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EE UU aprueba el uso sin licencia de señales Wi-Fi a 6 GHz

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La FCC, el órgano regulador de telecomunicaciones de Estados Unidos, aprobó el pasado 23 de abril el uso de señales Wi-Fi sin licencia en la banda de 6 GHz, liberando así 1.200 MHz de espectro para las comunicaciones inalámbricas en interiores. Se cuadruplica, de esta forma, la capacidad disponible de las señales Wi-Fi, que actualmente funcionan en las bandas de 2,4 y 5 GHz. Está previsto que los primeros router y aparatos compatibles aparezcan a partir de finales de año con esta nueva Wi-Fi, que previsiblemente se denominará Wi-Fi 6E. De momento, sólo estará disponible en Estados Unidos, aunque es probable que en los respectivos países europeos también se apruebe el uso de estas señales sin licencia a principios de 2021.

La decisión de la FCC se aprobó de forma unánime, con cinco votos a favor y ninguno en contra, un hecho totalmente inusual porque generalmente los dos representantes demócratas del organismo votan lo contrario que los otros dos representantes republicanos y es el voto del presidente, que ahora es republicano, el que decide. Sin embargo, este voto unánime no oculta la intensa campaña de presión que los partidarios de ceder esta banda de 6GHz para las señales 5G han librado en los últimos años, frente los que querían que se utilizara sin licencia para las señales inalámbricas Wi-Fi que, al final, si no hay cambios inesperados, han conseguido su propósito.

Cuando estén disponibles los dispositivos para trabajar con la banda de 6 GHz, masivos previsiblemente a principios de 2021, las señales Wi-Fi podrán trabajar sin licencia en las bandas de 2,4 y 5 GHz actuales y también a 6 GHz. En las últimas dos décadas, las señales Wi-Fi de 2,4 y 5 GHz han operado con un espectro aproximado de 400 MHz. Con la banda de 6 GHz se tendrá una capacidad adicional de 1.200 MHz, con lo que se multiplica por cuatro la capacidad total. La nueva Wi-Fi 6E no tiene relación con la también nueva Wi-Fi 6  que se aprobó a mediados del año pasado y de la ya hay dispositivos y routers; ambas son comunicaciones inalámbricas pero trabajan a frecuencias distintas: Wi-Fi 6 a 2,4 y 5 GHz y Wi-Fi 6E a 6 GHz.

Wi-Fi 6 se llama así porque es la sexta mejora sustancial de las especificaciones Wi-Fi, que la IEEE inició en 1999 con la aprobación de la primera normativa, denominada 802.11b. Las mejoras en capacidad y robustez posteriores se distinguieron con otra letra, como la segunda 802.11c, la tercera 802.11a y la cuarta 802.11n, aún muy utilizada. La Wi-Fi Alliance, encargada de la promoción de estas normativas, vio que esta denominación era muy poco comercial y empezó a llamarla Wi-Fi 4, Wi-Fi 5 y Wi-Fi 6. Ya se trabaja en la Wi-Fi 7.

Wi-Fi 6E permitirá comunicaciones inalámbricas a mayor velocidad de que Wi-Fi actuales, porque el espectro no estará tan saturado al dispone de cuatro veces más capacidad

Nadie cuestiona que las comunicaciones Wi-Fi han supuesto un avance sustancial y son ampliamente utilizadas, sobre todo porque al no estar sujetas a licencia no hay que pagar para su uso. El éxito de Wi-Fi ha provocado que haya mucha saturación y que a veces sea muy complicado conectarse. Con los 1.200 MHz adicionales se multiplica por cuatro el espacio tradicional de las Wi-Fi y esto permitirá extender su uso a múltiples áreas que ahora, por falta de capacidad, era inviable.

Técnicamente, la Wi-Fi 6E tendrá la velocidad máxima teórica que la Wi-Fi a 5 GHz: 9,6 gigabit por segundo y lo máximo que permite la especificación actual Wi-Fi 6. Es una velocidad que nunca se alcanza, en parte porque el espectro limitado que tienen las señales Wi-Fi hace que no puedan ser tan grandes como se requeriría. La mayor capacidad disponible con 6 GHz hace suponer que la velocidad real de las señales será más elevada que las actuales a 2,4 y 5 GHz. Se podría llegar a uno o dos gigabit por segundo reales con un smartphone apto para Wi-Fi 6E, opina Kevin Robinson, director comercial de la Wi-Fi Alliance.

Está previsto que los primeros routers y smartphones empiecen a aparecer a finales de este año, con lo que su introducción masiva empezaría la próxima primavera. Qualcomm y Broadcom, entre otros, ya llevan tiempo trabajando en el desarrollo de los chipset y fabricantes de routers como Linksys y Netgear también están trabajando en ello. Posteriormente, habrá tabletas, portátiles incluso televisores aptos para funcionar con Wi-Fi 6E.

De momento solo estará disponible en Estados Unidos. En Europa, la homologación de los equipos y del uso de la banda de 6 GHz sin licencia se deberá hacer en cada país, con lo que no es previsible que se apruebe y esté en marcha hasta bien entrado 2021, en el caso más favorable. Pero los meses de adelanto que llevará Estados Unidos harán que la eventual introducción en Europa de Wi-Fi 6E sea muy rápida, porque habrá plena disponibilidad comercial de equipos desde su homologación.

Tal como se ha aprobado la orden de la FCC, se permitirán dos tipos de servicios de comunicación inalámbrica sin licencia en distintas partes de la banda de 6 GHz. En todos los 1.200 MHz de la banda de 6 GHz, se podrán utilizar puntos de acceso que operen estrictamente a baja potencia y en interiores, sin necesidad de tener un sistema de control automático de frecuencia. Esta combinación de baja potencia y en interiores es lo que protegerá de que los nuevos servicios sin licencia interfieran con los que tienen licencia para operar en la banda de 6 GHz (como los enlaces de microondas punto a punto y las señales auxiliares de radiodifusión y televisión por cable).

En las sub-bandas comprendidas entre los 5,925 y 6,424 GHz y entre los 6,525 y 6,875 GHz (de la banda total entre 5,925 y 7,125 GHz ahora liberada) los puntos de acceso sin licencia podrán transmitir tanto en interiores como en exteriores, pero con un control automático de frecuencia y a los niveles de potencia que ahora se permiten en la banda de 5 GHz. Esto se hace porque estas sub-bandas son muy utilizadas para los enlaces de microondas y el sistema de control automático de frecuencia identificaría las frecuencias disponibles para los servicios sin licencia sin producir interferencia con los receptores fijos punto a punto de microondas.

Los operadores móviles que querían parte de la banda de 6 GHz para servicios 5G están muy molestos con la decisión y temen que interfieran servicios que utilizan con licencia

También se limita, en estas sub-bandas, el ángulo de inclinación de las antenas de los puntos de acceso exteriores, para que no interfieran con los sistemas de satélite fijos que tienen licencia y que utilizan estas sub-bandas para comunicarse entre la Tierra y el espacio y se asegura que no entrarán en el arco geoestacionario de los satélites. La prohibición de usar las señales Wi-Fi 6E en los exteriores o con control automático de frecuencia en las sub-bandas señaladas es fundamental porque la banda de 6 GHz no está libre, sino que está muy ocupada por servicios que tienen licencia.

La FCC sostiene que con estas restricciones se garantiza que no se producirán interferencias con los servicios que disponen actualmente de licencia para utilizar la banda de 6 GHz. Las compañías que poseen la licencia y la utilizan temen que se produzcan al final interferencias. Se da la circunstancia de que varias operadoras de telefonía móvil utilizan estos enlaces de microondas para transmitir señales 4G, e incluso 5G, y querían que al menos una parte de esta banda de 6 GHz se subastara para ofrecer servicios móviles 5G. ATT, por ejemplo, tiene 8.138 licencias para usar servicios fijos en la banda de 6 GHz.

Y es que la banda de 6 GHz es ideal también para las señales 5G, porque forman parte de las llamadas bandas medias del espectro radioeléctrico, que permiten transmitir señales móviles con relativa gran velocidad y amplia cobertura a distancias elevadas, de las que Estados Unidos tiene una crónica escasez, en relación a las bandas cortas y las llamadas milimétricas. Las bandas cortas ofrecen más cobertura pero mucha menos velocidad y las milimétricas lo contrario, mucha velocidad y muy poca cobertura, con lo que las bandas medias son una buena solución de compromiso, pero muy escasas, especialmente en Estados Unidos.

En la banda C que se quiere subastar en los próximos meses se dispone de un total de 350 MHz de espectro libre para 5G y está ahora ocupada por servicios de comunicación por satélite, mientras que la otra alternativa, la banda CBRS, dispone de otros 150 MHz para señales 5G. Los promotores de liberar, al menos, una parte de estos 1.200 MHz de la banda de 6 GHz para servicios 5G estaban, además, dispuestos a pagar varios miles de millones de dólares si se subastaba, que irían a pagar al Tesoro norteamericano.

Al final, las operadoras de telefonía móvil no han conseguido su propósito de tener una parte de la banda de 6 GHz para 5G y han sido los promotores de ampliar la capacidad de las señales Wi-Fi los que la han conseguido. La CTIA, que agrupa a operadores de telefonía móvil y cuenta con el respaldo de fabricantes como Ericsson o Huawei, envió el 18 de marzo de 2019 un largo informe a favor de conseguir parte de la banda de 6 GHz para 5G, y el 8 de noviembre de 2019 otro documento. El pasado 16 de diciembre, los promotores de liberar la banda de 6 GHz, entre los que se encuentran Apple, Broadcom, Cisco, Facebook, Google, HPE, Intel, Microsoft, NXP y Qualcomm, remitían otro documento apoyando sus intereses

La discusión sobre el mayor uso de la banda de 6 GHz ha sido muy polémica en los últimos años y no se descarta que se pueda impugnar la orden de la FCC, aunque el voto unánime del pasado 23 de abril aprobando el uso sin licencia hace difícil que haya marcha atrás. En cualquier caso, ATT ya emitió al día siguiente un duro comunicado porque considera que la decisión de la FCC pone en riesgo decenas de miles de enlaces de microonda que son críticos para mantener la infraestructura de las redes. “La orden de la FCC no los protege”, asegura Joan Marsh, encargado de los temas regulatorios y asuntos externos estatales de ATT en un comunicado.