021, en el que ha habido uno de los mayores crecimientos anuales, del 25,6%, según las previsiones más recientes, del 30 de noviembre, de World Semiconductor Trade Statistics (WSTS), una organización creada en 1986 y la fuente más fiable de la industria, porque acoge a la mayoría de fabricantes de chips.
En las estimaciones de la evolución del mercado mundial de semiconductores, expresadas en el gráfico inferior, se ve que la pandemia no afectó al mercado de semiconductores en 2020, ya que creció el 6,8%, y mucho menos este 2021, con un crecimiento nada menos que del 25,6%. Para 2022, como se ha indicado, el crecimiento será más moderado, del 8,8%, aunque notable.
Fuente: WSTS (30 noviembre 2021). Cifras redondeadas en millones de dólares (separadas por una coma, que indica miles de unidades en inglés; el punto del porcentaje sería la coma decimal en castellano)
Europa ha tenido un fuerte crecimiento en 2021, justo en la media del mercado mundial, cuando en 2020 cayó el 5,8% y se quedó en 37.500 millones de dólares, cuando este año superará los 47.000 millones y para 2022 se espera que se superen los 50.000 millones de dólares, un poco mayor en todos los casos, al mercado japonés. Sin embargo, el mercado europeo de semiconductores representa poco más del 8% a escala mundial. El estadounidense, como se ve en el gráfico inferior, supone el 22%. El mercado Asia Pacífico supone nada menos que el 62% del total.
Para tipos de semiconductores, los circuitos integrados representan la gran mayoría de semiconductores, el 85%, frente a otros tipos, como los discretos, optoelectrónica o sensores. Dentro de los circuitos integrados, las memorias de semiconductores y los circuitos lógicos son mayoría, aunque los otros dos tipos, los circuitos integrados analógicos y los microprocesadores tienen una gran importancia, como se ve en la tabla. Los circuitos analógicos, en especial, han tenido este año uno de los crecimiento más elevados, el 30,9%, y supondrá casi 80.000 millones de dólares en 2022, a un nivel similar a los microprocesadores.
El mercado mundial de semiconductores, como se ve en la línea en azul del gráfico superior de la misma WSTS, no ha parado de crecer en los últimos 25 años, y a un ritmo vertiginoso en los últimos tres años, después de la brusca caída de 2019. La facturación mundial de semiconductores ha estado sometida históricamente a fuertes vaivenes en casi todo su medio siglo de historia, como se ve claramente en la línea de crecimiento anual en azul del gráfico, aunque las oscilaciones han sido menores en la última década. En la década de los noventa y principios de siglo, subidas anuales del 40% o bajadas anuales del 40% poco después no eran raras.
Lo que no era nada habitual, y ha ocurrido este año y el pasado, es el desabastecimiento generalizado de muchos tipos de semiconductores (casi todos, excepto memorias). Lo frecuente, en épocas de escasez de oferta o de brusco aumento de la demanda, era que aumentaran mucho los precios y se regulara bastante la oferta y la demanda, o bien que se desplomaran los precios por la falta de demanda. Pero lo sucedido en los dos últimos años, por la pandemia y crisis logística, de carestía absoluta de chips pese al aumento generalizado de precios, ha sido excepcional.
Se espera que la escasez de algunos componentes, y no necesariamente los más sofisticados, continúe al menos durante todo 2022. Hacia 2023 se prevé que el ciclo de oferta y demanda se estabilice. Será a mediados de esta década, cuando entren a pleno funcionamientos las nuevas fábricas que se están construyendo, cuando la oferta superará la demanda y caerán los precios, como pasó a principios de este siglo y de la primera década. Una situación que los fabricantes de memorias conocen muy bien, porque su negocio requiere grandes inversiones que tardan varios años en ver la luz.