Las compañías Huawei, Ericsson y Nokia seguirán controlando, con toda probabilidad, el mercado de redes de enlace (RAN) como hasta ahora en los próximos años, aunque el consorcio O-RAN Alliance consiga desarrollar totalmente sus especificaciones abiertas. Uno de los motivos es que Huawei, que no forma parte de la alianza, debe dar su consentimiento para que se utilicen sus patentes en las redes abiertas. De cualquier modo, Huawei, Ericsson y Nokia recibirían sustanciales ingresos de sus potenciales competidores por el uso de sus patentes y tendrían ventaja competitiva al conocer mejor el funcionamiento interno de las redes. Esto hace que Francis Haysom, analista de Appledor Research, pronostique que incluso en 2026 las tres compañías controlarán el 80% del mercado RAN abierto.
El año que ahora termina se ha hablado mucho de redes RAN abiertas e interoperables. Tanto las grandes operadoras de telecomunicaciones como la Administración de Estados Unidos han depositado en ellas sus esperanzas de revertir el actual monopolio que de facto ostentan los tres grandes fabricantes de equipos de redes de telecomunicaciones. Huawei, Nokia y Ericsson acaparan, entre las tres, dos tercios del mercado mundial de equipos de telecomunicaciones, según Dell’Oro, y cerca del 80% del mercado RAN, sea 4G o 5G.
Es probable que en poco tiempo O-RAN Alliance concluya sus especificaciones para construir unas RAN totalmente abiertas e interoperables y que, consecuentemente, despegue el mercado Open RAN, como se ha mencionado en varios artículos de este blog . Sin embargo, la cuestión que se plantea en estas últimas semanas en el sector no es su posibilidad técnica, que se da por supuesta con relativa rapidez, sino que se puedan superar los obstáculos que plantea el uso y retribución adecuada de las patentes 4G y 5G que obran en poder de sus legítimos propietarios, que son, en gran parte, las compañías que ahora controlan el mercado RAN. Y si los fabricantes alternativos tendrán margen para competir, sea con RAN abiertas o cerradas.
Al ampliarse el número de suministradores de redes de enlace, también han aumentado los pleitos por incumplimiento de patentes: Ericsson ha demandado a Samsung y Huawei también a Samsung
O-RAN Alliance se dio a conocer en el MWC 2018, hace casi tres años, por iniciativa de cinco grandes operadores de telecomunicaciones, que querían una RAN más abierta: Deutsche Telekom, NTT DoCoMo, Orange, AT&T y China Mobile. Con los años, la alianza ha pasado a tener 237 operadores y fabricantes de equipos de telecomunicaciones. Estados Unidos domina la lista de empresas, con 82 miembros; seguida de China con 44 (3 de Hong Kong); Taiwan con 20; Japón con 14; Reino Unido e India con 10 cada uno y Alemania con siete. La idea desde el principio ha sido no excluir a ningún país ni empresa para potenciar la “apertura” de la alianza.
La O-RAN Alliance fue, a su vez, el resultado de la fusión de C-RAN Alliance, donde la operadora China Mobile era uno de sus miembros más activos, junto con otras operadoras europeas, con xRAN Forum, que tenía más miembros y principalmente estadounidenses. Esto significa que desde sus inicios la presencia de operadoras y compañías chinas en O-RAN Alliance ha sido muy importante, con las tres grandes operadoras nacionales chinas, y ZTE, Tsinghua, Lenovo y Inspur como miembros más destacados y muy activos. La presencia estadounidense en la alianza, aunque ahora es más numerosa, tiene menos peso que la china y está menos involucrada en la creación de estándares de telecomunicaciones, según se comenta en el sector.
Normativas técnicas, no estándares
Las especificaciones que promueve el OpenRAN Project Group de la alianza no son, por sí mismas, un estándar sino una colección de normas técnicas que permitirían, a los distintos fabricantes que las incorporasen, diseñar y construir redes de enlace 5G con “interfaces abiertos estandarizados”. Son normas que detallan cómo deben ser los componentes internos de las RAN para que puedan ser Open RAN, es decir, abiertas e interoperables. Pero todas ellas dependen y deben estar conformes con los estándares aprobados por el 3GPP en sus distintos releases, justamente para que las redes móviles mundiales se entiendan entre sí y los terminales con las redes de enlace.
Para hacer más compleja la situación, resulta que los estándares del 3GPP están basados, a su vez, en distintas patentes que son propiedad de múltiples compañías, pero que en el caso de las RAN la mayoría pertenecen a Huawei, Nokia, Ericsson, NEC y ZTE, porque son las que históricamente más han desarrollado la tecnología y han contribuido a la creación de los estándares del 3GPP.
Los distintos grupos de trabajo del 3GPP están formados, en gran parte, por miembros liberados de fabricantes y operadoras de telecomunicaciones, que trabajan para el desarrollo de un estándar internacional y por el bien común pero que, eventualmente, barren para casa. Muchos de los miembros de las comisiones del 3GPP son chinos y con gran dedicación y conocimientos, por lo que no es de extrañar que haya mucha influencia china en los estándares mundiales de telecomunicaciones.
Appledor Research calcula que la facturación total de componentes y servicios Open RAN en 2026 será del orden de 11.000 millones de dólares en 2026, un tercio del mercado total RAN para entonces.
Las patentes que pasan a formar parte de los releases del 3GPP las ceden sus propietarios en términos justos, razonables y no discriminatorios, lo que se conoce como términos FRAND (de Fair, Reasonable And Non-Discriminatory). Los miembros que forman parte de O-RAN Alliance han aceptado ceder también sus patentes bajo los términos FRAND para que se puedan fabricar equipos Open RAN, entre los cuales se encuentran Ericsson y Nokia, y otros muchos como ZTE, Samsung o NEC, pero no Huawei.
Al no formar parte Huawei de O-RAN Alliance, sus patentes tampoco están a disposición de la alianza si la compañía china decide no cederlas. Son patentes de Huawei incluidas en los estándares del 3GPP y, en consecuencia, las puede utilizar cualquier compañía, bajo los términos FRAND, que haga equipos conforme al estándar 3GPP. Pero las especificaciones del OpenRAN Project Group, que se han añadido a la norma internacional, no se pueden usar si el propietario de la patente no las ha cedido previamente a la alianza o no es miembro de ella, como ocurre con Huawei.
Los términos FRAND tienen detrás una larga jurisprudencia, pero su aplicación también depende de la buena voluntad y capacidad de compromiso entre las partes. Cuando los miembros que fabricaban RAN formaban un “club” bastante cerrado, era fácil que se entendieran entre ellos y se intercambiaran derechos de patentes. Pero cuando entran en el mercado nuevos suministradores, como es el caso de Samsung, la cuestión se complica y priman los intereses del negocio.
Pleitos sobre las FRAND
A principios de diciembre, Ericsson interpuso una demanda judicial contra Samsung en el tribunal de Tejas porque considera que la compañía coreana ha violado los compromisos de negociar de buena fe las licencias de patente que posee según los términos FRAND. Lenovo también ha demandado a Nokia, en este caso en el tribunal de California, por haber abusado y tener una conducta impropia con la utilización del estándar de compresión de vídeo H-264, como comenta el portal especializado en patentes Fosspatents.
El pleito que puede tener más consecuencias, según dicten las distintas sentencias y vaya evolucionando, es el que ha interpuesto recientemente Huawei contra Samsung en un juzgado de Estados Unidos, y que ya viene de una demanda que Huawei presentó contra Samsung en China a principios de 2018, como relata Hogan Lovells, entre otros portales jurídicos especializados. Al parecer, Samsung no acepta las condiciones de Huawei, de lo cual se infiere que ya ni se llegó a un acuerdo de cesión de patente o patentes por parte de Huawei y Samsung ha hecho oídos sordos.
Del análisis jurídico del caso Huawei vs Samsung de 2018 se desprende que los términos FRAND son muy complejos si no hay buena voluntad por ambas partes y que puede involucrar a tribunales de múltiples países. Evidentemente, el contrato de 6.600 millones de dólares que la operadora estadounidense Verizon adjudicó a Samsung el pasado septiembre y el veto de Estados Unidos a Huawei a participar no favorece que Huawei ceda fácilmente. Pero si el conflicto jurídico va a más, Verizon puede tener problemas con el suministro de equipos de Samsung y es un serio aviso para navegantes.
La Administración de Estados Unidos y los especialistas en telecomunicaciones del Congreso y del Senado se han dado cuenta de que suprimir a Huawei o de prescindir de la influencia china en los equipos de telecomunicaciones no será nada sencillo, pese al tono triunfalista de la Open RAN Policy Coalition, de la Clean Network de Estados Unidos y de la propuesta legislativa del Congreso y Senado estadounidense de invertir 1.000 millones de dólares para encontrar alternativas a los equipos de Huawei y ZTE con redes abiertas.
Un tercio del mercado Open RAN en 2026
En cualquier caso, y dando por supuesto que se puedan fabricar redes RAN abiertas a gran escala, que funcionen correctamente y con los permisos de uso de patentes correspondientes según las especificaciones del OpenRAN Project Group, un informe de Francis Hayson, analista de Appledor Research, calcula que la facturación total de componentes y servicios Open RAN en 2026 será del orden de 11.000 millones de dólares en 2026, un tercio del mercado total RAN para entonces.
Pero de estos 11.000 millones, cerca del 80% irán a parar a los suministradores tradicionales de redes de enlace, porque tendrán una oferta muy competitiva Open RAN para entonces. Encima, de los 2.200 millones que se calcula que facturarán en 2026 los verdaderos “Multi-vendor open RAN”, donde operadores o integradores de sistemas podrán elegir los equipos que mejor se adapten a sus necesidades, el 30% se lo quedarán los integradores de sistemas, según Hayson. La evolución prevista por el analista se muestra en el gráfico siguiente.
Si al final resulta que la gran mayoría de las redes de enlace abiertas que se instalen en los próximos años son de los suministradores tradicionales actuales, como sugiere el estudio de Appledore, de poco serviría la iniciativa Open RAN a primera vista. Pero Hayson asegura que la motivación principal de los operadores es evitar que se encuentren atados a un solo suministrador. Si los equipos son abiertos, o parcialmente abiertos, será más sencillo encontrar alternativas si es necesario y la iniciativa Open RAN habrá valido la pena.
Lo que no parece que será sencillo, incluso en las redes de Estados Unidos, es desembarazarse de los equipos chinos, de tener las “redes limpias” como prometía Michael Pompeo, el Secretario de Estado que en muy pocos días será sustituido. Será una nueva dosis de realidad a la que tendrá que enfrentarse el aún presidente electo, John Biden, durante los cuatro próximos años.
Al final, sería bastante curioso que prosperara la idea enunciada el pasado julio por el entonces director de tecnología de Nokia, Marcus Weldom, y ahora cesado, de crear una RAN relativamente abierta, pero a la vez integrada, en el sentido de que los operadores tengan mayor flexibilidad a la hora de cambiar de suministrador.
Y si la Unión Europea llega a un amplio acuerdo comercial y tecnológico con China, como parece inminente, y Estados Unidos refuerza sus lazos con la Unión Europea, como es probable, quizás se podrán normalizar más las relaciones entre Estados Unidos y China y ver la “seguridad” de las redes desde otro prisma más conciliador o, por lo menos, de desescalada del conflicto comercial y tecnológico entre ambos. Lo que es seguro es que las redes 5G seguirán estando en el candelero político, comercial y tecnológico en los próximos años.