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5G plantea retos, concluye un informe de riesgo de la UE, sin entrar en detalles

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La Unión Europea ha alertado de los riesgos potenciales que pueden representar las redes 5G, especialmente las que funcionen con suministradores que tengan fuertes lazos con Gobiernos que no sean de la UE, según consta en un informe oficial encargado precisamente para delimitar estos riesgos y publicado el pasado miércoles. El informe reconoce que con las redes 5G existen más riesgos de seguridad porque aumentan las vías de ataque, pero no especifica ninguno en concreto ni menciona a Huawei.

 

Alemania, mientras tanto, hizo saber ayer mismo que no vetará a ningún fabricante de equipos 5G, justamente para que todas las compañías tengan igualdad de oportunidades, en un claro desafío a Estados Unidos, que insiste en que Huawei debe ser vetada en Europa, como ha hecho en su propio territorio.

 

La comisión de la UE de evaluación de los riesgos que plantea 5G ha dejado para más adelante, previsiblemente a finales de noviembre o principios de diciembre, la aprobación de un informe más detallado y con guías específicas de actuación para reducir al máximo estos riesgos. Este nuevo informe debería contar con el respaldo del Consejo Europeo, el máximo órgano político de la UE. El pasado viernes, diversos medios se hicieron eco de un borrador de análisis de riesgos de la misma comisión, que plantea diversos riesgos específicos en los que incurren algunos suministradores de equipos de telecomunicaciones, en particular de países que no cuentan “con restricciones democráticas o legales”, como asegura The Wall Street Journal.

 

Alemania ha querido salir al paso de esta creciente rumorología de partes interesadas en torno a la seguridad de 5G y ayer mismo Steffen Seibert, portavoz gubernamental, aseguró en rueda de prensa en Berlín que su Gobierno “no piensa tomar ninguna acción preventiva para prohibir a cualquier actor o compañía” que instale redes 5G en su territorio. El Gobierno alemán ha elaborado un catálogo con múltiples requerimientos de seguridad que deberán cumplir los operadores y suministradores que instalen redes de telecomunicaciones en Alemania y que será publicado en breve. El portavoz confirmó que no se vetará a ninguna compañía, justamente para que todos los fabricantes de equipos tengan igualdad de oportunidades.

 

El periódico alemán Handelsblatt se hizo eco ayer, citando al “catálogo” pendiente de publicación, que se requerirá a Deutsche Telekom, Vodafone y Telefónica Alemania que identifiquen y establezcan normas de seguridad muy rigurosas en los elementos críticos de las redes. De manera más general, se quiere obligar a los operadores y fabricantes que certifiquen la seguridad de sus equipos y que faciliten a sus clientes la retirada y una recompensa si se prueba que los equipos han sido utilizados para espiar o sabotear.

“La seguridad no es un problema de un único suministrador”, asegura Alex Sinclair, responsable de tecnología de la GSMA, y añade que “todos tenemos que asumir seriamente nuestra parte de responsabilidad en la cadena de seguridad de 5G”

El tema de la estricta seguridad de las redes de telecomunicaciones es sumamente complejo y muy complicado de garantizar, sostienen la mayoría de expertos, especialmente con las redes 5G, que promueve la conexión de todas las “cosas” y la virtualización creciente de las redes. Pero estos riesgos de seguridad, que nadie niega que pueden existir, no se resuelven con la simple exclusión de Huawei, según sostienen varios expertos, entre otras cuestiones porque todas las redes están interconectadas y es más que evidente que Huawei, y otros suministradores chinos, seguirán instalando equipos de red, al menos en su territorio, que se conectarán con otras redes mundiales.

 

Si es posible establecer estrictas medidas de seguridad en las redes troncales y sumamente efectivas, como requerirá Alemania, no debería preocupar demasiado que haya intentos de sabotaje por parte de organizaciones delictivas, porque siempre habrá. La Unión Europea asegura que en el informe de seguridad que publicará a finales de año se explorará en detalle los pasos específicos requeridos para tratar con los riesgos de seguridad y nombrará los productos que considera inseguros. Huawei, por su parte, ha elogiado el informe de seguridad de la UE de la semana pasada, afirmando que siempre está disponible para trabajar conjuntamente con socios europeos en el tema de la seguridad de las redes 5G.

 

En el otro lado del Atlántico, la no mención expresa de Huawei ni como posible causa de riesgo en el informe ha causado malestar, porque altos cargos de la Administración estadounidense llevan meses insistiendo en que deberían vetarse los equipos de red 5G de Huawei en todo el continente europeo. En cambio, Alex Sinclair, responsable de tecnología de la GSMA, la asociación que engloba a la mayoría de suministradores y operadores de telefonía móvil, considera que el informe de riesgo de la UE “reconoce que el tema de la seguridad no es solo el asunto de un suministrador”. Y añade: “Todos tenemos que jugar un papel –de fabricantes a operadores y consumidores- y asumir nuestra parte de responsabilidad en la cadena de seguridad de una forma seria”.

 

En el conflicto comercial abierto desde hace meses entre Estados Unidos y China, el asunto del veto a Huawei ni tan siquiera se mencionó el jueves y viernes pasado en las negociaciones mantenidas entre altos representantes de ambos países. Al final, lo único que se concretó es que se suspendía temporalmente la orden de aumentar el próximo 15 de octubre los aranceles de productos chinos importados a Estados Unidos del 25 al 30% y dejarlos en el 25% actual mientras no se ratifique un compromiso entre Donald Trump y Xi Jingping a finales de noviembre, que incluiría la compra de productos agrícolas de Estados Unidos por parte de China por valor de 40.000 a 50.000 millones de dólares, según anunció Trump, aunque sin especificar el horizonte temporal de este importe.

El Gobierno alemán ha elaborado un catálogo con múltiples requerimientos de seguridad que deberán cumplir los operadores y suministradores que instalen redes de telecomunicaciones en Alemania y que será publicado en breve

Los granjeros han recibido con satisfacción los progresos realizados en materia agrícola entre China y Estados Unidos, mientras que las asociaciones industriales rechazan la estrategia de aplicación de más aranceles a las importaciones de productos chinos para conseguir más concesiones de China, que la consideran muy perjudicial para los consumidores de Estados Unidos. Según Robert Lighthizer, el principal asesor de Trump en el conflicto comercial, el levantamiento parcial de las restricciones que se han impuesto a Huawei para ponerle en aprietos financieros y de suministro de componentes no estaba en la agenda de la negociación entre ambos países.

 

Asimismo, no se sabe nada de cuándo se aprobarán las licencias temporales de importación de productos estadounidenses a empresas chinas que han solicitado más de 3.000 compañías, entre ellos grandes fabricantes de chips, como Intel, Qualcomm o Broadcom. En este caso, ya no se trata solo de conseguir que China compre más productos estadounidenses y se reduzca la balanza comercial a favor de China ni de que China respete las reglas de propiedad intelectual y acaben las transferencias forzadas en tecnología, que Estados Unidos considera que no hace.

 

Lo que se quiere conseguir, y aquí es dónde entra un tercer frente de actuación, capitaneado por el vicepresidente Mike Pence, considera que China es un adversario muy peligroso y que se debe privar del acceso de altas tecnologías estadounidenses a las compañías chinas para frenar su expansión económica y militar. En este caso, los perjudicados también son los productores estadounidenses de chips, muchos de los cuales son paradójicamente fabricados en plantas situadas en China que después son insertados en productos como ordenadores y enviados totalmente embalados a Estados Unidos. Las múltiples caras de este conflicto hace que 5G sea una más, sin visos de que se logre un acuerdo, aunque sea de mínimos, a corto plazo en este tema concreto.