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Crece el uso de redes IoT móviles, gracias a NB-IoT y LTE-M

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El uso de redes IoT móviles está creciendo de forma muy considerable en los últimos meses, sobre todo en el área de Asia-Pacífico, gracias al empleo de sensores que funcionan con los estándares NB-IoT y LTE-M sobre redes LTE y al constante lanzamiento de nuevas redes y desarrollo de aplicaciones en todo el mundo. Multitud de servicios y negocios logran importantes beneficios con la utilización de estas redes.

 

Existen 94 lanzamientos comerciales de redes móviles IoT en 50 mercados, que aumentan mes a mes, gracias al soporte de 98 operadores, 2.100 desarrolladores y 1.300 compañías que impulsan la iniciativa Mobile IoT de la asociación de operadores GSMA. Están comercialmente disponibles más de un centenar de módulos que funcionan con los estándares NB-IoT y LTE-M respaldados por la iniciativa Mobile IoT y funcionan 47 laboratorios IoT en 21 países. “Mobile IoT es ahora realmente global”, recalcó Graham Trickey, responsable del programa IoT de la GSMA, en la octava Mobile IoT Summit celebrada un día antes del MWC de Barcelona.

 

 

El 93% de las conexiones móviles de sensores IoT tienen acceso al menos a una red conforme la iniciativa Mobile IoT, que ha contribuido a que se convierta en una solución global en todo el mundo en el último año. La disponibilidad de numerosas aplicaciones en diversos sectores de actividad y el reducido coste de los componentes y del servicio por parte de los operadores también ha provocado que el tráfico automatizado de datos que circula por las redes IoT móviles sea ingente.

El reducido consumo de energía de los módulos IoT ha hecho posible que su funcionamiento sea económico, porque una sola pila puede durar una década sin necesidad de recambio. La cantidad ingente de módulos que se está fabricando hace que el coste de cada módulo sea muy bajo, lo que, unido al ahorro que las empresas usuarias consiguen con la implantación de las aplicaciones, dispara su utilización. GSMA calcula que más del 80% del valor de las redes IoT se encuentra más allá de la pura conectividad; por eso los operadores están trabajando con socios para desarrollar nuevas plataformas de datos y servicios que impulsen su adopción.

 

Huawei vendió 15 millones de chipset NB-IoT el año pasado y espera colocar 100 millones de unidades en 2019, según Veni Shone, presidente de la unidad de negocio de la compañía. Shone calcula que el mercado de sensores NB-IoT será de 1.000 millones de unidades en 2021, que por entonces supondrá tres cuartas partes del mercado total IoT. Este año, el mercado de sensores NB-IoT será de 200 millones de unidades (el 25% del mercado IoT), para llegar a 500 millones el año que viene, la mitad del total. El resto del mercado IoT será cubierto gradualmente por los sensores LTE-M que funcionan con 4G/LTE, porque los sensores IoT que operan con redes 2G y 3G, ahora mayoría, irán desapareciendo, como se observa en el gráfico siguiente elaborado por Huawei.

 

 

Los sensores NB-IoT y LTE-M se distinguen básicamente por su velocidad de transmisión. NB-IoT opera a un máximo de un megabit por segundo mientras que LTE-M funciona por encima de esta velocidad. La aplicación típica de NB-IoT es la lectura de contadores, donde la velocidad y ancho de banda no es un parámetro crítico y sí la economía en el despliegue de sensores. El caso típico para LTE-M son los ascensores y las escaleras automáticas, porque hay más problemas de cobertura y la velocidad de transmisión para informar de una incidencia es muy importante.

 

El sensor NB-IoT que Huawei suministra ahora es el Boudica 150, lanzado el año pasado, que funciona con el Release 14 de LTE. Huawei prevé introducir el año que viene Boudica 200, con más características, tamaño más reducido, mayor seguridad de funcionamiento y que trabajará con el Release 14/15 de 3GPP, previo a la 5G real. Esto hará que los casos de uso NB-IoT aumenten, aunque también progresarán las características de los sensores LTE-M, especialmente en temas de realidad virtual y coches conectados, y con ello el auge global de las redes IoT. Huawei, además, no está solo en este mercado, sino que tiene una fuerte competencia. Sequans y Gemalto, que trabajan juntos desde 2014, acaban de presentar la plataforma Monarch 2, su segunda generación de sensores LTE-M y NB-IoT.

 

Aparte de la fabricación de nuevos y mejores sensores IoT, la gestión más inteligente de las redes y la utilización de herramientas de inteligencia artificial provocarán que las conexiones IoT estén más automatizadas y más libres de errores, sin prácticamente intervención humana. Las aplicaciones, por su parte, se podrán desarrollar más rápidamente al haber una mayor variedad de plantillas y casos de uso. Precisamente, uno de los problemas actuales es la falta de personal especializado para poner a punto y optimizar el funcionamiento de las redes IoT móviles.

 

Para la mayoría de operadores, tanto LTE-M como NB-IoT son tecnologías complementarias; depende del tipo de uso lo que hace más interesante la adopción de una u otra. Ronan Le Bras, responsable de estrategia tecnológica de Orange, ve muy interesante LTE-M porque es una tecnología con gran futuro, que abre el camino hacia 5G y que es complementaria con otras tecnologías relevantes. Steve Szabo, responsable a nivel global de Verizon, también opina que LTE-M es un gran paso hacia 5G mientras que Lory Thorpe, responsable de innovación en IoT en Vodafone, aseguró en la Mobile IoT Summit que su compañía ha priorizado NB-IoT, si bien reconoció que ambas tecnologías son complementarias.