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EEUU complica aún más a Huawei la compra de chips para sus productos

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La medida dictada el pasado 17 de agosto añade otras 38 subsidiarias y afiliadas de Huawei en 21 países a la Entity List  la lista del Ministerio de Comercio de Estados Unidos (DoC) de compañías y personas individuales que tienen restringido el comercio de productos y están sometidos al requerimiento de una licencia especial. Esta “lista negra” también obliga a obtener del Gobierno de Estados Unidos una licencia para actuar como “comprador, intermediario o usuario final” de cualquier cosa que pueda utilizar una compañía que esté en la Entity List.

La primera restricción a la venta de productos a Huawei data de mayo de 2019, ampliada un año después y nuevamente el 17 de agosto  Aunque la compañía taiwanesa TSMC anunció el pasado mayo que no vendería más chips a Huawei a partir del 15 de septiembre, siguiendo la orden estadounidense que da un margen de 120 días para que entre efectivamente en vigor, el Gobierno estadounidense teme que Huawei pueda seguir aprovisionándose de chips altamente sofisticados y de todos los componentes que necesita para sus productos a través de terceros, porque su lista de suministradores es inmensa.

Para añadir más trabas al suministro de productos no autorizados a Huawei con medios “creativos”, como el Gobierno estadounidense considera que Huawei está haciendo y seguirá haciendo, se ha ampliado la lista. “Huawei y sus filiales extranjeras han ampliado sus esfuerzos para obtener semiconductores avanzados, desarrollados o producidos con software y tecnología de Estados Unidos, para cumplir los objetivos políticos del Partido Comunista Chino”, aseguró Wilbur Ross, responsable del DoC. “Al haber restringido el acceso a la tecnología estadounidense, Huawei y sus filiales han trabajado a través de terceros para obtener tecnología estadounidense de forma que debilita la seguridad nacional y los intereses de política exterior de Estados Unidos”, añadió Ross sin aportar la más mínima prueba. “La nueva iniciativa demuestra nuestro firme compromiso para impedir que Huawei pueda seguir haciéndolo”, sentenció.

El mismo presidente Donald Trump, en una entrevista realizada el pasado lunes en el programa televisivo “Fox and Friends” de su cadena preferida, acusó a Huawei de “espiar a Estados Unidos”, sin presentar ninguna evidencia de espionaje específico, como precisa The New York Times, y que “Estados Unidos no compartirá inteligencia con otros países que utilicen equipos de la compañía china de telecomunicaciones”. “No queremos sus equipos en Estados Unidos porque ellos nos espían”, remachó el presidente, que con estas declaraciones dejó claro que este tema de Huawei formará una parte importante de su campaña presidencial de las próximas semanas, hasta la votación de 3 de noviembre.

“No queremos los equipos de Huawei en Estados Unidos porque ellos nos espían”, aseguró Donald Trump en la cadena Fox sin presentar ninguna evidencia de espionaje específico

TSMC es una compañía especializada en fabricar chips por encargo con la tecnología más sofisticada del mundo. Entre sus principales clientes se encuentran Qualcomm, Apple, NVidia, AMD y Hi-Silicon, la filial que fabrica chips para Huawei, que le envían sus diseños y TSMC los transforma en chips reales. El núcleo del Kirin, el chipset de Huawei que integran los smartphones más avanzados de la compañía, está fabricado por TSMC por encargo de Hi-Silicon, como también todos los chipset de los smartphones de Qualcomm o de los iPhone de Apple, así como de los procesadores más sofisticados de NVidia o AMD, entre otras compañías estadounidenses. TSMC también fabrica los chipset Dimensity de MediaTek, una compañía taiwanesa que compite con Qualcomm, Samsung o Huawei en los corazones de todos los smartphones Android.

Los chipsets Kirin, diseñados por Huawei pero fabricados por TSMC, han sido cruciales para el desarrollo de los smartphones más avanzados de Huawei, que compiten o incluso superan los smartphones de Samsung, con chipset propios y de Qualcomm, y de los múltiples fabricantes chinos de smartphones, como Xiaomi, Oppo o Vivo, que integran chipsets de Qualcomm y fabricados por TSMC. La compañía TSMC ya dejó claro en junio, tras la orden mayo pasado, que no suministraría ningún producto más a Huawei después del 14 de septiembre. Richard Yu, consejero delegado de la división de electrónica de consumo de Huawei, también confirmó que no recibiría ningún componente de TSMC hecho a medida.

El hecho de que los chipset Kirin de Huawei estén hechos a medida por TSMC hace que sean fácilmente detectables si se vendieran con posterioridad a esa fecha. Sin embargo, durante estos últimos meses y hasta mediados de septiembre, TSMC ha suministrado millones de chipset a Huawei, con lo que presumiblemente tiene stock para integrarlos en los smartphones de los próximos meses. El mismo Yu aseguró que su compañía introduciría un nuevo modelo de smartphone avanzado hacia octubre. Lo que suceda en 2021 dependerá también de la posición de Estados Unidos entonces, sobre todo si Donald Trump no sale elegido, y de cómo evolucione el conflicto comercial más general entre Estados Unidos y China.

Estados Unidos está consiguiendo que China acelere su plan de fabricación avanzada de semiconductores con tecnología propia y que Japón estreche lazos comerciales con Taiwan y China

Las sanciones promulgadas el pasado lunes también pretenden cubrir las actividades de Huawei en las redes y equipos de telecomunicaciones y en la nube, así como las decenas de laboratorios de investigación y desarrollo que tiene repartidos por todo el mundo, como por ejemplo el relativamente reciente Huawei Cloud France y su Open Lab cerca de París o el anunciado hace muy pocas semanas en el Reino Unido, cerca de Cambridge, aunque la prohibición del Reino Unido de que sus operadores instalen equipos de Huawei hace difícil que siga adelante.

Otro aspecto que queda en el aire es qué ocurrirá con los contratos de instalación y mantenimiento de los actuales y futuros equipos de redes de telecomunicaciones en muchos países, tanto 4G como 5G, si se prohíbe de manera efectiva a Huawei el acceso a componentes vitales. De momento, la opinión de muchos expertos es que Huawei tiene stock suficiente de componentes para seguir funcionando más o menos como hasta ahora durante algunos meses, aunque no muchos, y puede aprovisionarse en último extremo de fabricantes de chips chinos, como SMIC, pero pasadas las elecciones de Estados Unidos el conflicto deberá solucionarse de alguna manera para que no todos pierdan.

De momento, lo que está consiguiendo Estados Unidos es que China acelere a marchas forzadas su plan de fabricación avanzada de semiconductores sin tecnología de Estados Unidos. Y Japón está estrechando lazos comerciales, tanto con China como con Taiwan, para suministrar tecnología de fabricación de semiconductores y de equipos de telecomunicaciones. Justo el pasado lunes, se supo que Mitsubishi construirá una fábrica en Taiwan para ampliar el suministro de productos para la fabricación de semiconductores, con una inversión cercana a los 10 millones de dólares, según publicó Nikkei. Hitachi Chemical y Mitsui Chemical, otros dos grandes conglomerados japoneses, también invertirán en Taiwan, el primero para hacer materiales avanzados para circuitos impresos y el segundo para la fabricación de resinas para semiconductores.