El despliegue de redes 5G y la venta de smartphones compatibles están creciendo rápidamente, hasta alcanzar 1.000 millones de suscripciones 5G a finales de este año, según la previsión de la GSMA dada a conocer en el MWC. En Europa, sin embargo, la adopción de las nuevas redes móviles sigue sin entusiasmar, ni en las empresas ni en los consumidores. Sólo se prevé que las grandes industrias manufactureras europeas dispongan de redes 5G, y privadas, para mejorar sus procesos en un plazo relativamente breve. La situación preocupa a los operadores móviles, especialmente los europeos, porque no acaban de encontrar la forma de rentabilizar las inversiones que deben realizar, como se puso de manifiesto en el MWC de Barcelona.
La telefonía móvil mundial cuenta en estos momentos con 1.400 operadores, con 80 grandes grupos, y la GSMA estima que existen 5.000 redes, con 30 millones de puntos de datos que se actualizan a diario. Esta industria de telefonía móvil sirvió, a finales de 2021, a unos 4.200 millones de suscriptores de Internet móvil en todo el mundo. Esto supone que el 53% de toda la población mundial está suscrita a Internet móvil.
La GSMA, la asociación que agrupa a la mayoría de operadores de telefonía móvil y que es la responsable de la organización del MWC de la semana pasada, calcula que a finales de 2025 habrán 5.000 millones de suscriptores a Internet móvil, con una penetración del 60% de la población mundial, según consta en el informe The Mobile Economy 2022 presentado durante el MWC Barcelona.
El informe de la GSMA prevé que los operadores móviles europeos inviertan en redes 120.000 millones de dólares entre 2022 y 2025, el 91% en 5G, pero la incertidumbre económica derivada de Ucraina podría retrasar estos planes
Esta cifra es lógicamente mucho más elevada si se cuentan todos los suscriptores de telefonía móvil. La GSMA calcula que existen ahora 5.300 millones de suscriptores únicos, dos tercios de la población mundial, y en 2025 serán 5.700 millones, el 70% de todos los habitantes. Esto significa que entre finales de 2021 y finales de 2025 habrá 400 millones de nuevos suscriptores de telefonía móvil. Una cifra elevada, pero reducida en relación al crecimiento experimentado a principios de la pasada década. El ya muy importante grado de penetración hace que en los próximos años el crecimiento anual de suscriptores móviles será muy reducido, del 1,8% anual.
Los suscriptores a Internet móvil crecerán un poco más, el 4,5% anual hasta 2025. Está previsto que hayan 800 millones de nuevos suscriptores de Internet móvil en 2025 (de 4.200 a 5.000 millones) y aún quedarán para entonces 700 millones de usuarios con un teléfono móvil sin Internet. Habrá el doble de nuevos suscriptores de Internet móvil que de telefonía móvil en los próximos años porque muchos de estos últimos se pasarán al Internet móvil con smartphones, de 2G y 3G a 4G y de 4G a 5G.
El margen de crecimiento de Internet móvil es, por tanto, elevado, como también para el conjunto de la industria. Que la penetración de Internet móvil sea del 60% en 2025 significa que el 40% de la población mundial no la tendrá a mediados de esta década; es decir, existe un mercado potencial total de 3.330 millones de usuarios (humanos) para la segunda mitad de la década y más adelante. Los usuarios que no tendrán un móvil propio en 2025 será lógicamente inferior, 2.630 millones, con los supuestos de población anteriores.
La GSMA utiliza también otro parámetro para medir el alcance de la industria móvil: se trata del gap de uso, referido a aquellas personas que viven en áreas cubiertas por servicios de Internet móvil pero que no están suscritas a estos servicios. En 2021, la asociación calcula que el gap de uso fue de 3.200 millones de personas, alrededor del 41% de la población mundial. Se trata de una cifra elevada si se considera que las inversiones en infraestructura móvil realizadas por los operadores en los últimos diez años han hecho que las personas que viven fuera del área cubierta por redes de banda ancha móvil han pasado de ser un tercio del total al 6% de la población mundial en la actualidad.
Los motivos por los cuales existe un número relativamente elevado de población que no utiliza Internet móvil son variados y varían ampliamente de región a región pero, en general, apunta GSMA, se debe a la falta de disponibilidad económica, relevancia, conocimiento y destreza, aparte de los temores a utilizarlo y la falta de seguridad. En el informe, se destaca que hay segmentos de la población especialmente desfavorecidos y, especialmente, en el África subsahariana. El acceso a la tecnología digital se considera importante, pero también hay que tener en cuenta que otros servicios son igual o más necesarios, como el agua potable o la electricidad, sin contar la sanidad y el respeto al medio ambiente.
Este año acabará con 1.000 millones de suscripciones 5G
La industria móvil prevé en los próximos cuatro años un crecimiento elevado de la telefonía móvil, sobre todo para las conexiones 5G. Como se ha dicho, a finales de este año habrá 1.000 millones de conexiones 5G y a finales de 2025 el doble, 2.000 millones. Este año, sin embargo, empezará a declinar la adopción de 4G, mientras que las de 3G caerán por debajo del 20%, mientras que en 2024 se logrará una adopción de 5G del 20%.
La GSMA calcula que a finales de 2025 una cuarta parte de las conexiones móviles serán 5G, tres veces más que a finales de 2021, que fueron de alrededor del 8% a nivel mundial. El porcentaje de conexiones 4G bajará ligeramente en los próximos años, del 58% en 2021 al 55% en 2025, al igual que las de 3G, que se quedarán a mediados de esta década en el 16% frente al 20% actual y las 2G, que caerán del 13% actual al 5% en 2025, como indica el gráfico inferior.
El panorama de la industria móvil a nivel global es relativamente halagüeño, porque hay margen para el crecimiento, y las redes 5G deberían mantener el impulso de los últimos años engrasado. No hay que olvidar, sin embargo, que los mercados más rentables están muy explotados y saturados y que las redes 4G hacen funcionar a la perfección la telefonía móvil y cubren la mayoría de las necesidades de los consumidores a corto y medio plazo, sumado a la fuerte expansión de la fibra óptica para las redes de banda ancha fijas allí donde son escasas. Los márgenes de beneficio para que los operadores sigan invirtiendo y que el mercado siga creciendo son, por tanto, cada vez menores.
Las macrocifras de la industria móvil mundial esconden, además, una realidad muy preocupante para los operadores europeos. Según la actualización del pasado febrero del informe de movilidad de Ericsson, el año pasado se cerró con 660 millones de suscripciones 5G a nivel mundial, el mismo que el pronosticado en el informe de noviembre de la misma compañía; por tanto, el grueso del crecimiento 5G ya se ha producido, en especial en 2021.
Este año, debería haber 340 millones de nuevas suscripciones 5G, hasta llegar a los 1.000 millones pronosticados por la GSMA, una cifra similar a la que hubo en 2021. Para los próximos tres años, entre 2023 y 2025, el informe de la GSMA apunta que habrá 1.000 millones de nuevas suscripciones 5G, hasta llegar a los 2.000 millones, como se ve en el gráfico superior de las cifras claves para la industria hasta mediados de esta década. Grosso modo, por tanto, la media de suscripciones 5G en esta primera mitad de la década será de unos 330 millones anuales.
El número de suscripciones 5G tan elevado de los dos últimos años se debe a un solo país: China. En el informe de Ericsson del pasado noviembre, se detalla que China tenía 228 millones de suscripciones 5G a finales de 2020 y para finales de 2021 la compañía pronosticaba 460 millones. En Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) había 80 millones de suscripciones 5G a finales de 2021 y solamente 31 millones en Europa occidental, y otros dos millones en Europa central y oriental. En Asia noreste (básicamente Corea del Sur y Japón, porque China está separada) habían 57 millones de suscripciones 5G en 2021, frente a las 19 millones de un año antes.
Las cifras anteriores globales de suscripciones 5G admiten muchos matices, porque se mezclan distintas frecuencias, redes 5G muy dependientes de 4G a nivel troncal, en especial en Occidente, suscripciones 5G que no se usan porque no se tienen smartphones compatibles o no hay cobertura donde se necesitarían, aparte de que no está claro si se contabilizan las DSS. Lo que es indiscutible es la supremacía actual de China en 5G es indiscutible, que tiene más del doble de suscripciones 5G que en todo el resto del mundo, según Ericsson.
En Europa, el 4% de las suscripciones son 5G, frente al 29% de China
En el informe de la GSMA, se dice que el 29% de las redes móviles de China (incluida Taiwan) son ya 5G, y casi todo el resto, el 69%, son 4G, quedando un magro 2% para 2G y 3G. En cambio, en Europa, sólo el 4% de las conexiones móviles actuales son 5G; el 75% son 4G, el 15% 3G y el restante 6% 2G, como indica el gráfico inferior del informe económico del sector de este año de la GSMA.
En Norteamérica, la presencia de 5G es superior a Europa, con el 13% de las conexiones totales, aunque se debe tener en cuenta que la gran mayoría son a baja frecuencia, de T-Mobile US y AT&T. 4G representa en la región americana el 78% de las conexiones móviles, 3G el 6% y 2G el 3%. En Asia Pacífico, sólo el 2% de las conexiones son 5G y el 64% 4G en la clasificación de la GSMA, donde se juntan Corea del Sur y Japón con India, Pakistán, Australia y Mongolia y todos los países del sudeste asiático, por lo que el dato de 5G carece de significado real si se compara, por ejemplo, con Norteamérica.
En el mismo informe de la GSMA se indica, sin embargo, que las suscripciones 5G serán muy elevadas en Europa y Norteamérica al acabar 2025. Es decir, que en los próximos años habrá un aumento muy significativo de suscripciones 5G, en relación a la población y con el mix actual expresado en el gráfico. En Europa al completo (sin Rusia, Ucraina y Bielorrusia) el 44% de las conexiones serán 5G en 2025, mientras que las 4G serán sólo un poco superiores, el 51%, y muy minoritarias las 3G y 2G, el 5%. La penetración de la telefonía móvil apenas variará en Europa los próximos años, del 86% al 87%, pero la adopción de los smartphones subirá del 79% al 83%.
En el conjunto de Europa, sólo el 4% de las conexiones móviles actuales son 5G y el 75% son 4G, aunque las previsiones de la GSMA para 2025 apuntan a que el 44% de las suscripciones serían 5G y el 51% 4G
En Estados Unidos y Canadá, la presencia de 5G será abrumadora a mediados de esta década, con el 63% de las conexiones 5G y el 31% 4G, mientras la presencia de 2G y 3G será muy similar a la actual. En el conjunto de Asia Pacífico, las conexiones 5G crecerán del 2% en 2021 al 14% en 2025, mientras que las 4G pasarán del 64% al 69%. En los países del órbita soviética, el CIS, con Rusia, Ucraina, Bielorrusia y del Asia Central, la presencia de 5G es ahora testimonial y para el 2025 será del 9%, según la GSMA, con previsiones hechas naturalmente antes de la invasión de Ucraina por parte de Rusia. En Latinoamérica, el mix porcentual del 5G será un poco superior al del CIS para 2025, el 11%, y mucho más en la región de África del norte y Oriente Medio y Turquía e Irán (MENA en el informe), del 1% en 2021 al 17% en 2025. En el África subsahariana el 4% de las suscripciones serán 5G en 2025.
La evolución al 5G será muy distinta según las regiones y el número de conexiones también será muy variado, como se indica en el gráfico superior. La media global de las conexiones 5G puede ser el 25% en 2025, pero con una elevada dispersión según la región del globo. En el Asia Pacífico desarrollada (Japón, Corea del Sur, Australia y Singapur) la previsión es que hayan 195 millones de conexiones 5G, con el 64% de penetración, y 892 millones en China (con Taiwan) con el 52% de penetración. En el resto de Asia Pacífico, aunque la penetración de 5G será baja, del 8%, habrán 222 millones de suscripciones 5G.
En conjunto, de los 2.000 millones de suscripciones 5G en 2025, Asia tendrá 1.309 millones, el 65% del total mundial, con una penetración superior al 50%. En Estados Unidos y Canadá, la penetración de 5G en 2025 será del 63%, casi tanto como en Japón, Corea del Sur, Australia y Singapur, pero con 272 millones de suscripciones, el 14% del total. En Europa, aunque la penetración será más baja que en Estados Unidos y Canadá, del 44%, habrá más conexiones 5G, 304 millones, como se ve en el gráfico del informe de GSMA. La penetración también será elevada en los países árabes, con 41 millones de conexiones y una penetración del 49%.
Una inversión de 620.000 millones hasta 2025, el 65% en 5G
Los operadores móviles invertirán un total de 620.000 millones de dólares en redes entre 2022 y 2025, como indica el gráfico inferior, y el 85% de este total se destinará a redes 5G. En Europa, la inversión en estos tres años será del orden de 120.000 millones de dólares, y el 91% de este Capex será 5G. La inversión en Estados Unidos y Canadá será bastante superior a la de Europa, casi de 200.000 millones, y el 98% 5G.
En Asia Pacífico, la inversión en redes será proporcionalmente bastante reducida en relación a la población, unos 270.000 millones de dólares, y con el 84% destinado a 5G. La amplia región que supone Asia Pacífico y su gran variedad, así como gran parte de las inversiones en 5G ya se han realizado, especialmente en China y Corea del Sur, justifican esta inversión relativamente reducida respecto a Estados Unidos y Europa.
Estas elevadas inversiones necesarias para el despliegue masivo de 5G preocupa especialmente a los operadores europeos, porque no ven un retorno rápido de la inversión, debido al poco interés mostrado por los consumidores y las empresas en general, incluso en los grandes mercados como Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y España.
En el MWC de la semana pasada, los grandes operadores europeos se mostraron preocupados por la situación de la industria, pese al clima típicamente eufórico que se vive en estos certámenes. Como se expuso en el análisis de la semana pasada, los responsables de Telefónica y Vodafone demandaron públicamente un balance honesto de la salud financiera del sector de las telecomunicaciones en Europa y la necesaria colaboración en que los gobiernos y la industria desarrollen juntos un plan digital amplio y claro para que Europa siga siendo competitiva.
El agravamiento de la situación en Ucraina en los últimos días está haciendo naufragar los planes de recuperación ahora que la pandemia está más controlada, pero la situación de las telecomunicaciones continúa siendo prioritaria, como otros de los muchos retos a los que se enfrenta Europa. Justo ayer, la filial española de Orange y MásMóvil anunciaron un proceso negociador para crear una operadora conjunta en España, controlada a partes iguales por ambas empresas, con lo que quedaría justo por detrás de Telefónica y muy por delante de Vodafone. España pasaría entonces a tener tres grandes operadores móviles, aunque Digi, un operador rumano que está creciendo mucho últimamente, podría pasar a ser un cuarto de cierta importancia, si como se prevé se hace con las desinversiones que deberán hacer frente Orange y MásMóvil para que se dé luz verde a este proceso de concentración.
La situación de la telefonía móvil en Europa es tan compleja que, en Italia, el operador dominante, TIM, se ha visto obligado a escindirse en dos para hacer frente a los planes del fondo inversor estadounidense KKR de segregar sus redes de telefonía fija en una nueva entidad. El año pasado, TIM tuvo unas pérdidas de 8.700 millones de euros, debido en gran parte a la depreciación de activos por un total de 7.900 millones de euros.
Si el impulso de 5G se preveía débil para este, debido a la atonía de los consumidores y los industriales por suscribirse masivamente, la previsión del aumento de las inflación, el encarecimiento de las materias primas y ahora la crisis de Ucraina y los más de dos millones de refugiados ensombrecen aún más un despegue de las redes 5G en Europa que debería producirse a partir de mediados de este año y que ahora probablemente se retrasará unos meses.